Capítulo 66

1.4K 68 3
                                    

- ¡Juve! ¡Juve!- grité moviendo mi bufanda como todos los demás.

- ¿Podés parar? No debí haberte traído.

- O sí, Leo, sino te hubiera matado lentamente.- miré a Paulo en la lejanía.- ¡Juve! ¡Juve!

- Sos una fan loca.

- Loca por el jugador 21.

Él rió y seguimos viendo el partido, sí, habíamos viajado a Italia para ver la final, para ver si la Juventus conseguía ganar la Serie A. y para ello debía ganar al Bolonia. Por ahora íbamos 1-0, perdiendo.

Estábamos en el minuto 65 cuando Paulo se iba acercando poco a poco a la portería contraria. Entonces sucedió lo que yo deseaba con locura, Dybala marcando un gol que ponía a la Juventus empate con el Bolonia.

- ¡Paulo! ¡Dybala!

Grité con fuerza y vi como después de su celebración me mandó un beso y luego señaló al cielo en memoria de su padre. El partido siguió y poco después la Juve se ponía en cabeza.

- ¡Final! ¡Hemos ganado, Leo, hemos ganado!- abracé al argentino mientras daba salto.- ¡Ganamos!

- Felicidades, Tania.

- Vaya alegría.

- Te recuerdo que por dos goles de tu querido Dybala perdimos la Champions.

- Y ahora tiene la Serie A y vamos a ganar la Champions.

- Pensé que eras del Real Madrid.

- Sí, pero aquí soy de la Juve como en Argentina soy del Boca Juniors.

- Sos una chaquetera.

- Cállate.- sonreí mirando a los jugadores de la Juventus aplaudir a su afición y celebrar la victoria.

Después de eso, nos llamaron para bajar al estadio, bueno, a mi porque a Leo y a Anto no, claramente. Mientras, los jugadores levantaron la copa con confetis blancos como celebración y en un podio.

Después todos celebraron con la familia de cada jugador y claramente, allí estaba la de Paulo con él mientras yo iba a saludarle.

- ¡Tania!

- ¡Paulo!- sonreí y fui corriendo hacia él.- ¡Ganaste!

- ¡Ganamos!

Pasé mis brazos alrededor de su cuello, él sujetó mi cintura con suavidad y rapidez y nos fundimos en un beso de celebración que duró bastante. Al terminar y quedarnos viendo durante unos segundo me di cuenta que su madre nos miraba sorprendida.

- Vieja, esta es Tania, mi novia.

- Encantada, Tania.

- Lo mismo digo, Alicia.

- ¿Cómo sabés mi nombre?

- Paulo habla de ti.

- Que buen hijo tengo.- ella le sonrió.- Cuidámelo.

- Lo haré.- les miré a los dos.- Dale, ¿Os hago una foto?

- ¿De verdad? Sos la mejor.

Me dio un corto beso y pidió la copa para hacerse una foto con su madre. Después quiso hacerse otra conmigo y su madre tomó el relevo de fotógrafa. Estuvimos celebrando la victoria hasta la noche, donde volvieron a Turin y yo viajaba de vuelta a Barcelona con Leo.

- Despertá, ya llegamos.

- Tengo sueño, déjame.

- Anto, no se despierta.

- Espera.- Anto se acercó y le movió.- Leo, soy Antonella, despertá amor.

- Por ti hago lo que sea.

EL argentino abrió los ojos y se acercó rápido a ella para plantarle un beso. Yo rodé los ojos y puse rumbo a la salida del avión. Fui a por la maleta y esperé allí a la pareja, que hicieron lo mismo y nos marchamos juntos a por Thiago y Mateo que estaban con sus abuelos.

Después, yo tomé rumbo a casa de Marc, donde estaba Lleò. Cuando llegué le saludé a los dos y le conté a Marc sobre la final de Italia, después me quedé hablando por teléfono con un Dybala cansado.

Clarity (Paulo Dybala)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora