(Continuación)
Ignacia:
-¿Que tiene que ver mi mejor amigo en esto?- preguntó el Benja interesado.
-Puede ser que él...- no terminé de hablar, no quería hacerlo. Me quedé callada y dejé el tenedor que tenía en mi mano, en la mesa.
-No, no creo.- tomó de su tecito. Negó con la cabeza, pero sus ojos decían otra cosa.
-Pero...- estaba segura que era él. Volví a hablar.
-¿Pero qué?- se detuvo a mirarme. Nos quedamos mirando como si supiéramos la verdad absoluta, como si no quisiéramos aceptarlo.
-Benja, hay algo que no te he contado...- sus ojos mostraban miedo. Sentí que se me encogió el pecho, como si supiera lo que se venía, como si supiera que la avalancha nos iba a alcanzar y que no nos iba a dejar vivos.
-Me estai asustando, Ignacia.- le tomé de las manos, apenas me dijo eso.
-El Alfonso de hace rato me tira onda y no te quise decir nada porque sé que es tu mejor amigo. Además piensa, él demás ayudó a la Mariana, porque como me tira onda, se iba a quedar conmigo y tú con la Mariana y el "bebé".- vi como su cara se iluminaba.
-¡Por la chucha!- se levantó enojado.-¡Teni razón, por la chucha!- jamás lo había visto así. Tenía el ceño fruncido, su pecho bajaba y subía.
-Benja, tranquilo, solo estaba suponiendo, no sé si es verdad.- me paré y traté de tranquilizarlo.
-¡Es que demás pasó eso!- gritó, estaba enojado.
<<¿Pa que hable hueon?>>, pensé.
-Benjamín, tranquilízate.— le hablé golpeado y como que cachó que la estaba cagando un poco con su enojo. Me estaba enojando, también.
-¡Se supone que es mi mejor amigo, por la chucha!, ¡siempre tengo gente penca en...- ya me estaba hartando el hueon, así que caminé hasta él, me paré de puntitas y le di un beso.
-Tranquilo, ¿ya? Lo vamos a solucionar.— le sonreí cuando le di un corto beso.
-Gracias, lo necesitaba.- me sonrió y le cambió la carita.
-No te enojís tan rápido, el Lunes pregúntale...- lo abracé pa que se le pasara el enojo.
-Ya, bueno.- me correspondió el abrazo.-Deja ir a bañarme y ¿te voy a dejar a tu casa?- puso sus manos en mi cintura y sentí miles de cosquillas, ah.
—Solo si te sientes bien.- me tomó de la mano y me llevó a su pieza.
-Dale, te voy a dejar.- me dijo. Tomó una toalla y fue a bañarse.
[...]
Ya estaba vestida completamente y ordené la cama desordenada.
-Oh, no huei, ordenaste la cama.- venía con la toalla puesta en su cadera y su pelito estaba revuelto.
Oh, la huea provocativa.
-S-si po.- me quedé pegá hueon, es que se ve tan mino con el pelo mojado.
-¿Te quedaste pegá?- me puso una cara rara.
Me encanta que sea tan weno pa los carachos.
-No.- mentirosa culiá.
-Ya, date vuelta.- fue a uno de los cajones y empezó a sacar ropa.
Tiene más hueas que yo po.
-¿Por qué me tengo que dar vuelta?- le hice un puchero.
-¿Pudor? ¿vergüenza?- buscaba algo y rabiaba solo.
-Pero si te he visto hasta el alma po.- quise ser poética pa no decir alguna vulgaridad, ah.
-Ya, date vuelta.- me di vuelta, esperé un poco y me di vuelta a verlo, pero tenía puesto la ropa interior, así que no me perdí de nada.
—Voy a peinarme, porque me siento chascona.- salí de la pieza y dejé que mi pololo se vistiera. Entré al baño, me puse el pelo hacia un lado y empecé a hacerme una trenza, cuando de repente, veo que tenía una mancha media roja en mi cuello.—¡Benja!- lo llamé. Me terminé de hacer la trenza rápidamente.
Este conshesumare...
Sentí los pasos cerca y abrí la puerta.
-¡Me hiciste un chupón!- le reclamé. Me enojé de huebeo y se la había creído.
-Uh, perdón.- susurró y me sonrió medio nervioso. Salí del baño y fui rápidamente a buscar el estuche pequeño donde guardaba un correcto de mi color de piel.—¿Estai enojada?- me preguntó, poniéndose adelante mío, mientras buscaba el frasquito.
—No, pero sabí que no me gusta que quede rastro.- le indiqué mi cuello. Volví al baño y me apliqué el corrector.
-Perdón.- susurró, apoyándose en el marco de la puerta.
-Da lo mismo.- lo miré y se acercó a mi.
—Te vei tan linda con el uniforme.- sonrió. Pasó sus manos por mi cintura.
—Mmh, no.— negué. Acercó su cara a mí cuello, tuvo que agacharse un poquito, eso sí.
-¿Querí repetirlo?— me susurró y me dieron unas ganas de reírme, pero me contuve.
-No hueon, no quiero.- le sonreí, pero tenía el ceño fruncido.
-Igual querí.— escuché su risita y algo dentro mío se movió.
-No, quiero irme a mi casa.— lo alejé y se sorprendió por mi actitud.
-No se enoje.- me empezó a abrazar y hacerme cosquillas.
-¡No!- le grité.-¡PARA LA HUEA!- gritaba y me reía fuerte.
-Ya, paro.- me dijo y salí rápido del baño. Por detrás, me tomó de la cintura y me empezó hacer cosquillas, de nuevo.
Me enredé en uno de sus pies y me caí más fuerte que la chucha al piso y ahí me quedé, riéndome.
-¿Te dolió?- estaba asustao el Benja.
-No, no sentí nada.- me tendió una mano y yo la tomé, pero lo tiré hacia mí y cayó a mi lado.-No te metai conmigo, hueon.- me paré y él solo se quedó en el piso riéndose.
[...]
Mi mamá estaba en la casa, pero estaba durmiendo. Había llegado del trabajo cansada, así que no la quise molestar y despertar. Me fui a mi pieza y ahí me quedé, pensando.
<<Si la Mariana le dijo que fueron dos personas más y sospechamos que el Alfonso es una de esas personas, ¿quién era la otra?>>, pensé para mis adentros.
Me quité la ropa y me fui a bañar, pero el problema rondaba una y otra vez mi mente, no podía dejarlo de lado.
N//A: se viene algo fuerte, cabras☹️
-WeaOriginal🌚✌
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MANUAL: Cómo Superar A Un Ahueonao [CHILENSIS]
Short StoryÉl, un hueón que nunca la pescó. Ella, una hueona que siempre estuvo ahí. <<Estoy enamorá, pero no me pesca ni en bajá>> ¿Que pasa si los papeles se invierten?