Vingt quatre

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Benjamín:

Jueves en la mañana y yo estaba hablando con mi mejor amigo, el Alfonso. Le conté que con la Ignacia éramos amigos con derechos y que íbamos como avión.

-Ah, entonces te la estai dando.- me sonrío.-Máquinaaa po, perro.- me palmeteó la espalda, de modo de felicitaciones.

-Sí, o sea no.- me confundí. Digamos que no me gustaba a hablar de las minas como si fueran un trofeo, era una huea que me cargaba.

-¿Cómo?- me quedó mirando confundido.-¿No te la estai dando? Entonces déjamela pa' mí po, yo si le daría.- lo miré mal.

<<Te pasaste, culiao>>, pensé en mi mente. Sentí que mi cuerpo se puso rígido y suspiré hondo.

-¿Que onda, hueon?- me enojé miercale'.

-Eso po, si no la querí, damela a mí.- me explicó moviendo sus manos. Se veía bastante hueon cuando hacia eso.

-¿Le tení ganas a mi mina?- chucha, ¿que volá dije?

-Mira perro, no es TÚ mina, pero puede ser la mía.- me guiñó un ojo.

-No volvai a hablar así de la Ignacia.- estaba serio, cosa que sorprendió a mi amigo.

-Tranquilo perrito, somos amigos. Además las pololas se comparten-. me dijo cagao de risa.

¿y este hueon es mi mejor amigo?

-¿Sabí que? Mejor me voy a otra parte, me dan ganas de sacarte la chucha por lo que estai diciendo, pero por la amistad que tenemos y por la Ignacia, no lo hago.- tomé mi mochila y me fui de donde estábamos. Estaba enojado, se supone que es mi mejor amigo y no debería decirme eso.

De repente, comencé a recordar el comentario culiao que había puesto en la foto que había posteado.

<<"Uf, con el hueón que se metió😂">>

[...]

La primera clase pasó normal. Mis compás de curso intentaban animarme, pero en serio que la actitud del Alfonso me sacó de órbita.

-¿Que huea te pasa, Benja?- me preguntó la Anto.

-Nada.- respondí. Me acomodé en la silla y frunció el ceño.

-¿Pasó algo con la Ignacia?- volvió a preguntar y sonreí.

-No, tá todo bien.- le dije y asintió.

-Pero sonríe.- me dijo y negué.-¡Sonríe!- me gritó y me cagué de risa. Me tapé la cara, porque me había dao un ataque de risa y no quería que el profe me echara de la sala. Cuando pude respirar mejor, vi que la Anto me estaba grabando y de un movimiento rápido, la tomé de los brazos, intentando hacerle cosquillas para que dejara de grabar.

-¡Suelta la huea, cochina culia!- le dije con un tono medio flaitongo.

-¡Tshaa, que huea hermano!- gritó la hueona y me volví a cagar de risa.

La Antonia era la hueona más huebeadora del curso y siempre huebeabamos juntos y me grababa haciendo cualquier cosa.

[...]

La tensión entre mi mejor amigo y yo se notaba en el recreo. Era evidente que estábamos peleados y que ni nos mirábamos.

-¿Que onda cabros?, ¿estan bien?- preguntó la Mariana interesada, como siempre.

-Mmm...sí.- contesté mientras miraba a mi mejor amigo.

-Ya, oigan, ¿van a ir al carrete en la casa de la Cristina?- preguntó, de nuevo, la Mariana.

Todos los de mi círculo dijieron que sí.

Menos yo.

-¿Vai Benja?- me preguntaron al unísono.

¿Qué huea?

¿Se sincronizaron?

-Puta, no sé. ¿Puedo invitar a la Ignacia?- cuando nombré a la susodicha, la Mariana ya estaba poniendo cara, al igual que el Alfonso.

-Sí po.- me respondió la Belén y asentí.

-Ya, le voy a preguntar. Me viro de acá.- me fui solo a buscarla. La encontré en una banca sentada, escribiendo. -Hola.- saludé, levantó su cabeza y me sonrió.-¿Que está escribiendo, mi escritora favorita?- me preguntó y soltó una risita.

-Hola.- me contestó, se quitó los audífonos y dejó de escribir.-Estaba escribiendo unos apuntes del electivo de Biología.- me mostró y pude ver su letra ordenada. Literalmente todo, pero todo, tenía color y posts- it.

-¿Me puedo sentar?- apunté a la banca. Me miró raro y asintió.-Weno, te venía a invitar a un carrete, ¿querís ir conmigo?- le sonreí al final, pero ella hizo una mueca.

-¿Cuando es?- me preguntó como preocupá.

-Mañana, en la noche.- puso otra mueca.

-Mmm...no puedo, tengo que estudiar. Necesito un seis en la prueba de física, pero si querí anda tú, no tengo problema.- se bajoneó.

-Pucha, no sabía y quería ir contigo.- me rasqué la nuca.

-Pero anda nomás, no te preocupí. Ah, una cosa antes...- sabía que me lo iba a pedir.-no te curí.- hizo un puchero y yo sabía que me iba a decir eso.

-Ya, bueno.- intentaré no curarme, se lo prometí, nuevamente.

Me quedé un rato ahí con ella.

-Oye, ¿es muy difícil la huea de electivos?- le pregunté y negó rápidamente.

-Depende, pero teni que irte a uno que sea tu fuerte.- me contó y comencé a pensar.

¿Y en qué huea soy bueno?

-Pero, ¿tu electivo es muy difícil?- le pregunté y pensó un poco la respuesta.

-Mmh, no mucho.- contestó. De su mochila, sacó un pan.-¿Queri?, tiene manjar.- me ofreció y asentí. Partió el pan en dos mitades y me dio.

Me quedé con ella todo el recreo restante, hasta que sonó el timbre. Guardó rápido su cuaderno y sacó una libreta azul. Recordando mejor, ella siempre andaba con esa libreta...

-Ya, me voy.- tomó su mochila y se paró. Yo igual me paré y me quedé mirando sus ojos. Mi mirada viajó a sus labios y cuando iba a decir algo, sentí unos labios robándome un corto beso.

Se separó rápido y se fue roja, pero yo no reaccioné, me quedé como hueon.

[...]

Hablé con mis amigos en el grupo de WhatsApp y estuvimos todos de acuerdo en ir al carrete.

No pasaría nada malo.

[O eso creía]

N//A: Uy, se viene fuerte.

-WeaOriginal🌚✌

MANUAL: Cómo Superar A Un Ahueonao [CHILENSIS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora