Vingt-trois

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Ignacia:

El Martes no fui a clases porque las suspendieron, pero tenía que volver el Miércoles.

-Te extrañé.- dijo el Benja, pasando sus brazos por mi cintura. Estábamos detrás del kiosco y siempre nos íbamos pa' allá para estar solitos.

<<No respondas yo igual>>

-Yo igual.- me pegué una cacheteada mentalmente.

<<Ignacia culiá, te dije que no>>

Perdón cerebro por responder sinceramente.

<<¡Hazme caso, cabra culiá!>>

La que manda aquí soy yo, así que cállate.

-¿Vai hacer algo a la tarde?- me preguntó haciendo que saliera de mi mente.

-Tengo clases, pero terminan a las cuatro un cuarto, ¿por?- vi su cara pensativa.

-Quería invitarte al cine y después a mi casa.- nunca había tenido una cita kdcirles, y el hecho de que saliera con él, me ponía nerviosa.

-Mmm...ya po, acepto.- le sonreí. Media nerviosa estaba, pero le sonreí igual.

-Te voy a esperar afuera del liceo.- me avisó.

Tocó el timbre y nos tuvimos que separar. Iba a subir las escaleras, cuando alguien me tomó del brazo y me arrastró más allá, alejándome del resto. Intenté salir del agarre de la persona, pero era demasiado fuerte.

-Aléjate del Benjamín.- me dijo la persona que me agarró.

Era la Mariana.

-¿O si no qué?- me achoré.

Yo era mechita corta, entonces cualquier huea que provenía de ella, me molestaba.

-Te voy hacer daño o le haré daño a él.- me amenazó. Su agarre era fuerte, me dolía el brazo y la muñeca y sentía que estaba súper caliente su mano.

-Si lo amarai, no le hariai' daño y lo dejariai' libre.- la miré enojada.-No sería justo que le hicierai daño a él, no tiene sentido.- hablé con rabia. Tenía caleta de rabia, sentía que mi cara estaba roja y mi respiración estaba un poquito agitada.

-Aléjate, o si no, te va a doler.- me dio una última mirada de desprecio y se fue.

Me quedé como hueona mirando a la nada, hasta que reaccioné y subí las escaleras. Me acomodé la mochila y mientras caminaba por el pasillo, me levanté la manga de la camisa y vi que tenía mi muñeca súper roja. Entré a la sala y le expliqué al profe que tenía la muñeca roja y un poco inflamada, así que me dejó ir a inspectoría por algo de hielo. Obviamente no le había dicho la verdad al profesor.

[...]

Acababa de llegar a mi casa y estaba cansá. Mi muñeca estaba mejor, ya no tenía rojo, pero sí un poco inflamado.

Tenía clases en la tarde y me daba flojera volver, pero tenía que ir. Aparte mi mamá iba a cachar al tiro si faltaba.

-Mamá.- la llamé. Estaba en mi pieza y tenía algo de nervios al decirle a mi mamá que iba a salir con el Benja.

-¿Que pasó?- entró a mi pieza con su celular. Demás estaba hablando con sus amigas, porque se le pasaba con sus conversaciones.

-Mmm...después de clases voy a salir.- se despegó de su celular para mirarme y mis nervios aumentaron.

-¿Vas con la Marti?- me preguntó al tiro. Yo iba a todas partes con la Marti, literal.

-Eh...ese es el problema.- la miré y su cara cambió.

MANUAL: Cómo Superar A Un Ahueonao [CHILENSIS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora