71: Graduación. (XV).

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Una semana después de la muerte de April y Silver.

1 de abril del 2021, llegó aquél último día que le pondría fin a los recuerdos de los horrorosos y trágicos meses que todos vivieron en Spade.

El primer día del mes de abril, un chiste sádico, melancólico y triste.

Adrián, Cameron y Ricardo; ellos no pudieron asistir a la graduación debido a sus condiciones, al igual que Charlotte; ella decidió no ir al evento se sentía aún deprimida con su rostro.

En cambio Zeo, Alice, Kaori y Brooklyn decidieron asistir al acto de grado que bautizaba a nuevos guardias reales, para el mundo, y para el servicio de los reyes de ésta era.

Una ceremonia rodeada de cantos celestiales; cuatro banderas erguidas mostrándose orgullosas de los símbolos del poder; pica, trébol, diamante y corazón. El personal de Spade le dio continuidad a sus rituales divinos, mientras que aquella mujer, vestida con una armadura blanca esmaltada, sin casco, junto a una capa ornamentada, luciendo una cabellera dorada que cubría casi todo su cuerpo; se trataba de Anouk, convirtiéndose en la imagen que santificara a sus guerreros.

—Hoy es un día sagrado, se bañaron ante las terribles tragedias y adversidades. Ustedes fueron fuertes, perseverantes y aún están de pie, luchando contra la maldad, sosteniendo aún la espada de sus ideales —dijo Anouk, pronunciando aquellas palabras frente a los que un día fueron sus pupilos.

Zeo y Kaori; vestidos de una armadura negra esmaltada, en cambio Alice y Brooklyn de una armadura roja. Todos juntos, uno al lado del otro. Todos con una capa ornamentada color blanco, arrodillados, con la rodilla izquierda levantada y su derecha acostada.

Cada uno de ellos, postraban su mano derecha cerrada al lado izquierdo de su pecho presionándolo fuertemente, ante una espada frente a ellos.

— ¿JURAN ANTE EL CIELO Y ANTE LOS OJOS DE DIOS? ¿QUÉ OFRECERÁN SU VIDA? ¿QUÉ DERRAMARAN SU SANGRE? ¿QUÉ SERÁN EL ESCUDO, Y LAS ESPADAS QUÉ PROTEGERÁN A NUESTROS REYES? —gritó Anouk.

Todos tomaron sus espadas, la desenvainaron con gloria, elevándola a lo alto, con un rugido estremecedor que retumbó aquél palacio de Spade. Proclamaron su compromiso, voto y honor.

— ¡SÍ, JURO! —gritaron ellos.

— ¡LEVÁNTENSE GUARDIAS REALES! —gritó Anouk. Aquellos que ahora son conocidos poéticamente como las espadas rojas y los otros como las espadas negras.

Aquellos ahora nombrados y titulados guardias reales, se levantaron, como la justicia se levanta ante el caos, guardaron sus espadas, oprimiendo sus corazones.

A partir de ese momento, ellos dejaran su propio rastro en las pisadas de sus propias leyendas, confiando en que el futuro al que se dirigen es un lugar cálido y luminoso.

Todos ante un gran agujero en sus pechos, vivieron cosas alegres, momentos felices. Éxitos y fracasos, pero sí ellos pensaban que sabían el significado completamente de la vida; la verdad es que eran ilusos, aún les faltaban mucho por aprender.

Frente a ellos, aquella cortina blanca que se coloreaba de a poco de sangre. A continuación, la profesora Anouk; asombrada, haló aquellas cortinas que dividía la felicidad con el abismo.

Era una representación poética y sinfónica del crudo metaverso; contenía a una mujer vestida con un traje negro acompañado de una corbata del mismo color y una camisa blanca; ella sentada, ante un piano grande, con una posición que simulaba el tocado musical, era Charlotte Miller.

Charlotte, estaba acompañada de Adrián Lincer, Ricardo Becher y Cameron Clayton; los varones estaban erguidos y tensos, luciendo trajes blancos y camisas negras; cada uno sosteniendo un violín. Ellos estaban sin vida simulando el toque musical.

Arte de rojo y negro: Asesino de los colores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora