Capítulo 32.
Múnich.
Débora no entendía el por qué Jean había cambiado su comportamiento de manera tan radical en los últimos días. De ser un amigo comprensivo que la escuchaba y apoyaba, había pasado a actuar como un padre sobreprotector que no la dejaba dar ni un paso sin que le cuestionara sus planes hasta para ir al baño. Bueno, que Jean aún no llegaba a ese extremo pero poco le faltaba. Constantemente ella le preguntaba a él qué ocurría, a qué había venido ese cambio pero Jean aseguraba que él no estaba actuando de manera extraña y desviaba el tema, la dejaba en paz durante un breve periodo de tiempo y después volvía a comportarse igual que antes.
Por sobre su actitud extraña, lo que a Débora más le inquietaba de Jean era el hecho de que sentía que él estaba recibiendo recados dirigidos a ella que después no le daba a conocer, así como también le pareció ver que tomó su celular en un par de ocasiones y sin su permiso. Hope, la enfermera que habló con el misterioso hombre que fue a buscarla, le dijo a Débora que ella no creía que ese hombre fuese un vendedor de seguros médicos, no tenía pinta de serlo pero desgraciadamente no le preguntó su nombre y no lo volvió a ver por el hospital.
- De lo que sí estoy segura, doctora, es de que ese joven se veía ansioso, como si se muriera de ganas de hablar con usted.- le confesó Hope, confidencialmente.- Y también puedo asegurarle que no buscó a otro médico al saber que usted estaba ocupada; si hubiese sido un vendedor de seguros, se habría ido con alguien más.
Sí, que Débora también ya había pensado en eso pero la situación no cambiaba, ella seguía sin saber quién había sido ese muchacho y tal vez nunca lo sabría. Desgraciadamente, ni a Débora se le ocurrió pedir una descripción del joven ni a Hope se le ocurrió dársela; de haber sucedido cualquiera de estas dos opciones, la situación sería diferente porque Levin tenía un color de cabello muy poco común aún en Alemania y Débora lo habría identificado de inmediato.
Levin, por su parte, continuaba intentando comunicarse con Débora, dándose cuenta de que Jean le llevaba demasiada ventaja: no sólo éste conocía el hospital mejor que su rival sino que además pasaba mucho tiempo junto a ella, quizás incluso almorzaban y comían juntos. Lo que el sueco no sabía era que Jean incluso tenía acceso a su teléfono celular pues Débora nunca le ponía contraseña, lo que facilitaba que aquél bloqueara los intentos de Stefan por contactarla vía Whatsapp. En un par de ocasiones, Levin había enviado mensajes a través de este chat a Débora, pidiéndole que le permitiera una única reunión a solas. En ambas ocasiones recibió una respuesta fría de Débora en donde le exigía que la dejara en paz y que no volviera a intentar localizarla. De no haber sido porque ella nunca antes le había exigido algo (lo que solía hacer era pedir o suplicar, en todo caso, no exigir), Levin no habría sospechado de sus contestaciones pero eso, aunado al hecho de que la joven lo bloqueaba durante menos de una hora para volverlo a desbloquear, le hacían pensar a Stefan que había alguien más detrás de esos mensajes. El joven deseaba volver a buscar a Débora en el hospital pero, gracias a Jean, los guardias le tenían prohibida la entrada a menos que fuese una situación de emergencia; Stefan había considerado pedirle ayuda a Lily pero temió que se la negara debido a que ella continuaba enojada con él y no quería ni oírlo mencionar a Débora.
En un día de tantos, al salir de una jornada laboral particularmente pesada, Débora decidió pasar a tomar un té helado a una café ubicado muy cerca del hospital, bastante frecuentada por el personal ya que tenía un servicio mucho mejor que la cafetería del nosocomio. La joven se dejó caer, exhausta, en una mesa con dos sillas y le pidió a la camarera un vaso grande de té negro helado y un panini de peperoni y doble queso. Seguro que Bárbara la regañaría por la elección de su menú pero Débora estaba tan desanimada que no le interesó. Además, no importaba lo que comiera, la muchacha continuaba bajando de peso de forma constante al grado de que sus pantalones comenzaban a quedarle grandes.
ESTÁS LEYENDO
In This Together [Captain Tsubasa]
Fanfic¡Juntos en el camino de la Victoria, juntos en el camino hacia la Gloria! El fanfic que narra las proezas de Genzo Wakabayashi y Karl Heinz Schneider como futbolistas profesionales y como hombres, basado en las sagas del manga "Road to 2002" y "Gold...