Creo que mi ánimo por los suelos demuestra que, a pesar de que tengamos cogida a la perfección la primera canción que cantaremos, September, no me salga tan bien como espero.
La voz sí, pero el baile lo hago desganada y creo que se nota, además de tener que bailar con Mario, no puedo hacer otra cosa que intentar disimular después del palo que me acabo de llevar: Elías va a casarse.
Va a ser cierto que las malas noticias nunca vienen solas.Siempre que hacemos esa actuación terminamos agotados por la energía que tenemos que derrochar de principio a fin. Pero eso sí, la canción es tan animada que conseguiremos la atención de todos los espectadores, algo bueno tiene que tener.
Cuando terminamos y Elías nos deja unos minutos de descanso, acabo tumbada sobre las tablas del escenario, enseguida siento una presencia a mi lado y el perfume de Mario llega a mis fosas nasales.— Anoche no viniste, estuve esperándote — También está tumbado, aunque de perfil y apoyado en su codo, mirándome — Además, hoy parece que te has pasado todo el día esquivándome, ¿va todo bien?
— Si, Mario, mejor que nunca — Bufo, mirando los focos, ahora apagados, del techo.
— Vaya... pues no lo parece — Arruga la nariz sin quitarme los ojos de encima. — Ya sabes que te ayudaré y te apoyaré en lo que sea... siempre.
Sus palabras me producen pena a la vez que impotencia. Un nudo se instala en mi garganta y siento que tengo ganas de llorar de nuevo por toda la situación. Que Mario me haya engañado y utilizado se ha convertido en el menor de los problemas, pero que Elías vaya a casarse... no me lo termino de creer. Parece que todo va a desvanecerse de repente y yo solo espero el momento de que eso pase.
— Ya basta de descanso — Elías da palmadas una y otra vez — ¡Vuelta al trabajo!
Irene y Edgar son los primeros esta tarde que ensayan su dueto, aunque bueno, en realidad es Irene la que canta casi toda la canción y la magnífica voz de mi amigo apenas se escucha en toda la actuación. Lo miro con tristeza, deseando que las palabras mías y de Diana hayan hecho mella en él. De momento no lo parece.
Elías corrige varios errores de Irene, creo que intenta convencerla de que deje alguna estrofa para Edgar, pero ella se niega en rotundo y él se calla sin más.
Cuando es nuestro turno, lo primero que hace Mario es extender su mano para ayudarme a subir al escenario, pero yo, disimuladamente, la esquivo y subo sola. Me mira con el ceño fruncido, cosa que me da completamente igual. Tengo que aguantar y actuar como él lo está haciendo, pero si ya se me hacía difícil, ahora se me hace imposible.La canción quiero que vuelvas, es romántica donde las haya, de esas donde te miras, te sonríes... donde debe notarse una complicidad que ahora mismo no hay por ningún sitio. ¿Cómo cantar una canción así con alguien como Mario?
Elías da por finalizada la clase como tres cuartos de hora después, ese día espero a Diana enseguida para contarle todo. Ahora que lo sabe puedo aprovechar y desahogarme. Nos sentamos en uno de los sillones esquinados de la sala de juegos mientras le cuento cada detalle.
— ¡No puede ser! — Se tapa la boca con ambas manos — ¿Me estás diciendo que has empujado al tío que te vuelve loca a casarse con otra?
— Suena peor todavía cuanto tú lo dices — Arrugo la nariz, mosqueada — Pero sí, es justo así. No es que yo le haya lanzando a sus brazos, pero sí he ayudado a que, si tenía dudas, supiera lo que tiene que hacer.
— Oye... — Tuerce los labios pensativa — Y ahora que sabes que te escucha, ¿por qué no le haces cambiar de opinión? Solo tienes que decirle todo lo contrario a esa noche.
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El sueño de Julieta.
Roman d'amourJulieta es una adolescente que toda su vida ha vivido en orfanatos, pero es la chica más feliz del mundo haciendo lo que más le gusta: cantar. Cada noche sueña con ello, con cantar junto a una persona que aparece cada noche en su mente, aunque todav...