MANUAL: Cómo Superar A Un Ahueonao [CHILENSIS]

Cinquante

Martina:

La Ignacia no superaba al Benja, no podía olvidarlo, no podía borrarlo de su mente. Aunque la hueona se la pasaba con el Cristo, yo sabía que lo seguía extrañando.

Fui a buscar al Benja, pero estaba con el Alfonso sentado, mientras hablaban serios.

-¿Podemos hablar?- le pregunté, levantó la mirada y asintió. Nos alejamos un poco de su amigo y hablé.-Yo sé que la cagué brígido con su relación con la Ignacia, pero, quería invitarte al cine. Es una cita doble, entonces quería invitarte pa que estuvierai con ella.- me sonrió.

-Dale po, ¿cuándo?- preguntó.

-Hoy, a las cinco.- dije y nuevamente sonrió. Juré haberlo visto sonreír por primera vez en varias semanas.

Habían pasado semanas desde que habían terminado los par de hueones, pero se seguían pensando constantemente.

Me despedí de él, estaba feliz por lo que le había dicho.

Ahora tendría que convencer a la Nachina.

Ignacia:

Estaba en mi volá, pensando en el Benja y en lo que hacíamos.

Extrañaba caleta lo que me decía cuando estábamos solitos, o sus besos tiernos.

Lo extrañaba completamente.

Me dolía demasiado encontrármelo en recreo y hacer como si nada. Me costaba dejar de mirarlo, me costaba dejar de pensar en él.

¿Cómo puedo fingir que no quise a una persona?

-¡Nacha!- gritó la Marti. La hueona me asustó y salí de mis pensamientos por un rato, ah.

-¿Que pasa?- venía feliz, demasiado.

-¿Vamos al cine?- me sonrió, sentándose a mi lado.

-Ya po, ¿cuando?- quería salir y olvidarme un ratito de todo.

-Hoy a las cinco, vamos con el Diego.- fruncí el ceño. Iba a tocar el violín.

-¡Voy a tocar el violín po!- reclamé.

-¡No! Si vamos como amigos nomah.- uy sí, que chiste.

-Ya, voy a comer nomás- terminé de hablar y la Marti se emocionó caleta.

[...]

Iba llegando al mall, así que llamé a la Marti.

-¿Donde estai?, ¿estai con el Diego?- había mucho ruido en la calle, tenía que gritar pa' que la Martina me escuchara del otro lado.

-Si, te estamos esperando. Estamos yo, el Diego y el...eh, apúrate nomás.- nombró a alguien más, o lo insinuaba, pero nunca escuché un nombre específico.

-Ya, pero no entren.- iba en la escalera mécanica.

Hasta que llegué. La Marti me abrazó y se puso nerviosa.

-Ignacia, no te vayai a enojar, pero lo hice por el bien de los dos...- no entendí.

<<¿Tu entendiste? porque yo no entendí>>

-¿De que estai hablando? A ver, ¿que cagá te mandaste?- se empezó a reír y a negar con la cabeza.

No entiendo, sigo sin entender.

-InvitealBenjaalcine, no me mates.- no entendí nada, solo el "no me mates".

-¿A quién invitaste?- pregunté.