Capítulo 41.

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Capítulo 41.

Múnich.

"Bueno, ¿y ahora qué?", se preguntó Leonardo Del Valle mientras su suegro lo fulminaba con la mirada. "Necesito una buena justificación que explique qué rayos estoy haciendo aquí, feliz de la vida en compañía de la esposa y la hija menor de mi jefe, tomando café y comiendo las galletas especiales de Lorelei Schneider. ¡Ay, que no se me ocurre nada! ¡Maldito cerebro, en mala hora me abandonas!".

"Si tuvieras cerebro, ni siquiera estarías en esta situación, tarado", le dijo una vocecilla muy similar a la de Lily.

- ¡Hola, papá!.- Marie fue la primera en reaccionar.- ¡Regresaste temprano a casa!

- ¿Qué está sucediendo aquí?.- Rudy Frank no cayó ante la carita de muñeca de su hija.- ¿Qué haces en mi casa, Del Valle?

- Eh, yo... .- Leonardo se desesperaba por encontrar una respuesta que lo salvara de una muerte dolorosa.- Vine a dejarle un recado pero no sabía que no estaba en casa...

- Y lo invité a tomar una taza de café mientras llegabas.- añadió la señora Schneider, quien se mantuvo tranquila.- Siéntate, querido, te serviré una taza a ti también.

- Vaya, amor, cada vez te luces más con las visitas inesperadas.- el señor Schneider frunció el ceño al dirigirse a su mujer.- Eso de sacar tus tazas de porcelana no lo haces ni conmigo. ¡Y qué casualidad que justamente hayas hecho hoy tus galletas especiales!

- Es que mamá me estaba enseñando a hacerlas cuando llegó Leonardo.- replicó Marie, con cara de inocencia.- Y no queríamos que se desperdiciaran.

- ¿Ustedes creen que soy tonto?.- Rudy Frank se exasperó.- Sé que Del Valle no está aquí para darme ningún recado porque yo vengo de Säbener Straße y allá no había pendientes para mí, por eso es que he llegado temprano. Además, evidentemente este jovencito se ha arreglado específicamente para venir, yo también soy hombre y sé cómo va el asunto así que voy a preguntarlo una vez más: ¿Qué está sucediendo aquí?

Leonardo y Marie se miraron; ella se veía angustiada pero él lucía resignado. Qué más daba, el mexicano ya había decidido decir la verdad y ése era un buen momento como cualquier otro para hacerlo.

- Perdóneme si le he mentido antes, entrenador, me ganaron los nervios.- Leonardo se puso en pie y confrontó al hombre.- Es verdad, no he venido aquí a darle ningún recado, vine a conocer a su esposa y a charlar un poco con ella, aprovechando que usted no estaba en casa.

- Eso que acabas de decir te está restando minutos de vida muy rápidamente, Del Valle.- Rudy Frank frunció el ceño mientras Marie se golpeaba la frente con la mano.

- Sonaba mucho mejor en mi cabeza cuando lo pensé.- se apresuró a corregir el joven.- Déjeme intentarlo de nuevo, sé que esto se ve mal y que lo que acabo de decir lo empeoró más pero lo que trataba de explicarle es que no vine a su casa con malas intenciones, sólo quería conocer a su esposa porque ella es la madre de la mujer que amo.

Silencio total. Marie estaba tan impactada que no se le ocurrió golpearse la frente una vez más. Rudy Frank abrió mucho los ojos y la boca y miró al muchacho con mucha sorpresa; sólo Lorelei se mantuvo tranquila aunque una enorme sonrisa afloró a su bello rostro. Por fortuna, Karl no estaba presente o de lo contrario hubiese habido un homicidio en ese mismo instante.

- ¿Qué demonios, Del Valle?.- soltó el entrenador Schneider, cuando se recuperó.- ¿Acaso dijiste que amas a mi hija? ¿A mi pequeña Marie?

In This Together [Captain Tsubasa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora