Capítulo 13

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Miré emocionada por el avión, a mi lado estaba Bianca, que llevaba dormida desde hace tiempo. Había quedado con él en el aeropuerto, para que les lleve a ellos al hotel, yo cogería un taxi. Sentí entonces, como tocábamos el suelo por fin y sonreí aún más, de vuelta en casa.

Bajamos, todos adormilados menos yo, y me acompañaron a por Lleò, después fuimos a la salida. Óscar estaba en el coche, mirando al cigarrillo que acababa de encender y después estaba el tarado de mi hermano, haciéndose fotos como siempre.

- ¡Eh vos!- mis amigos me miraron.- ¡El pelotudo que me amarga!

- ¿Soy yo? Pensé que te mirabas a un espejo, pero sos muy pequeña para eso.

- Cállate ya.

Solté la maleta y fui hacia él, abrazándolo con las miradas de los demás puestas en nosotros. Apreté con fuerza y él hizo lo mismo, a ver quien se rendía antes al ahogarse. Al final fui yo, tenía más fuerza que yo.

- ¿En Argentina está bien visto engañar a tu novio?- preguntó Ariadna y reí.

- Chicos, él es mi hermano Thiago.- señalé a Bianca y seguí.- Ella es Bianca, Ariadna, Marc y Pol, mis amigos catalanes.

- Encantado, las playas de Argentina son mejores que las de Cataluña.

- En tus sueños, Thiago.- dijo Bianca, era mejor no decirle algo malo sobre Cataluña.

- ¿A mí no me saludás?

- Vení para acá, nene.- Óscar sonrió, tiró el cigarrillo después de una calada y vino a por mí.

No le importó nada, sostuvo mi cara entre sus manos y me besó con fuerzas, estos días nos habíamos llamado menos, no sé por qué. Después de eso entraron sus maletas en el coche de Óscar y yo me fui con Thiago en el taxi.

- Ya estamos acá.

- ¡Hija!

- ¡Mamá!- sentí sus brazos rodeándome y la estruje con fuerza.- Os he echado de menos.

- Anda que nosotros, hija.- se separó y dejo paso a mi padre.- ¿Cómo estuvo el viaje?

- Hija.

- Papá.- sonreí y le abracé.- Estuvo bien, con mis amigos de España todo es más divertido.

- Eso está muy bien, hija.

- ¿Y dónde están?

- Óscar los llevó al hotel, ahora iré a verles y los traeré aquí para que los conozcáis.

- Vale, diles que se queden a cenar.

- Vale mamá, chao.

Salí de nuevo de mi casa y me fui junto Thiago al hotel. No era muy lujoso, pero tampoco era para vomitar de sus instalaciones, era cómodo. El recepcionista me dio en la habitación que estaba cada uno, las chicas juntas y los chicos juntos.

- ¿Qué os parece?

- Está bien, para una semana está perfecto.- Bianca me sonrió.- ¿Te acuerdas de lo que te dije de los argentinos?

- Oh dios, Thiago andáte fuera por favor.

- Como mande, sargenta.

- Y a ti, ni se te ocurra hacer cosas con argentinos y menos con mi hermano.

- Él es el mayor.

- Pero no quiero, me niego.

- Cambiando de tema.- Ariadna se puso entre ella y yo.- ¿Qué vamos a hacer hoy?

- Mi madre os invita a cenar, a todos.

- Vale, menos dinero que gastar.

- Como se nota que eres catalana...vamos a por Marc y Pol.

Salimos de la habitación y llevé a mi hermano y a ellas hasta los chicos. Los saludamos y les dije que íbamos a estar hoy en mi casa, para que les conozcan y cenen allí. Ellos aceptaron y salimos del hotel. En el camino mandé un mensaje a Óscar para que viniera a la casa con nosotros.

- Ellos son Pol, Marc, Bianca y Ariadna.

- Encantados.- mis padres les saludaron con un abrazo, siempre eran así de extrovertidos.

- Igualmente.

Después de eso estuvieron conociéndose y cuando la cena ya estaba lista y estábamos poniendo la mesa Óscar vino. Me enfadé un poco, llegó tarde, pero aún así supe taparlo. Terminamos de cenar y nos quedamos allí hablando de nuestros días en Cataluña e Italia, yo sustituyendo a Paulo, claro.

- ¿Pasó algo conmigo?- preguntó Óscar cuando los dos estábamos juntos en la cocina solos.

- Llegaste tarde.

- Tampoco tanto, llegué justo al momento.

- Sí, para sentarte con el plato puesto.

- Vale, lo siento, es el trabajo, ya sabes que en verano se vuelve muy pesado.

- Ya lo sé, no pasó nada, ¿Entendido?

Suspiré y terminé de lavar el último plato para mancharme al salón con los demás. Después de eso Óscar decidió irse, supongo que se sentía raro por lo de antes, puede que me comportara como una niña al fin y al cabo no hice nada malo.

- Nosotros nos vamos ya al hotel.

- Os acompaño.- me levanté junto a ellos y me despedí.- ¿Qué os ha parecido?

- Son buena gente todos, muy simpáticos y la comida estaba bien.

- ¿Cómo que bien?

- ¿Dije algo malo?

- No siempre se prepara Fernet y milanesa.

- Es verdad, eso estaba muy bueno.

Estuvimos todo el camino riendo y al final me volví sola a casa, donde pude hablar más tranquila con mi familia que no paraban de abrazar a Lleò como hace tiempo que no lo hacían.

Clarity (Paulo Dybala)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora