Vingt huit

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Ignacia:

Estaba aburrida en la clase de Matemáticas y vi que la Marti se sentó a mi lado.

-¿Todavía estai mal?- me preguntó preocupá.

<<Ay, si igual se preocupa<2+1>>

-Sí, estoy mejor.- susurré.-Aunque sigo preguntándome el por qué.- la miré y tenía una cara de preocupación.

-Pucha, ¿pero cómo no te diste cuenta? La Mariana te lo advirtió.- tenía razón la Marti, ella me amenazó y se aprovechó de que no fui a la fiesta y pasó lo que pudo haber evitado el Benja.

-No sé Marti, fui tonta. Él pudo haberlo evitado.- hice una mueca y llevé mi vista al suelo.-Siento que lo odio, loco.- susurré.

-No, Ignacia, tú no lo odiai. Tú lo amas.- y, de nuevo, la Marti tenía razón.

-¿Por qué decí esa huea?- la miré rápido.

-Los sentimientos. Lo mirai como si fuera la primera vez y todavía te poní nerviosa si se te acerca demasiado.- se rió de mí y sonreí.

-Si po, si era algo imposible que se fijara en mí.- solté un suspiro.

-Pero, lo hizo.- me sonrió.-Todavía me acuerdo cuando yo los shippeaba y tú te enojabai porque me deciai que era imposible.- nos reímos.

-Mejor me hubiera quedado con su indiferencia.- la Marti me miró feo.

-Si te hubierai quedado con su indiferencia, él habría vuelto con su ex, porque lo buscó.- abrí los medios ojos y quedé un poquito pa adentro.

-¿Y como sabí vo?- le pregunté casi gritando.

-Porque me enteré por ahí.-movió sus manos.-Pero, el punto aquí es que él te quiere.- susurró.

-No creo, me cae mal.- dije bajoneá.

-Mentirosa, si a mí, muuuy en el fondo me cae bien, pero muy en el fondo.- me reí de ella.

Tocó el timbre y salimos de la sala.

Fui a comprar algo al kiosco, pero alguien me detuvo, se puso al frente mío, haciéndome chocar.

-Tenemos que hablar.- levanté mi mirada y era la persona que no quería ver.

El Benjamín.

-Yo no tengo nada que hablar.- lo miré bien. Sus ojeras eran más grandes y me preocupé un poco.

Solo un poco, lo juro.

-Por favor, entiende. Necesitamos hablar, tu indiferencia me mata.- susurró. Se acercó un poco más a mi.

-¿Mi indiferencia?- pregunté con un tono de voz burlesco.-¿Que hay de la tuya? hueón, yo estuve mal por tu puta indiferencia. Me la pasaba pensando en las noches porque me ignorabai y ahora, ¿vo' me decí que mi indiferencia te mata? Sorry cabrito, pero yo no tengo que aguantar estas hueas.- me fui de ahí, no quería verlo, mucho menos escuchar su nombre.

Cuando volví del kiosko, mis amigos nombraban al Benjamín, ya que el rumor de que se había metido con la Mariana, había volado rápidamente.

Paso 4: Pedirles a tus amigos o cercanos que dejen de nombrarlo.

Es difícil escuchar el nombre del que te gusta cuando te duele.

Nuestros amigos saben que gustamos de esa persona. Ellos tienden a preguntarte por él/ella, pero ahora, pídeles que por favor no lo nombren más.

Es una sanidad mental el saber que tus amigos no lo nombrarán.

-Cabros, no nombren al Benja por fa.- les pedí, un poco chata de la situación.

-Eh...ya, cambiemos de tema.- habló la Paz y me sentí pal pico.

Ellos hablan así como si nada, pero yo me sentía sola.

No sola, quizás vacía.

N//A: Se viene lo fuerte cabr@s:(

No se lo esperan:(

-WeaOriginal🌚✌

MANUAL: Cómo Superar A Un Ahueonao [CHILENSIS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora