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Eran las 2:30 pm. Zeo Castellar se dirigió con April Smith, a un sitio que quedaba a las afueras de la academia Spade, recorrieron una legua de distancia, luego que llegaron a su destino, aquel lugar era inmenso, en el medio de aquel sitio, habitaba una estructura esférica gigante dorada que representaba el redondo y ancho mundo. Aquella estructura estaba sostenida por una base delgada de forma rectangular, alrededor de la misma había un área ancha de muchos kilómetros, encerrada por un muro, dándole la forma ovalada. Aquella instalación estaba compuesta por 9 elevaciones, donde cada elevación estaba compuesta por gradas que orientaban una continuidad a sí mismas. En cada una de sus cuatro esquinas había una estatua gigante con sus manos abiertas, cada estatua se diferenciaba por el signo que tenían en sus pechos: Diamante, pica, corazón y trébol, los póker de las cartas, era un lugar imponente, de una fachada visual impresionante, era difícil respirar, al ver semejantes estructuras, que dramatizaban el poder y la gobernación del mundo, en una obra artística. Hecha en un coliseo. April y Zeo, se sentaron juntos, uno al lado del otro, en las últimas gradas de aquel inmenso lugar, tomando un descanso.

April, respira profundo, giró su cabeza, dándole inicio a la conversación. —Lo más seguro es que el asesino no esté entre nosotros, siento que los estudiantes restantes no son culpables. Todo apunta que el asesino es Erick Pride —dijo April, con un tono muy bajo.

Zeo responde a la posición de April, giró su cabeza y sincronizo con sus ojos. Los dos de cerca, a solo centímetros, en ese instante, él cerró sus ojos y pensó. «April puede ser la asesina, buena jugada empiezas culpando al profesor», él abre los ojos y decide no contradecirla. —A decir verdad, yo también pienso lo mismo nunca hubo un asesino entre nosotros y solo quiere que nos volvamos locos —dijo Zeo, con una voz serena, se mantuvo tranquilo y pensó. «Te seguiré el juego».

April sintiéndose cómoda con él, le dio continuidad a la charla. —Que nos matemos entre nosotros, eso es lo que quiere Erick Pride, lo está logrando, está haciendo que cada uno entre en desesperación y en locura, poco a poco a que explotemos y caigamos en el juego, de que todos desconfiemos, y perdamos la vista al verdadero asesino —aseguró ella.

Zeo con mucho agrado pero con sumo cuidado con cada palabra que decía, continúo la conversación. —Todo esto es muy fuerte, el asesino crea un espectáculo al momento de interpretar la muerte, y casi es imposible evaluarlo, no tenemos accesos a los cadáveres, hacer exámenes de sangre, el encontrar una huella, algún ADN vinculado. Nuestra única arma es el instinto —dijo Zeo, mientras que su cara empezaba a expresar un poco de nerviosismo él pensó. «Esta mujer es muy inteligente sabe lo que estoy pensando, lleva la conversación como quiere».

April siguió mirando a los ojos indomables de Zeo y ella pensó. «Así es, se lo que estás pensando, es muy sencillo predecirte», ella continuo con gran interés en la conversación, sentía que podía aprender mucho de él. —El asesino es perfecto, no deja ninguna pista en los hechos, sus crímenes son limpios, están muy detallados, cuando se trata de operar. En los asesinatos de Barto y Adam, su crimen fue invisible, fue tan perfecto que no había signos de violencia en sus cuerpos, ni una gota de sangre, es todo un profesional cuando se trata de asesinar —comento April Smith.

Zeo intento decir algo al respecto, ante lo dicho por April, pero rápidamente fue interrumpido por ella. —En todos mis años de detective jamás había visto algo sin igual, su manera de ejecutar a sus víctimas debe ser a nivel de inyección o vía oral, ya que sus cuerpos no mostraron signos de agresión. Bueno es lo que pude observar y relacionar en común tanto, en la muerte de Adam y Barto como la de Aisha Steel —dijo April Smith.

Zeo, asombrado por todos los análisis de ella, quería agregar, los suyos propios a las deducciones de ella. —Si es muy cuidadoso al momento de matar, es demasiado limpio —dijo Zeo, mientras que con una cara que recupero totalmente la calma de nuevo. Él pensó, «tengo que persuadirla, tengo que encontrar algo que me de la seguridad que ella es la asesina».

April, le encanto la respuesta de Zeo, así que ella decidió mostrarle con más profundidad, el ángulo de sus sospechas. —Si le damos forma a este asunto, mirando más allá de lo que nos muestran, la academia Spade está confabulando con el asesino, en sí podría haber más de un asesino, el número puede ser incierto —afirmó April.

Zeo intento agregar algo a los comentarios de April, pero ella velozmente lo interrumpe. —Es muy probable, que cuando Pride dijo que había solo 1 infiltrado también puede existir la probabilidad que existan 2 o 3 o 4, tal vez eso sea el ingrediente que rompe la propia regla de juego del profesor Pride —dijo April, mientras que ella no desvió la mirada a los ojos perplejos de Zeo. Ella pensó, «estas bajo mi control Zeo».

Zeo, conservando aun su serenidad. Él pensó, «razona, de lo que aprendí con Pride, que puedo usar en este momento, él se daría cuenta de los pequeños detalles», rápidamente él decidió darle continuidad a la conversación, rompiendo la inspiración de April. —Como también puede existir la probabilidad de que Erick Pride, no es ningún asesino y sea verdad lo que dice, que solo existe un infiltrado entre nosotros, si te das cuenta April Smith, todas las clases de Pride, son como para indagar en la vida desde el inconsciente de las personas, evaluando la acción y reacción de cada uno de nosotros —dijo Zeo.

April, rápidamente analizo las conjeturas de Zeo, y fue muy fácil para ella refutar su criterio. —Así es, pero eso no descarta que Erick Pride no sea sospechoso —dijo ella.

Él recordó los sucesos de la última clase, cuando el profesor hablo sobre los colores, con un tono bajo expuso. —Aunque si analizamos su frase: ¡Me gustan todos los colores! Es como si gritara. ¡Yo soy el asesino! —dijo Zeo, mientras él pensó. «Ella usa el cabello azul, el color favorito de los dementes, siempre usa un guante cubriendo su mano izquierda, nunca se lo ha quitado, esa es la diferencia que posee abiertamente con el resto».

April, con humor recordó claramente el momento que ella le pregunto al profesor, aquella pregunta que se convirtió en una hazaña para él. — ¡Si así es!, irónico pero es el profesor perfecto para psicología criminal. ¿No crees? —pregunto April, mientras que su calma se reflejaba en sus ojos, no había nada que distorsionara esa paz.

Zeo, estaba en total acuerdo con la opinión de ella, así que decidió agregar su propio criterio, recordando sus días juveniles en la universidad continuando la conversación. —Si es el más perfecto, él es la personificación de lo que es la psicología criminal, sacando el tema del asesino y de este juego de locos, así deberían ser todos los profesores, que se metan en el papel de su materia, que te hagan vivir la catedra al rojo vivo, que tengas prácticas en todo tu ciclo profesional. Yo estudie 5 años ingeniería y te confieso, que fueron periodos donde el profesor llegaba y solo copiaba en el pizarrón, eso no es aprender, eso es perder el tiempo. —aseguró Zeo, mientras él seguía conectado a los ojos y al alma de April. Él pensó, «le preguntare sobre su guante, es muy probable que eso, sea parte de sus pre rituales de asesinatos, si es la psicópata, observare su reacción, es muy seguro que se moleste, o se coloque nerviosa, eso me dará un buen punto para saber si ella es o no el asesino».


Arte de rojo y negro: Asesino de los colores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora