Capítulo 11.

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Capítulo 11.

Múnich.

Elieth llegó a considerar seriamente la opción de llamar a un abogado; ella estaba perfectamente consciente de que podría ser demandada por el Bayern Múnich en cualquier momento por haber publicado unas fotos que tomó sin permiso. Técnicamente hablando, su jugada caía en el terreno de lo ilegal, y era probable que la directiva del equipo quisiera tomar cartas en el asunto. Esa idea se le formó en la mente a la joven desde el momento en el que devolvió el traje de Berni, y no había contribuido a disminuirla el que Lily le dijera que Karl le había hecho preguntas al respecto.

"Tengo qué admitir", pensó Elieth, "que abusé de mi inmunidad diplomática...".

Aunque, si ella hubiese dicho esto delante de Genzo, él de inmediato habría exclamado: "¿Y cuándo no?".

Sin embargo, los Schneider tendrían qué admitir que ella había hecho un excelente reportaje, de una calidad mucho mejor a los que hacían los corresponsales oficiales del equipo. ¿No era así? Küefer había estado encantado, y ese número de Sport Heute se había vendido particularmente bien (de hecho, las ventas se habían elevado a partir del artículo que Elieth redactó sobre Genzo), pero eso no garantizaba que los directivos del Bayern se mostrarían indulgentes, si querrían demandar lo harían sin contemplaciones, y a pesar de todo, Elieth dudaba que su inmunidad diplomática ayudara mucho en el asunto.

"Ni modo. Tendré que afrontar las consecuencias de mis actos".

La joven estaba particularmente distraída con estos pensamientos y no se dio cuenta de que la secretaria de su jefe llevaba un rato haciéndole señas; Elieth la vio a través de la puerta de cristal de su oficina y se apresuró a acercarse a ella.

- No le digas nada al jefe aún.- pidió la mujer, en voz muy baja, mirando hacia todos lados.- Primero quiero ver si tienes una idea de cómo zafarte de este asunto antes de causarle un infarto al pobre hombre.

Laureen era, quizás, la única persona en todo el planeta que creía que Markus Küefer podría ser catalogado como un "pobre hombre" en algún momento de su vida.

- ¿A qué te refieres?.- se sorprendió la reportera, usando el mismo volumen de voz.- ¿Qué ocurre?

- Pues que hace unos diez minutos los guardias de seguridad me han avisado que afuera te espera Karl Heinz Schneider quien, como sabes, es el goleador estrella del Bayern Múnich.- respondió la secretaria.

- ¿QUÉ?.- Elieth gritó.- ¿Estás segura?

- Perfectamente.- la mujer hizo un gesto pidiéndole a la chica que bajara la voz.- De principio pensé que su intención era venir a dejar una demanda, pero después consideré que no acudiría él en persona a hacer semejante labor, y si quisiera hacer una queja sobre el reportaje, bueno, no se vería tan tranquilo, creo yo, así que me apresuré a preguntarle qué deseaba y me respondió que viene a buscarte a ti, así que tal vez sí venga a reclamarte alguna cuestión.

- Ay, válgame.- musitó Elieth.- ¿Se lo has comentado al jefe?

- Pensé en hacerlo, pero primero quisiera saber si ese joven nos va a armar una bronca para ir llamando al abogado.- replicó la rubia secretaria.- Ve a hablar con él, por favor.

Normalmente Laureen no era mujer que se la pasara dando órdenes a los reporteros (y de ser así, Elieth no lo habría permitido), pero su expresión decía claramente "sabes que es cosa tuya, así que ve y resuélvela", y como la joven creía que ella tenía la razón, aceptó la orden sin protestar.

In This Together [Captain Tsubasa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora