Cinquante- trois

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(Continuación)

Ignacia:

-¿Que tiene que ver mi mejor amigo en esto?- preguntó el Benja interesado.

-Puede ser que él...- no terminé de hablar, no quería hacerlo. Me quedé callada y dejé el tenedor que tenía en mi mano, en la mesa.

-No, no creo.- tomó de su tecito. Negó con la cabeza, pero sus ojos decían otra cosa.

-Pero...- estaba segura que era él. Volví a hablar.

-¿Pero qué?- se detuvo a mirarme. Nos quedamos mirando como si supiéramos la verdad absoluta, como si no quisiéramos aceptarlo.

-Benja, hay algo que no te he contado...- sus ojos mostraban miedo. Sentí que se me encogió el pecho, como si supiera lo que se venía, como si supiera que la avalancha nos iba a alcanzar y que no nos iba a dejar vivos.

-Me estai asustando, Ignacia.- le tomé de las manos, apenas me dijo eso.

-El Alfonso de hace rato me tira onda y no te quise decir nada porque sé que es tu mejor amigo. Además piensa, él demás ayudó a la Mariana, porque como me tira onda, se iba a quedar conmigo y tú con la Mariana y el "bebé".- vi como su cara se iluminaba.

-¡Por la chucha!- se levantó enojado.-¡Teni razón, por la chucha!- jamás lo había visto así. Tenía el ceño fruncido, su pecho bajaba y subía.

-Benja, tranquilo, solo estaba suponiendo, no sé si es verdad.- me paré y traté de tranquilizarlo.

-¡Es que demás pasó eso!- gritó, estaba enojado.

<<¿Pa que hable hueon?>>, pensé.

-Benjamín, tranquilízate.— le hablé golpeado y como que cachó que la estaba cagando un poco con su enojo. Me estaba enojando, también.

-¡Se supone que es mi mejor amigo, por la chucha!, ¡siempre tengo gente penca en...- ya me estaba hartando el hueon, así que caminé hasta él, me paré de puntitas y le di un beso.

-Tranquilo, ¿ya? Lo vamos a solucionar.— le sonreí cuando le di un corto beso.

-Gracias, lo necesitaba.- me sonrió y le cambió la carita.

-No te enojís tan rápido, el Lunes pregúntale...- lo abracé pa que se le pasara el enojo.

-Ya, bueno.- me correspondió el abrazo.-Deja ir a bañarme y ¿te voy a dejar a tu casa?- puso sus manos en mi cintura y sentí miles de cosquillas, ah.

—Solo si te sientes bien.- me tomó de la mano y me llevó a su pieza.

-Dale, te voy a dejar.- me dijo. Tomó una toalla y fue a bañarse.

[...]

Ya estaba vestida completamente y ordené la cama desordenada.

-Oh, no huei, ordenaste la cama.- venía con la toalla puesta en su cadera y su pelito estaba revuelto.

Oh, la huea provocativa.

-S-si po.- me quedé pegá hueon, es que se ve tan mino con el pelo mojado.

-¿Te quedaste pegá?- me puso una cara rara.

Me encanta que sea tan weno pa los carachos.

-No.- mentirosa culiá.

-Ya, date vuelta.- fue a uno de los cajones y empezó a sacar ropa.

Tiene más hueas que yo po.

-¿Por qué me tengo que dar vuelta?- le hice un puchero.

-¿Pudor? ¿vergüenza?- buscaba algo y rabiaba solo.

-Pero si te he visto hasta el alma po.- quise ser poética pa no decir alguna vulgaridad, ah.

-Ya, date vuelta.- me di vuelta, esperé un poco y me di vuelta a verlo, pero tenía puesto la ropa interior, así que no me perdí de nada.

—Voy a peinarme, porque me siento chascona.- salí de la pieza y dejé que mi pololo se vistiera. Entré al baño, me puse el pelo hacia un lado y empecé a hacerme una trenza, cuando de repente,  veo que tenía una mancha media roja en mi cuello.—¡Benja!- lo llamé. Me terminé de hacer la trenza rápidamente.

Este conshesumare...

Sentí los pasos cerca y abrí la puerta.

-¡Me hiciste un chupón!- le reclamé. Me enojé de huebeo y se la había creído.

-Uh, perdón.- susurró y me sonrió medio nervioso. Salí del baño y fui rápidamente a buscar el estuche pequeño donde guardaba un correcto de mi color de piel.—¿Estai enojada?- me preguntó, poniéndose adelante mío, mientras buscaba el frasquito.

—No, pero sabí que no me gusta que quede rastro.- le indiqué mi cuello. Volví al baño y me apliqué el corrector.

-Perdón.- susurró, apoyándose en el marco de la puerta.

-Da lo mismo.- lo miré y se acercó a mi.

—Te vei tan linda con el uniforme.- sonrió. Pasó sus manos por mi cintura.

—Mmh, no.— negué. Acercó su cara a mí cuello, tuvo que agacharse un poquito, eso sí.

-¿Querí repetirlo?— me susurró y me dieron unas ganas de reírme, pero me contuve.

-No hueon, no quiero.- le sonreí, pero tenía el ceño fruncido.

-Igual querí.— escuché su risita y algo dentro mío se movió.

-No, quiero irme a mi casa.— lo alejé y se sorprendió por mi actitud.

-No se enoje.- me empezó a abrazar y hacerme cosquillas.

-¡No!- le grité.-¡PARA LA HUEA!- gritaba y me reía fuerte.

-Ya, paro.- me dijo y salí rápido del baño. Por detrás, me tomó de la cintura y me empezó hacer cosquillas, de nuevo.

Me enredé en uno de sus pies y me caí más fuerte que la chucha al piso y ahí me quedé, riéndome.

-¿Te dolió?- estaba asustao el Benja.

-No, no sentí nada.- me tendió una mano y yo la tomé, pero lo tiré hacia mí y cayó a mi lado.-No te metai conmigo, hueon.- me paré y él solo se quedó en el piso riéndose.

[...]

Mi mamá estaba en la casa, pero estaba durmiendo. Había llegado del trabajo cansada, así que no la quise molestar y despertar. Me fui a mi pieza y ahí me quedé, pensando.

<<Si la Mariana le dijo que fueron dos personas más y sospechamos que el Alfonso es una de esas personas, ¿quién era la otra?>>, pensé para mis adentros.

Me quité la ropa y me fui a bañar, pero el problema rondaba una y otra vez mi mente, no podía dejarlo de lado.

N//A: se viene algo fuerte, cabras☹️

-WeaOriginal🌚✌

MANUAL: Cómo Superar A Un Ahueonao [CHILENSIS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora