Trente- neuf

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Ignacia:

Ha sido el mejor día, amaba estar de la mano con el Benja y sin sentir que había gente que hablaba, aunque siempre existirá ese tipo de personas. Cuando salimos de la sala, de donde estábamos, podía escuchar los rumores de minos y minas hablando. Ví caras super alegres, pero otras con ganas de matarme. Pasaron minutos que le había dicho que sí al Benja y ya habían minas queriéndome matar.

-Bueno, me voy.- le dije soltándome de su mano. Abrió los ojos asustado y me intentó volver a tomar la mano.

-¿Por qué?- veía su cara de asustado.

-Porque tengo clases po.- le dije y sonrió.

-Amor...- me sonrojé, bye.-No nada, vaya nomás a su clase.- me dio un beso en la frente y se fue. Por lo que tenía entendido, tenía que entregar algo.

Benjamín:

Le fui a entregar el trabajo al profe de Historia y me fui cagando a la otra clase que tenía.

Todo pasó normal.

Tocó el timbre para salir de clases y fui a buscar a la Ignacia a su sala, si no me equivocaba, creo que le tocaba electivo. La esperé afuera, hasta que salió hablando con un cabro, como de mi altura más o menos. Su tez era blanca y sus ojos eran verdes.

Me puse serio, medio rígido cuando vi que se acercaban.

-Hola, AMOR.- recalqué la palabra. Ella se paró al frente mío y el cabro, a su lado, también lo hizo.

-¡Hola!- me abrazó. Me daba risa porque tenía que pararse de puntillas para rodearme el cuello.

Me quedé callado, hasta que hablé.

-¿Y este hueón?- levanté mi ceja, sentía una mezcla de sentimientos.

-Un compañero.- me sonrió la Ignacia.

-Ya cabros, me viro de acá. Nos vemos, enana.- dijo el cabro, guiñándole un ojo a mi polola y lo miré peor. Se fue dejándonos solos.

-¿Enana?, así que enana...- repetí. La Ignacia me miró sorprendida.

-¿Estai celoso?- se rió al terminar de preguntar.

-Nah...- ¿estaba celoso, conchetumare?

-Mentiroso.- se rió, de nuevo.

-Es la verdad, no estoy celoso.- aseguré.

¿Estaba mintiendo?

-Bueno, solo es un compañero.- me miró.-Dame un beso.- pidió y se paró de puntitas para intentar darme uno.

Ni me moví.

-¡Ya po!- reclamó.-¿Te enojaste?, puta Benjamín, ya te dije que solo era un compañero de clases.- se cruzó de brazos.-Sabí que cargan los celos hueón, hasta soy capaz de terminar esta huea por eso.- me dijo seria y sonreí.

¡Tan chica y tan chora!

-Es broma.- le dije y me acerqué a darle un beso corto.-Ya, vamos.- tomé su mano y nos fuimos a la salida. Una vez afuera, sonó mi celular y contesté.

Llamada entrante: Mamá.

-Aló?

+Benjita, mi amor, ¿Como te fue con la Ignacia?- sonreí, yo le había contado a mi mamá sobre la Ignacia y eso que no le contaba todo tan fácil. De hecho, casi nada le contaba a mi mamá.

-Bien, bien.

+Entonces, tráela. Pedí permiso en el trabajo pa conocerla

MANUAL: Cómo Superar A Un Ahueonao [CHILENSIS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora