Capítulo 45.

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Capítulo 45.

Múnich.

Elieth miró fijamente a Karl durante algunos minutos, pensando en qué podía decirle para salvar la situación. Sin embargo, su cerebro le decía que ella no había hecho algo malo, aunque también estaba consciente de que la plática con Schweil Teigerbran se podía malinterpretar, no al grado, por supuesto, de asegurar que ella estaba engañando a Schneider con aquél pero sí al nivel de causar molestia en éste.

"Maldita sea, ¿por qué carajos no eliminé esa conversación?", fue lo primero que pensó Elieth cuando vio el teléfono en la mano de su novio. "Aunque no tendría por qué haberlo hecho, no hice algo malo ni fui yo quien comenzó la charla. Además, ¡en ningún momento le dije a Teigerbran que aceptaría salir con él! ¿Por qué rayos está Karl asegurando que lo quise engañar con él?".

En la mente del Káiser, por otro lado, una vocecilla le gritaba que no actuara como un típico hombre celoso y posesivo, que se tomara las cosas con calma y que le diera a Elieth la oportunidad de defenderse. Ya suficiente había hecho con acusarla de serle infiel a pesar de no contar con una prueba que confirmara esta declaración (si Karl era honesto consigo mismo, tendría que admitir que lo que leyó de la conversación no bastaba para acusar a su novia), así que era probable que empeorara la situación si continuaba atacando a tontas y a locas sin una razón justificada.

– ¿Vas a decirme entonces por qué demonios estás engañándome con Teigerbran?.- una cosa era pensar y la otra era hablar, al parecer, la boca de Schneider no estaba enterada del plan que tenía su cerebro y soltó lo que no debía decir.- ¿Y desde cuándo estás haciéndolo?

– ¡Yo no te estoy engañando con nadie!.- Elieth le arrebató el teléfono, furiosa.- Y para empezar, ¿qué carajos hacías leyendo mis conversaciones de WhatsApp? ¡Sólo te di permiso de checar mis contactos, no mis chats!

– Tenías abierto el WhatsApp, fue lo primero que salió cuando desbloqueé la pantalla.- replicó Karl, sombrío.- No hubiera podido evitarlo aunque lo hubiera querido. Ni siquiera te cuidaste de eso, podrías haberlo ocultado mejor.

– No tengo por qué ser "cuidadosa" ni tampoco "ocultar mejor las cosas" porque no es algo que haya hecho a tus espaldas ni fue a propósito. Si ya leíste la plática, debiste darte cuenta entonces de que no te engaño con Teigerbran.- insistió la chica, frunciendo el ceño.- Ni con nadie más, dicho sea el caso. Es cierto que él me invitó a salir, no te lo voy a negar, pero yo le corté la inspiración, le dije muy claramente que no me interesa. ¿Por qué eso no lo viste?

– ¿Quién dijo que no lo vi? Sí lo hice.- Karl, sumamente celoso, se preguntó por qué cuernos Teigerbran decidió poner sus ojos en la misma chica que le gustaba a él, habiendo tantas mujeres en Alemania. ¡Y para empezar, Elieth ni siquiera vivía en Dortmund!.- ¿En dónde lo conociste, por cierto? Él dijo que lo entrevistaste alguna vez. ¿Cuándo ocurrió eso y por qué no me enteré?

– Así fue, después del partido entre Japón y Alemania, el cual por cierto tú jugaste. ¿Ya no te acuerdas de que ese reportaje apareció en Sport Heute o no te interesó porque no hablaba de ti?.- Elieth se sentía muy frustrada y no podía evitar ser tan cortante. Detrás de ella, los bagels comenzaron a quemarse.- Si leíste completa la conversación, ¿por qué aseguras que te estoy engañando? No sé por qué para ti el decirle a alguien que no me interesa es sinónimo de traicionarte.

– ¿Por qué no le dijiste que estás saliendo conmigo?.- quiso saber Schneider, ignorando la mayoría de los reclamos.- ¡En ningún momento se lo mencionaste!

– ¡Porque no había necesidad!.- respondió Elieth, apagando el horno para evitar que se activara la alarma contra incendios.- Un hombre tiene que respetar cuando una mujer le dice que no está interesada en él, sin que ella necesite aclarar que ya está saliendo con alguien más.

In This Together [Captain Tsubasa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora