Capítulo 73.

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Foto de portada: Lily de Wakabayashi.

Capítulo 73.

Múnich.

Débora sabía que no podía seguir posponiendo indefinidamente su "pequeño" asunto pendiente con Stefan Levin. Ella había conseguido esquivar la Pregunta con relativa suerte (sí, con "P" mayúscula, así de importante era), pero en algún momento Stefan volvería a hacérsela y Débora no sabía qué hacer.

"¿Pero qué carajos me pasa?", se preguntaba constantemente. "¿No es esto con lo que has soñado desde que eras una niña que jugaba a casar a sus muñecas Barbies con Ken, y no hablo de Wakashimazu, sino del muñeco? ¿Por qué estás dudando entonces, mujer?".

A diferencia de algunas de sus amigas, como Lily, quien estaba segura de que el matrimonio no era una meta indispensable en su vida, Débora siempre supo desde niña que ella sí quería formar una familia y tener hijos. ¿Por qué se había apanicado entonces cuando Levin le hizo esa propuesta? Al contrario, Débora tenía motivos de sobra para sentirse dichosa, pero había descubierto que cada vez que pensaba en ello, el estómago se le encogía por el estrés.

"Porque eres una cobarde", le dijo la voz de su conciencia, la cual sorprendentemente se parecía mucho a la de Nela. "Simplemente tienes miedo de ser feliz".

Lo cual, sorprendentemente, parecía ser cierto. Pero tampoco era como si pudiera culpársele a Débora de ello: ya había sufrido dos descalabros recientemente y uno de ellos estaba relacionado al mismo Levin, así que no debía de sorprender que estuviera un tanto inquieta por la Pregunta. Pero la gente decía que, si te caías del caballo, tenías que volver a subirte a él para perderle miedo, así que haber sufrido por amor no debía detenerla para aceptar la felicidad.

"Él es un gran hombre y será un buen padre", se dijo Débora. "Además, tiene un trabajo relativamente estable que le permitirá vivir bien y sin preocupaciones, siempre y cuando no se lesione la rodilla. ¿Pero qué estoy diciendo? Aun cuando Stefan no pudiera mantener nuestro hogar, yo puedo hacerlo con mi salario de médico. Ya estoy divagando horrible, por dios, no hago más que pensar en caballos y en el costo de la colegiatura de nuestros hijos no nacidos, cuando lo que importa ahora es reconocer que Stefan cambió de actitud y sé bien que me ama, no hay razón para que dude de sus intenciones".

Tras repetirse una y otra vez que no había motivos para tener miedo, Débora al fin se sintió lista para darle una respuesta a Levin. Sin embargo, ¿cómo debía hacerlo? ¿Debía llegar con él y decirle simplemente que sí, que sí quería casarse con él? ¿O debía invitarlo a cenar y soltar sutilmente la contestación entre el plato principal y el postre? La cuestión era difícil, había que decirlo, sobre todo porque la petición del joven quedó interrumpida oportunamente por una parturienta. Débora estuvo tentada a contarles el asunto a sus amigas para que éstas le dieran su opinión sobre lo que debía hacer, pero nunca encontró la oportunidad: Bárbara estaba enfrascada en ayudar a Kaltz con su recuperación y con el seguimiento de las demandas, Nela estaba preparando su posible regreso a Inglaterra y tanto Elieth como Lily se habían marchado a Japón a ver a Wakabayashi. Quedaba Gwen disponible y Débora estaba segura de que ella le podría dar un buen consejo, pero cuando fue a buscarla al servicio de Urgencias, la doctora Heffner estaba rebosante de trabajo y Débora decidió no molestarla por el momento, su "pequeña" disyuntiva podía esperar a cuando concluyera el turno de trabajo.

Sin embargo, menos de media hora después, Débora recibió un mensaje de WhatsApp de parte de Levin, quien le preguntaba si estaría disponible esa noche. Cuando la joven respondió que sí, Stefan le dijo entonces que la invitaba a cenar a su departamento. Débora supo de inmediato que él lo hacía con la intención de hablar sobre la Pregunta y, aunque tuvo un estremecimiento de pánico, aceptó. La doctora se ofreció a llegar al apartamento de Stefan a una hora determinada para ayudarle con los preparativos de la cena, pero el sueco se negó y le aseguró que él podría encargarse de eso. Conociendo como conocía las cualidades culinarias de Levin, Débora se preguntó si sería moralmente aceptable que lo dejara hacerse cargo de la comida, pero antes de que pudiera seguir cavilando sobre este punto, Gwen apareció en el área de Tococirugía, con la filipina quirúrgica manchada de algo que parecía ser tintura de yodo, o eso esperaba Débora.

In This Together [Captain Tsubasa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora