Capítulo 47

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- ¡Al fin te vuelvo a ver!

- Venga, solo fue un día.- sonreí abrazándolo.- No te pongas dramático.

- ¿Dramático yo? Para nada.

- Cállate.

Entrelacé mis piernas de nuevo a su cintura y me llevó hasta su sofá, sentándose conmigo encima suya. Me sonrió, sus ojos verdes hoy brillaban más que nunca por el sol, después se acercó y juntó nuestros labios con ansias de más. Sabiendo donde quería ir y que quería hacer, decidí apartarlo con mis dos manos en su pecho.

- ¿Qué pasa?

- Aún no.

- Está bien, esperaré.- me sonrió y se acercó de nuevo para besarme.- Pero, ¿Besarte sí no?

- Por supuesto que sí.- deshice la poca distancia que había entre nosotros.

Pero entre beso y beso, mi móvil no paró de sonar y Paulo, enfadado, decidió quitármelo y lo tiró lejos de mi. Yo fui en busca del objeto volador.

- ¿Sí?

- ¿Tania?

- Vaya, pensé que habías borrado mi número.

- No podría, nunca.

- Vale, adiós.

- ¡Espera! No cuelgues solo.

- ¿Quién es el boludo o la boluda que llama?- Paulo preguntó cuando me senté en el sofá.

- Boludo, es boludo.

- ¿Está Paulo? ¿Estás con él?

- No, estoy con un fantasma, ¿Qué querés?

- Quería verte.

- Yo no, chao.

- Dale, solo quiero hablar.

- Estás hablando ahora, cuelga o cuelgo.

- Tania...

- Vale, cuelgo yo.- me cansé de él y acabé la llamada.- ¿Qué?

- ¿Quién era para que lo trataras así?

- Argentino y me engañó, te lo dejo a tu imaginación.

- ¿Óscar? ¿Qué hace el pelotudo ese llamándote?

- Nos encontramos en el supermercado, me ayudó por una cosa y cuando me di cuenta de que era él me quise ir, me siguió y me dijo que me sigue queriendo.

- ¿Qué? ¿Y vos que dijiste?

- Yo dije que tú eras mejor que él, que estaba solo contigo y lo mandé a la mierda, pero se ve que aún no la ha encontrado.

- Esa es mi chica.- me abrazó y después me levantó.- Vamos a la calle.

- ¿Estás loco? ¿Querés que nos persigan fans y periodistas?

- Dale, no pasará nada.- me guiñó el ojo, tiró de mi hasta su cuerpo y me abrazó.- Y si pasa, yo te salvo.

Salimos de su casa y empezamos a andar sin rumbo fijo o al menos yo, porque él parecía saber a donde íbamos. Llegamos hasta un bar, donde él decidió parar y yo le seguí, encontrándome a unos cuantos amigos.

- Como no, si ya sabía yo que algo escondías.

- ¿Yo? Para nada.- sonrió y me llevó junto a ellos.- Hola.

- ¡Tania!

- ¡Hola!- lo levanté del suelo y después lo volví a bajar.- Hola a los demás.

- Como nos quiere eh.

- Todo para Thiago, es normal.- Anto me dejó sitio, entre ella y Paulo.- Podías haber venido antes.

- ¿Con qué no estaba planeado?

- Gracias Anto.

- De nada.- ella sonrió y me dejó a Mateo.- ¿A dónde vamos luego?

- A una fiesta.- dice Higuain y Leo rió.- ¿Qué?

- Nada de fiestas, que hay niños, nos quedamos aquí y ya.

- Para emborracharos, que os conozco yo.

- No, no, sigue habiendo niños.

- Pero, ¿Se podrá beber no?

- Sí, pero nada de llevarte a casa a punto de un coma etílico.

- No pasará, sé controlarme.

Clarity (Paulo Dybala)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora