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El ataque de Ricardo fue detenido por Zeo. Todos se callaron pensaron que él mataría a Alaska. —No permitiré que la mates, Ricardo —dijo Zeo, mirando con determinación y calma a Ricardo.

Con un halón Ricardo, se suelta de la mano de Zeo. A continuación a pocos centímetros de distancia que podía dividir la cordura de lo incoherente.

Ricardo, enfurecido dijo lo primero que pensó de la aptitud de Zeo. — ¿Eres su cómplice? —pregunto Ricardo. Mientras miraba con odio a Zeo y lo apuntaba con el índice de su mano izquierda.

Zeo, en su fugaz intento de que Ricardo recobrara la cordura. —No somos animales para matarnos y cazarnos mutuamente. Debe haber un orden —contesto Zeo, mirando con tranquilidad al enfurecido de Ricardo.

Ricardo pensó por un momento las palabras de Zeo, pero él estaba muy enfurecido como para pensar. A continuación Zeo aprovecha el silencio de él para seguir hablando. — ¡Entra en razón Ricardo! ¡Somos personas y cada vida es importante! —exclamo Zeo.

Aisha al ver como Zeo defendía a capa y espada a Alaska, ella decidió lanzarle la caballería de ataques a él. — ¡Mátenla es una asesina! Intento matarme. ¿Vamos a esperar a que intente matar a otro? Eso es lo que tú quieres Zeo, responde. —dijo Aisha, mientras su cara adoptaba una expresión de furia.

Scarlett decidió apoyar a su compañera Aisha, con otro argumento más poderoso. —Queremos justicia por la vida de Barto y Adam. ¡Ella fue la que los mato! —exclamo Scarlett, frente a Zeo.

Zeo no podía creer como ellos estaban transformados en animales sin razón, que no les importaba la vida de nadie. — ¡Esperen un momento seremos asesinos si la matamos y si permitimos que la maten! ¡Razonen un momento, por favor! —exclamo Zeo.

Aquella desesperación de Zeo, no fue escuchada por el enloquecido Ricardo, que solo quería ver morir a Alaska. — ¡AQUÍ NO HAY NADA DE QUE RAZONAR, ES LA VIDA DE ELLA O LA NUESTRA! —grito él, con una cara enfurecida, expresando que en cualquier momento perdería la razón.

Scarlett, ya no soportaba ver más a Zeo defendiendo a Alaska, ella solo quería que ejecutaran a Alaska y pagara su crimen. — ¡QUÍTATE ZEO! ¡QUÍTATE! —grito Scarlett, con un tono alto.

Brooklyn y Kaori se colocaron al lado de Zeo, en apoyo por su compañera Alaska

— ¡NO DEJARE QUE NADIE MATE A ALASKA! —grito Brooklyn, con un ceño fruncido mirando a Scarlett, Aisha y Ricardo.

— ¡Es nuestra compañera! Necesitamos por lo menos escucharla —dijo Kaori, mirando a sus tres interlocutores.

Ricardo, sentía como en cualquier momento perdería el control y se lanzaría contra aquellos tres que defendía a Alaska. — ¡DESDE EL PRIMER DÍA DE CLASE SIEMPRE HA MOSTRADO SER AGRESIVA! —grito Ricardo.

En ese instante, Charlotte que había permanecido alejada de la discusión, se incorpora de un golpe, aumentando la tensión. — ¡De verdad hay que estar demasiado loco, como para creerle a un animal como Alaska, por dios! ¡Qué ridículo! —exclamo ella mirando con prepotencia a Alaska.

El comentario de Charlotte fue la gota que derramo el vaso para Kaori. — ¡CÁLLATE CHARLOTTE, SOLO ABRES ESA BOCA PARA DECIR ESTUPIDECES! —grito Kaori, mirando con desprecio a Charlotte.

Charlotte, hace silencio inmediatamente con una mirada reflexiva. A continuación Kaori dio la espalda ante la discusión, se arrodillo mirando a Alaska. — ¡Que te sucede! ¿Por qué no dices nada Alaska? ¿Por qué no te defiendes? ¿Fuiste tú? —pregunto constantemente Kaori, con un tono bajo, mostrando una cara que expresaba dolor.

Alaska con una mirada perdida, fría y perturbada solo se limita a verla por un momento a los ojos, conectando con ella un sentimiento. A continuación inmediatamente ella baja la cabeza. En ese instante Kaori, se vincula con ella con un abrazo dulce y acogedor. —Tranquila, todo estará bien —dijo Kaori, mientras que desasió sus brazos y se levantó de nuevo a afrontar las realidades de la academia.

Arte de rojo y negro: Asesino de los colores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora