Capítulo 18.

349 24 2
                                    



Capítulo 18.

Múnich.

Reportaje publicado en Sport Heute al día siguiente del encuentro entre el Bayern Múnich y el Hamburgo:

"RIVALIDAD Y AMISTAD A PARTES IGUALES: CRÓNICA DE UN ENCUENTRO EXCEPCIONAL".

"Considerando que esperábamos ver acción, rivalidad y fútbol de calidad, puedo afirmar que el partido entre el Bayern Múnich y el Hamburgo no fue una decepción. Ambos equipos salieron con sus mejores jugadores al campo, y a pesar de que el primero tiene una clara ventaja con respecto al segundo en cuestión de estrellas, de inicio el balance se dio en favor del equipo del norte; si bien el local se lanzó con todo al ataque desde los primeros minutos, fue el Hamburgo quien abrió el marcador gracias a un pase bien combinado entre el portero Wakabayashi y el mediocampista Hermann Kaltz, complicando las cosas para el Bayern. El Káiser de Alemania, goleador del equipo, intentó desde ese momento igualar la situación, al igual que las dos estrellas extranjeras más jóvenes del plantel, Shunko Sho y Stefan Levin, pero ninguno de los tres consiguió perforar la portería de Genzo Wakabayashi durante la primera mitad del encuentro, justificando el apodo con el que fue bautizado el arquero en las semanas previas al partido, 'El Último Muro'. Fue en la segunda mitad cuando el Bayern, usando una técnica nunca antes vista y realizada en conjunto con Schneider, Levin y Sho, pudo anotar su primer tanto, deleitándonos con uno de los más espectaculares 'efectos especiales' que se han visto en un campo de fútbol, la ilusión de un dragón en llamas que atravesó la cancha y fue a perforar las redes que tan bien había estado defendiendo Wakabayashi. Sin duda alguna el 'Rugido del Dragón' será una técnica que pasará a la historia del fútbol sóccer como una de las más espectaculares y mejor creadas de todos los tiempos".

"Con respecto al Hamburgo, si bien Zeeman había conseguido que su equipo dominara el primer tiempo, desde el gol recibido en contra las cosas se le fueron de las manos. Su decisión de meter a dos jugadores para bloquear a Levin y a Sho, manteniendo la marca que ya tenía Kaltz sobre Schneider después de que anotó el único tanto del Hamburgo, demuestra su inconsistencia como entrenador. La falta de aspirar a algo más que a un empate no deja bien parado al hombre, quien parece conformarse con lo mínimo sin intentar romper sus propios límites. Es verdad que el Bayern Múnich es un equipo que suele arrasar con casi todos sus rivales alemanes en cada temporada (siendo clubes como el Wolfsburgo y el Borussia Dortmund los únicos que le suelen dar pelea), pero también es cierto que el Hamburgo no conquista una Bundesliga desde el torneo de 1982-1983 ni una Copa de Alemania desde 1987, lo que nos hace preguntarnos si mantener esa actitud tan poco ambiciosa podrá sacar al equipo de su mala racha, siendo aquí en donde el guardameta Genzo Wakabayashi sale a relucir. Los medios alemanes, y algunos internacionales, no han dejado de 'hacer leña con el árbol caído' a raíz del fatal error que el japonés realizó al final del encuentro, favoreciendo que el Bayern anotara el gol decisivo, afirmando que fue uno de sus peores errores el haber perdido la cabeza y decidir salir al ataque dejando descuidada su portería. Sin embargo, a dichos medios se les olvida que este deporte es un juego de equipo de 11 personas y, como diría el mismo Wakabayashi, 'la esencia del fútbol son los goles'. ¿Por qué criticar y juzgar tan severamente al único jugador que sacó la casta por un equipo en decadencia? ¿Por qué echarle en cara su último y lamentable error cuando fue su impecable actuación la que evitó que el Hamburgo cayera por goleada ante un Bayern Múnich arrasador? ¿Por qué cuestionar si la acción de Wakabayashi fue una afrenta a su entrenador, cuando muchos de nosotros disfrutamos viendo a un jugador que se arriesga para dejarlo todo en los últimos instantes de un partido emocionante? ¿No es ésa la verdadera esencia del fútbol, lo que a todos nos apasiona? Lo cierto es que es difícil darnos gusto a los reporteros en un tema como el sóccer, en donde todos se sienten expertos conocedores en el tema, pero sólo el mismo jugador puede saber cómo se sentía en ese momento y el por qué tomó sus decisiones, así que, lejos de criticar a Genzo y proclamar que cometió un 'hara-kiri profesional', aplaudo su valor y su tenacidad, porque pocos futbolistas tendrían la sangre fría para afrontar la derrota como lo hizo él, con ayuda o sin ella".

In This Together [Captain Tsubasa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora