Trente- huit

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[28/8]

Ignacia:

Después de darle vueltas al asunto y de debatirlo con mi mai, me decidí y ya tenía una respuesta clara. Ya habían pasado los dos días y estaba súper cariñoso conmigo, aunque siempre lo era, pero era peor (o mejor, como quieran verlo).

Antes de darle una respuesta, le escribí una carta, así toda mamona.

Benjamín:

No había salido de la sala, porque me quedé haciendo una huea de historia, tenía que entregarlo sí o sí. El profe me dejó solo por andar huebeando y me dio plazo hasta que tocara el timbre. De repente, vi que alguien se asomó a la puerta y era la Ignacia.

-¿Que estai haciendo aquí solito?- me preguntó acercándose.

-Terminando algo de historia, pero ya voy en la última pregunta.- le expliqué y se sentó a mi lado.-Déjame terminar esto y hablamos.- le pedí y asintió. Escribí rápidamente y cuando terminé, guardé las cosas en la mochila y me acomodé en la silla para escucharla.

-Ya pasaron los dos días.- me recordó y sonreí.

-¿Y teni alguna respuesta?- le pregunté ansioso y asintió. De su polar, sacó un sobre.

Me pasó una carta, me gustaba eso de las cartas, pero más me gustaba la escritora.

-Léela.- me sonrió y le sonreí de vuelta. Sentía que estaba temblando, pero me convencí de que era todo psicológico.

Saqué el papel del sobre, lo desdoblé y empecé a leer.

Querido y amado Benjamín:

No son segundos, ni horas, ni días, ni semanas, ni meses, ni años. Son momentos, son canciones, son cartas escritas, canciones dedicadas, son días enojados y días felices. Son kilómetros y son centímetros. Son besos y lágrimas. Somos todo eso y más, somos aquellas canciones dedicadas en silencio y las que te canto, recordándote en cada canción. Somos aquellos mensajes enviados y esas cartas escritas, somos esos besos robados y esos con intención. Somos eso y más.

Quiero ir por la vida y que la gente diga; ¡Que bien se ven ellos dos juntos! O que los viejos amigos pregunten si todavía seguimos juntos. Quiero ser el; ¡Salúdame a esa niña que te ama! de tu mamá. Quiero seguir estando a tu lado en los momentos malos, pero también quiero aplaudirte en los buenos.

Me enamoré profundamente de tí, me cuesta dejarte ir.

¿Sabes por qué lo sé?

Porque justo en ese instante al cruzar miradas, ya hace un año, me di cuenta de que quería estar contigo. Al momento de juntar nuestros labios, que fue cuando estabas borracho, me dí cuenta de que no quería besar a nadie más. Al enamorarme de tí, no sabía el dolor que me provocarías, pero supongo que el amor siempre será un arma de doble filo que puede traerte felicidad, pero también puede dañarte y dejarte sin ganas de nada.
Sé que en un universo paralelo, nos estamos ignorando. No estamos haciendo nada para estar juntos. Sé que en un universo paralelo, te amo, quizás más de lo esperado. En un universo paralelo, sé que soy invisible ante tus ojos. Estoy segura de que en un universo paralelo, estás con otra niña, quizás más bonita que yo, quizás es más que yo. Pero, somos en esta realidad y no pienso dejar de ser contigo, no hasta el momento.

Juro que te encuentro en cada cosa que miro y ahora el tiempo me es indiferente, pueden pasar horas a tu lado y yo siempre sentiré que son segundos o minutos.

He memorizado cada cosa linda que me has dicho, cada sonrisa que me has dedicado, cada recuerdo y cada sentimiento que descubrí con el tiempo.

No [me] olvides.

Por la chucha, te amo.

-Ignacia.

Levanté la mirada y estaba sonriéndome.

No tenía palabras.

-¿Y?- preguntó la Ignacia.

-Tengo una pregunta.- hice una pausa.-¿Por qué piensas que en otro universo paralelo, te estoy ignorando?- me miró un momento y respondió.

-Porque al principio, me ignoraste. No sabías nada mí.- respondió segura.

-No digai tonterías.- le sonreí y le hice cariño en la mejilla.

-Pero es la verdad.- ladeó su cabeza.

-Me gustó la parte que dice...- tomé la carta y leí.- "Quiero ser el; ¡Salúdame a esa niña que te ama! de tu mamá".- le sonreí y se puso roja.-¿Es un sí?- pregunté.

-¿De que?- preguntó haciéndose la hueona.-No recuerdo nada.- me sonrió con intención.

-Te lo repetiré, de nuevo.- me acerqué a ella.-¿Querí pololear conmigo?- sus pupilas se dilataron y pude ver como su cara se emocionaba.

-Sí, Benjamín. Quiero pololear contigo.- tomé su mejilla y lentamente me acerqué para besarla.

Nuestro labios se unieron y sentí un alivio gigante. Era una huea súper liberadora, una huea que no había sentido con tanta intensidad.

Nos separamos y tocó el timbre inmediatamente.

Tomé mi mochila y ella tomó la suya, salimos de la sala para ir al patio y por primera vez, le tomé la mano en público, por primera vez le tomé la mano en el lugar en donde nos conocimos. Por primera vez, podía decir que era la niña que amaba públicamente.

N//A: I can't.

Ay, como si estas cosas pasaranxd

-WeaOriginal🌚✌

MANUAL: Cómo Superar A Un Ahueonao [CHILENSIS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora