Capítulo 1.

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In This Together.

(La historia que pudo haber sido).

Capítulo 1.

Múnich, Alemania.

El semáforo se puso en rojo y él tuvo que detener su automóvil; muy seguramente su padre lo iba a matar porque, aunque él nunca había necesitado entrenar, no realmente, la situación había cambiado desde el momento en el que se convirtió en jugador profesional, uno cuyo padre era el mánager del equipo al que pertenecía, por lo que ahora sí debía acudir a todos y cada uno de los entrenamientos, sobre todo si aspiraba a convertirse en el mejor goleador del mundo.

- Maldito tráfico.- exclamó Karl Heinz Schneider, el mejor jugador de fútbol de Alemania, de Europa y, tal vez, del mundo entero. Sus dedos tamborileaban sobre el volante de su Porsche último modelo, impacientes ante el embotellamiento que se extendía frente a ellos.- No es buen momento para quedarse atascado.

El flujo vehicular comenzó a moverse lentamente; Schneider suspiró cuando al fin pudo hacer avanzar su coche hasta una avenida menos transitada por la cual se coló para apresurarse a llegar a su destino; sin embargo, dicha vía tampoco estaba tan despejada como él pensó, y pronto tuvo que detenerse bruscamente ante una fila de vehículos parados, agradecido de que los frenos de su Porsche pagaran con creces los miles de euros que invirtió en ellos. Sin embargo, el conductor de atrás, además de tener un auto menos eficiente, venía mucho más distraído y confiado que Schneider, y sin poderlo evitar fue a estamparse contra la defensa trasera del Porsche.

"Lo que me faltaba", pensó Karl, cuando la ambulancia lo llevaba al hospital. "Ahora sí que mi padre acabará por matarme".

Aunque el golpe no había sido muy fuerte (únicamente abolló la defensa de ambos vehículos involucrados), el conductor, al darse cuenta de que le había pegado al coche del famoso Káiser de Alemania, insistió en llamar una ambulancia, cosa a la que Karl no se pudo negar porque realmente tenía mucho dolor en el cuello. Los paramédicos habían tomado la precaución, que él consideraba innecesaria, de inmovilizarle la columna, por lo que el joven iba recostado sobre una tabla rígida a la cual estaba atado a través de correas, con un collarín colocado en el cuello. Lo peor del caso no era esto sino que la gente había alcanzado a reconocerlo, y ya se murmuraba que la estrella del Bayern Múnich había sufrido un accidente.

Al llegar al Hospital Universitario de Múnich los paramédicos no fueron precisamente discretos y no tardó en correrse el rumor de que Karl Heinz Schneider se encontraba ahí, esperando a ser atendido. Karl sólo escuchaba que la gente a su alrededor no hacía más que murmurar cosas del tipo de "es el Káiser", "el Káiser está aquí", y Káiser esto, Káiser lo otro, Káiser aquello, hasta el punto de casi llegar a odiar su tan conocido apodo. Él cerró los ojos cuando la gente se aglomeró a su alrededor, deseando con toda su alma que la tierra se lo tragara cuanto antes.

- ¿Quieren hacer el favor de dejarlo en paz?.- pidió una enérgica voz femenina, que se impuso sobre las demás.- ¡Están en un hospital, por el amor de Dios! Respeten a los enfermos, carajo, sino quieren que los mande a sacar con los policías. Es más, ¿en dónde están esos buenos hombres que cuidan del hospital? ¡Guardias!

Karl, aún con los ojos cerrados, se dio cuenta de que la camilla se movía, y que la gente a su alrededor se dispersaba. La misma voz que había hablado antes dio un par de órdenes y el alemán supuso que lo habían transportado a otra habitación, pues escuchó una puerta cerrarse, después de que la persona que lo había rescatado hubiese regañado a los paramédicos por su poca ética profesional.

In This Together [Captain Tsubasa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora