Kemir Kemal obsevaba a su esposa entretenida en el jardín con sus rosas, las que tanto le gustaban, a pesar que el se lo había prohibido por su corazón para no hacer esfuerzo, ella era tan testaruda pero eso fue lo que mas lo enamoro de ella, que a pesar de ser una mujer muy dulce tania un carácter a toda prueba para defender lo que era suyo, su familia era el centro de su universo.
La vida los había bendecido al darle la dicha de dos hijos varones, a pesar que su deseo fue siempre tener una hija, pero les fue concedido y ahora volcaba todo su amor en Sophia, su nieta amada.
Meriam era la bondad hecha mujer
Por eso se sentía tan culpable
y su corazón se lleno de culpa, por haberle fallado, por seguir en una mentira y no atreverse porque eso seria acelerar su muerte y no estaba dispuesto a perderla. La amaba con todo su corazón.
Meriam regreso con doce rosas que colocaría en el jarrón de la sala, pero al ver a su esposo fue hasta el y le dio un beso que el correspondió.
- Te amo Meriam- le reitero como lo hacia todos los días, desde que se casaron- solo hubo una etapa que fue gris y ya no se decían que se amaban pero lo superaron y ahora que habían dejado el pasado atrás eran felices y jamas se cansarían de decirle cuanto se amaban.
Pero la culpa no abandono a Kemir, porque ese pasado aun no había quedado atrás, seguía siendo parte de su presente y esto era una bomba silenciosa que en cualquier momento podía estallar.
Enma se levanto muy temprano y vio en la sala que Kerem todavía dormía, no pudo evitar ir hasta el y observarlo dormir tan plácidamente, en paz, sin esas facciones endurecidas por el odio y la amargura.
Este era el hombre que conoció y al que su corazón amaba.
Su mano rebelde quiso tocar su rostro, pero el se la sostuvo en el aire y sus mirada intensa se apropio de la suya y durante unos segundos que parecieron eternos permanecieron entrelazadas.
Casi con brusquedad el le soltó la mano, se incorporo y se levando. Su mirada era fría al decirle.
- Debo irme, iré al baño a cambiarme.
Kerem se lavo el rostro con agua pero aun la sensación de esa mano por tocar su rostro permaneció allí como si efectivamente lo hubiera tocado, pero tuvo que impedirlo o talvez no se hubiera podido contener.
Y debería volver a marcar distancia, aunque ell a fue la primera que lo hizo, pero ahora también el. Aunque no dejaría de estar pendiente de ella.
Se vio en la obligación de llamar a Khan para solucionar el asunto del guardaespaldas y el le dijo que ya uno iba para allá, asi que podría irse tranquilo dejándola protegida, sin embargo seguiría como hasta ahora, en las sombra, pendiente de ella a lo lejos, sabiendo hasta el minimo de sus movimientos.
Al bajar vio que ella ya estaba preparando el desayuno y al verle le dijo:
- Quedate a desayunar.- le pidió con ojos suplicantes.
Como siempre no pudo resistir a su deseo y tomo asiento en la mesa.
Minutos después ella le servia y se sentaba frente a el y compartieron un delicioso pero silencioso desayuno.
Ya me voy- anuncio el serio después que desayunaron.
Enma lo acompaño a la puerta pero antes que saliera le dijo:
- Kerem se que amaste mucho a Catherine y quizás por eso le creas todo lo que ella te decía de Khan, pero no es asi, ella no era una buena mujer, ella mintió y ...
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El Trato
RomanceSAGA TURQUIA # 4 Este es el trato. Estaremos casados por dos años, al cabo de ese tiempo tu saldrás de mi vida y la de mi hija para siempre. Te advierto Jamás intentes enamorarte de mi No esperes de mi deseo o alguna muestra de afecto. No pretenda...