El Trato

CAPITULO 30 LO MAS ESPERADO

Desde que Khan se mudara a otra habitación Shaina se sentía tan desprovista y sola.

Se había acostumbrasdo a dormir bien sea abrazada a el, o simplemente si estaban enojados saber que estaba a su lado, pero ahora el se había mudado a otra habitación y aunque lo odiaba por sus acusaciones, lo extrañaba mucho.

Ahora si su fabuloso plan de conquistarlo se había ido por el retrete.

Y le esperaban meses sin el en su cama y al cabo de varios meses saldría definitivamente de su vida.

Una día ella estaba tan llena de enojo contra el, por su abandono, por no amarla, por tener una amante, por sus palabras que la hirieron y por este deseo reprimido que sentía y que solo el podría satisfacer, que a propósito hablo y coqueteo con Rick, y cuando les toco una escena de sexo, dejo que el beso que se dieran fuera real ante la estupefacción de todos los presentes.

Rupert estaba más blanco que un papel, los camarógrafos ya algunos actores petrificados mirando a un furioso Khan que estaba a punto de estallar. Pero se controlo porque no quería quizás armar un escándalo y salir mas humillado.

Shaina huyo de inmediato y su corazón latía asustado, pues sabia que se había equivocado.

Antes de entrar a su camerino Khan la intercepto y tomandola con brusquedad por el brazo la llevo hasta su oficina, luego cerró con pasador.

- Explícame que diantres fue eso.. le exigió tan molesto que la puso muy nerviosa.

Pero mayor era su frustración que termino por gritarle

- Que pasa Khan, te molesta ver a tu mujer con otro, asi solo sea una actuación.

- No me retes- le advirtió acortando la distancia entre ellos.

- Reconocelo no soportas que otro hombre me toque pero que ironía tu tampoco lo haces.- escupió con rabia.

Pero al instante supo que había empeorado todo pero hablo por ella la rabia, la frustración, el abandono en el que el la dejo al decidir mudarse de habitación y dejarla sola.

El se acerco a ella, ahora su mirada había cambiado, ella pudo ver y palpar en el ambiente el deseo que se había apoderado de los dos, si porque ella sentía esa tensión sexual que la estaba matando.

- Eso quieres, que te toque- la atrajo y la ciño contra su cuerpo

- Sueltame- negó débilmente

- Tu lo pediste- indico el con su mirada intensa sobre ella que tenia el poder de llegar hasta su alma de poseerla por completo sin tocarla siquiera.

Y fue ella quien busco sus labios con desesperación, con anhelos de sentirse amada, deseada.

El se sintió complacido de que ella diera ese primer paso, era todo lo que necesitaba para ahora si dar rienda suelta a todo ese deseo reprimido, a la abstinencia forzada, a este amor que había nacido en su corazón y que quiso por todos los medios evitar pero hoy se confesaba derrotado por completo.