Capítulo 29.

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Capítulo 29.

Hamburgo.

Hermann Kaltz contemplaba con parsimonia a su amigo mientras éste se quitaba la venda de la muñeca izquierda. Wakabayashi no tenía lesiones de gravedad, tal vez su muñeca ni siquiera ameritaba un vendaje pero el médico del equipo sí consideraba necesario que mantuviera la compresión durante unos días.

- ¿No crees que deberías de dejártela unos días más?.- preguntó Kaltz aunque ya sabía qué le respondería su amigo.

- No es necesario.- negó Genzo, frotándose la muñeca afectada.- Casi no siento molestias ya.

- Sospecho que tu novia diría que la palabra clave es "casi".- replicó Kaltz, esbozando una sonrisa sardónica.- Pero en fin, tú sabrás si quieres agregarle una lesión mal tratada a tus problemas.

- Como si no tuviera suficientes.- Wakabayashi hizo una mueca.- Maldito Ëkdal, me provocó a propósito con el único tema con el que puede sacarme de quicio.

- A mí no me queda muy en claro por qué Ëkdal le ha puesto el ojo a tu chica, no creo que haya hablado alguna vez con ella, ¿o sí?.- expresó Kaltz.

- Se han visto un par de veces, precisamente en los partidos en los que la doctora Del Valle ha ido a apoyarme.- Genzo frunció el ceño.- Ella le gusta porque es hermosa, directamente me lo dijo.

- ¡Ja! Me parece que ése es un argumento muy flojo para querer quitarte a la novia.- replicó Kaltz, enojado.- ¿Por qué las personas se tienen que fijar sólo en el físico?

- Porque son excesivamente idiotas.- contestó Genzo, muy serio, dándose cuenta de por dónde iba el asunto.- ¿Quieres hablar de ello o consideras que las paredes siguen teniendo oídos?

- No quiero hablar de eso.- negó Kaltz, aunque no muy convencido.- Pero no porque las paredes no sean sordas sino porque no sé cómo sentirme al respecto. Leí el famoso artículo, hubiera sido imposible no hacerlo dado que no se ha hablado de otra cosa en los últimos días y no entiendo qué gana esa gente atacando a Bárbara. ¡No sé cómo demonios protegerla de esto, ni siquiera me lo vi venir! No entiendo por qué a alguien se le ocurrió pensar que ella estaba haciendo algo malo por acercarse a mí.

- ¿Eso es lo que te afecta, que no hayas podido protegerla?.- Genzo enarcó ambas cejas, asombrado.

- Sí, ¿por qué te sorprende?.- cuestionó el alemán.- No quiero que ella sufra por mi culpa.

- No es que me sorprenda, es sólo que ella estaba preocupada por lo que tú pudieras sentir al respecto.- respondió Wakabayashi, con una media sonrisa.- Por lo que veo, cada uno se preocupa por los sentimientos del otro.

Contrario a lo que el portero esperaba, a Kaltz esta noticia no le produjo emoción ni felicidad y Wakabayashi se cuestionó el por qué aunque de cualquier manera el mismo Kaltz estaba por hacérselo saber.

- Si eso es verdad, ¿por qué entonces Bárbara se ha negado a contestar mis llamadas, Gen?.- Kaltz se veía muy triste.- ¿Por qué me ha ignorado desde que Blind publicó esa porquería?

- ¿De verdad ella ha hecho eso?.- Genzo movió la cabeza de un lado a otro.- No puedo creer que sea tan estúpida.

- Eso es precisamente de lo que quería hablar.- suspiró Kaltz, resignado.- No tanto del artículo como de la actitud de Bárbara... Y no le llames estúpida, ella no tiene la culpa.

- Ni tú tampoco pero al menos te has tomado las cosas con más filosofía.- replicó Wakabayashi.

- No tanto como tú crees... .- negó Kaltz.

In This Together [Captain Tsubasa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora