dix-neuf

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Viernes por la mañana, estaba demasiado emocionada porque en la noche sería la fiesta y yo estaba esperando eso desde hace demasiado tiempo. Disfruté mucho la semana de la alianza con el Benja, pero me hacía sentir mal que le fallaba a mi manual.

Estaba en la banca donde usualmente esperaba a la Marti y vi que el Benja venía llegando.

-Hola, amor de mi vida.- me reí de él.

-¿Amor de tu vida?- lo miré raro.

-Obvio po, eri el amor de mi vida.- me sonrió mientras tomaba mi pelo y me hacía un cariño me dio raro.- ¿Vai al carrete?- me preguntó.

-Sí, voy, pero Benja...- lo miré a los ojos.-no quiero que te curí',por favor. Por lo menos, hazlo por mí.- lo miré preocupada y su cara cambió completamente, su mirada se perdió y apenas respiraba.

-Bue..bueno.- reaccionó, pero se había puesto como medio triste.-Voy con los cabros.- se alejó para irse.

-¡Oye!- se dio vuelta.-Te quiero.- le sonreí.

-Yo igual.- pero no me sonrió.

<<¿Dije algo malo?>>

¿La cagué?

Me preocupaba mucho él, porque ya sabía un poco de su historia y sabía que era vulnerable a cualquier cosa que lo pudiera hacer adicto.

[...]

Salí de la sala de historia más feliz que la chucha porque me había sacado un 6,5 en la prueba. Me fui a las bancas donde estaban mis amigos, para huebearlos un rato.

-¡Oye tú!- me llamó la Jo.-¿Que onda con el Benjamín?- hizo una cara culia rara que me hizo reír.

-No sé, no sé que somos.- pensándolo bien, practicamente no sabía que éramos.

-El otro día los ví abrazándose.- me pegó en el codo suave.-¡Hueón, son tan lindos juntos!- sonrió.

-Ni siquiera estamos juntos.- me encogí de hombros.

-Ya lo van a estar.- me lo aseguró y se le iluminó el rostro.—¡Hueona, acuérdate que yo te dije que iban a terminar hablando todos los días y que iba a mandar a la mierda a la polola!- me gritó y saltó alrededor mío, estaba muy feliz.

-¡Verdad, hueón!- le dije. Me quedé recordando esa huea, que fue como en Mayo y ahora que estábamos en Agosto, estaba pasando.-¿Vai a las dos fiestas?- le pregunté cambiando de tema.

-Si po, no me la pierdo ni loca.- me contestó y se sentó en la banca, un poco más tranqui.

Estaba conversando con la Jo, cuando sentí que unos brazos rodearon mi cintura, apegándome a un cuerpo. Dirigí mi mirada a esa persona, porque le iba a reclamar que me soltara, pero vi que era el Benja y lo dejé.

-Hola.- me susurró en el oído con su voz no tan grave, ni tan aguda. Es raro de explicar como se escucha su voz, pero es fácil explicar lo que me provocaba.

-Hola.- le contesté- ¿Cómo te fue?- últimamente me preocupo más de sus notas que las mías y si eso no es amor, no sé qué es.

-Bien, me saqué un 6,1 en la prueba de Lenguaje, necesitaba un seis, porque o si no, me bajaría más el promedio.- me sonrió.

-¡Tan estudioso, el culiao!- lo molesté y luego abracé, mientras lo felicitaba.-¿Tan mal te va? Tení que cuidar tu NEM.- le dije cuando me solté de sus brazos.

El maldito NEM...

<<¿No les dan ganas de matarse o tirarse de un puente, cada vez que le hablan de esa hueá?>>, pensé.

-Ahora me va un poco mejor, en realidad, me va muuucho mejor que el año pasado. Tenía como cuatro promedios rojos.- me miró y pude notar que sus ojos reflejaron un poco de tristeza.

-¿Y ahora cuantos promedios rojos tení?- le iba ayudar a que pasara de curso, porque no quería verlo en otro colegio.

-Dos.- contestó.

-¿Y si te ayudo? Te puedo ayudar a recuperar esos promedios, pero si me prometes que vas a estudiar más.- le propuse, cosa que lo hizo pensar.

-Trato.- aceptó.-¿Y donde me vas a enseñar?- oh, verdá', no tenía donde enseñarle.

-Mmm...no sé.- pensé en ciertos lugares, pero no me convencían del todo.

-En mi casa.- me dijo, lo miré y puso una cara de perversión, cosa que me hizo reír y ponerme roja.

-Dale, en tu casa.- acepté. Sabía donde quedaba su departamento, así que no había problema. Igual quedaba a la chucha de aquí, but no problem, again.

Tocó el timbre y teníamos que entrar a clases, pero yo no quería estar sentá escuchando a un señor que nos retaba a cada rato por hasta respirar.

Me despedí del Benjamín y me fui a mi sala.

[...]

Las clases pasaron rápidas y yo ya estaba bajando las escaleras para poder irme a mi casa, hasta que alguien me llamó. Instintivamemte supe quién era y sonreí.

-Nachita, espérame po.- me dijo el Benja poniéndose a mi lado.

-Perdón.- le sonreí.-Y no me digai Nachita, no me gusta.- agregué.

-¿Y cómo te digo?- me preguntó con una sonrisa coqueta.

-Igna, no sé hueón.- me hice la hueona.

Cuando estuvimos fuera del liceo, empezamos a caminar sin dirección alguna, haciendo que olvidara las cosas que tenía que hacer para la fiesta.

-¿A que hora vai' a llegar a la fiesta?- me preguntó.

-A las nueve y media puntual.- lo miré y pude notar que su ojos se achinaban cuando sonreía.

-¿De que color es tu vestido?- me miró a los ojos, haciendo que me sobresaltara.

-Es blanco en la parte arriba y abajo es como azul marino.- le expliqué.-¿Por qué?- quería saber.

-Porque quería combinar contigo.- me sonrió y yo me reí.

Vi mi celular y eran las una y media.

¡Chucha, en veinte minutos más tenía que estar en mi casa!

-Me tengo que ir.- le hice un puchero.

-Bueno, nos vemos.- me contestó y le dí un beso en la mejilla. Después de eso me preguntó una cosa que me sorprendió.

-¿Por qué me das besos en la mejilla, cuando ya conozco tus labios?- puso una cara rara que me hizo reír.

-No sé, me parece tierno, además nosotros acordamos empezar como amigos.- le sonreí y el se acercó más a mí.

-¿Y si somos algo más?- se acercó demasiado a mí, antes me incómodaba, pero ahora estaba acostumbrada.

-¿Como qué?- pasé mis manos por su cuello, mientras él me agarraba de mi pequeña cintura.

-¿Querí ser mi amiga con derechos?- en ese momento todo se congeló. ¿aceptaba o no aceptaba?, si aceptaba podía hacer lo que yo quiera con él, sin compromisos ni nada. Pero, si no aceptaba y pololeaba con él, sería demasiado rápido. Quería conocerlo mejor y no decepcionarme más adelante pensando que era una cosa cuando en realidad era otra.

-Dale.- tomé su cuello y lo acerqué más a mí haciendo que la distancia que teníamos, se rompiera.

Sus labios eran súper suaves y finos, tenían un color rosadito no tan claro y me gustaba cuando hacía un puchero.

N//A: Mi instinto shippeador dice que estos dos se aman, pero son bien hueones:/😹

-WeaOriginal🌚✌

MANUAL: Cómo Superar A Un Ahueonao [CHILENSIS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora