Quarente-quatre

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Ignacia:

Lunes.

Huea mala.

Nos levantamos con la Martina apenas sonó la alarma, yo estaba cagá de hambre y me fui a bañar y a vestir rápido para preparar el desayuno, mientras la Martina se bañaba.

-¿Como estuvo el carrete anoche?- le pregunté y se rió.

-Bien, supongo, aunque no sé dónde cresta te metiste.- me dijo con una sonrisa y llevándose una mano a la frente.

-Sorry, nos fuimos cagando.- le conté. Tomé mi café y suspiré.

No sabía si decirle a la Martina que ya había pasado eso, porque no sabía cómo iba a reaccionar. Estábamos tomando desayuno normal, aunque estaba cagá de sueño.

-Cacha que cuando escuché a tu mamá levantarse, recé para que no entrara.- me dijo y se rió.

-Te dije que no iba a entrar a la pieza.- le recordé y recordé la noche anterior. Me puse media nerviosa, no podría ocultarlo por siempre.

-Ya, lávate los dientes rápidos, porque quiero llegar temprano a clases.- la Marti se levantó y fue a lavar su taza.

[...]

Estábamos en recreo con el grupo de los cabros y yo llamé a la Marti, porque ya no aguantaba más y desde que llegamos al liceo sentí la necesidad de contarle.

-Ven, ahueoná.- la tiré del brazo y comenzamos a caminar por el colegio.-Te tengo que contar algo que pasó ayer, onda, lo que te voy a contar, sería el por qué no contesté el celular.- le dije con un tono de voz medio tembloroso.

-¿Que pasó? Me estai asustando.- me miró a los ojos. Me tomó rápido del brazo y nos fuimos a la parte más lejana de la gente.

<<Tranquila hueona>>, pensé.

-Es que yo con el Benja...es que el Benja y yo...- no podía decir la huea, era como si tuviera un nudo en la garganta.

-¿Que te hizo el hueon?, ¿te pegó?, hueona, ¿te pegó? Ese maricón y la conchadesuma...- la interrumpí.

-¡No, hueona, no me pegó!- alcé la voz.

-¿entonces?, ¿te hizo algo?- me preguntó y yo como que quería asentir con la cabeza. 

-O sea de hacerme algo y de yo no querer, no.- estaba poniendo una cara rara mi amiga.

-No entiendo hueona, habla claro. Me desesperai cuando empiezas con tu ahueonismo.- yo me quería reír, pero necesitaba estar seria. Esto era algo importante para mí.

-Ya, puta la huea, lo que quiero decir es que...- bajé la voz- tiré con el...- ni terminé de hablar, cuando gritó.

-¿¡HUEONA QUE?!- demás le conté.

-Eso po, con el Benja hicimos lo que algún día tendría que pasar.- ahora sí, terminé de hablar. Yo estaba seria y ella estaba pa' la cagá'.

-¿¡Vo' eri hueona o te pagan!?- me gritó .

<<puta la hueona pesá>>

-¿Por qué reaccionai así?- le pregunté extrañá.

-Ah, ya me calmo...- respiró profundo y habló.-Al menos , ¿se cuidaron? hueona, no quiero ser tía, no quiero una bendición, no quiero una mamá luchona.- me reí de pura nerviosa.

-Si hueona, si nos cuidamos.- susurré suavemente.

-Ah, por la mierda.- susurró. Últimamente andaba muy irritable y se enojaba rápido si le nombraba algo de mi pololo, no sabía que le pasaba.-¿Tu mamá sabe que tiraron?- me preguntó de una.

MANUAL: Cómo Superar A Un Ahueonao [CHILENSIS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora