60: Oro. (IX).

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Pasaron diez días, era un 17 de diciembre del 2020. Haces de luz, majestuoso sol gigante, la paz coronó la vida de todo.

Un cuento mágico de noches tranquilas; era la serenidad del alma aplaudida, aun el fantasma del insuperable maestro de la enseñanza, vagaba en la mente de todos, como una memoria inmortal, concierto de deseos e ilusiones.

Zeo y Alice paseaban por los pasillos, se dirigían al lobby. Ya ellos les habían informado que las notas de psicología criminal estaban publicadas en la cartelera principal. Ellos dos, emocionados; no podían detener sus pasos, no aguantaban ni un minuto más por saber sus promedios obtenidos; estaban asustados debido a que el profesor nunca realizó un examen o evaluativo. Su representación, era subjetiva a su apreciación. A continuación, ellos ya habían llegado a la sala principal; la cual era lujosa y con una majestuosa decoración que significaba gloria y prestigio. Ellos se apresuraron, y visualizaron la cartelera en marcos de maderas, en su sección principal aquel anuncio de gran tamaño, que etiquetaba a cada estudiante de la catedra con su resultado.

 Ellos se apresuraron, y visualizaron la cartelera en marcos de maderas, en su sección principal aquel anuncio de gran tamaño, que etiquetaba a cada estudiante de la catedra con su resultado

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Zeo, se sorprendió no aceptaba la nota de los 486 que le habían puesto, no estaba conforme, sintió un frio de disgusto por dentro, quería reclamar, a pesar que era el segundo en la lista, quería pedir un reconteo, pero no podía hacer más nada, su pelea no podría cambiar la decisión del profesor; por lo tanto decidió no pensar en esa inútil idea.

Mientras tanto Alice, se sintió nada complacida; ella esperaba los 500 puntos, estaba tan segura que los obtendría, que fue todo una revelación de mal gusto para ella, simplemente no lo pudo creer, pero humildemente lo tuvo que aceptar con una sonrisa, en un intento de sentirse mejor; miró a Zeo, que se encontraba encorvado en sus dilemas mentales. —Esperaba los 500, pero bueno será en estrategias que los tendré —dijo ella.

Zeo, totalmente impresionado, con la aptitud de ella, a pesar de que ganó el primer puesto, no estaba aún complacida, quería ser la mejor. —Felicidades Alice, casi logras el record de los 4 prodigios de Spade —dijo él, con gran emoción.

Alice, un poco disgustada con sus brazos cruzados, recordando el nombre de aquellos santos prodigios. —Raphael, Basthek, Gustavo y Assal, los 4 generales del rey trébol —dijo ella, con un tono molesto.

Zeo, entumecido por los nombres de aquellos 4 prodigios, que siempre ha escuchado en los pasillos. Tal vez, esos cuatro nombres nunca Zeo los olvide, ya que para él; representan poder y admiración. Él comenzó a plantear otro tema de conversación. —Ahora, nos toca esperar a enero y ver estrategias militares —dijo él.

—Estoy ansiosa de ver esa materia, suena interesante —dijo ella, imaginándose la cara de la profesora. Aquella mujer que tanto habló el profesor Pride en sus clases.

—Sí, suena bien, aparte da curiosidad saber cómo será nuestra profesora —dijo él, tratando de imaginarse aquel personaje que fue mencionado numerosas veces en clases de psicología criminal.

Arte de rojo y negro: Asesino de los colores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora