Como en el viaje de vuelta la mayoría de mis compañeros están dormidos, incluida Diana, me siento junto a Edgar, que es el único con el que puedo charlar de todo lo que ha pasado ya que como yo, no tiene una pizca de sueño. Recordamos todo lo del día anterior emocionados, sin terminar de creernos que ya estamos en toda una final.
— En serio, lo de ayer fue impresionante — Me dice con una sonrisa de ilusión, con sus rizos cayendo sobre su frente — Fue la mejor canción que hemos cantado nunca.
— Estuvo genial, sí — Me muerdo el labio inferior, pensando en las nuevas canciones, en las de la final — ¿Tienes pensada ya alguna?
— Queda todo un mes — Se encoge de hombros — Pero cualquiera estará bien si la cantamos juntos.
Asiento, pero no estoy con él en todo. Pienso que está demasiado confiado, y es que sí, nos hemos clasificado, estamos entre los diez mejores grupos, pero parece que no tiene en cuenta que hay nueve más, a cual mejor de ellos, y que tenemos que trabajar todo este mes para ser ganadores, ya que nadie va a regalarnos nada.
— Oye, ¿ayer os quedasteis mucho más tiempo? Era tarde cuando nos fuimos a la cama — Pregunta ahora, con una ceja levantada.
— No, bueno... solo unas cuantas canciones más — Contesto, sin mentirle del todo, solo un poco.
Lo cierto es que el grupo terminó su actuación pero no me quería ir, y al parecer Elías tampoco. Nos quedamos ahí, sin parar de hablar, de bromear, de reír, él y yo. Para qué mentir, fue uno de los mejores momentos que he pasado a su lado.
Al final Edgar cae rendido, y yo, al cabo de un buen rato, más por aburrimiento que por otra razón, también.
***
Llegamos al orfanato tarde, casi es la hora de la cena. Allí nos reciben como si de unos auténticos campeones se tratara, incluso preparan en el comedor unos globos y unos cuantos aperitivos colocados en varias mesas. No nos lo esperábamos en absoluto y observamos todo con la boca abierta, es increíble todo lo que estamos haciendo sin darnos cuenta.
Nadie falta a la gran fiesta, y eso que no hemos ganado, si lo hacemos ni me imagino lo que pueden llegar a preparar. Incluso Lola, aunque mañana hay clase, nos deja quedarnos una hora más pasada la media noche, de regalo, aunque eso sí, antes de irse a la cama, nos pide que mañana lleguemos puntuales a primera hora.
Solo quedamos alumnos, ya que todos los profesores se marchan junto a la directora para dejarnos un poco de libertad. Bailamos, cantamos y disfrutamos como ninguna otra noche, celebrando sin parar.
— Hola Juli — Cuando siento una mano en la espalda, me doy la vuelta y veo a Mario — Suena la canción que canté ayer.
No me había fijado, pero sí, tiene razón, no hay nadie más suena a un volumen moderado por todo el comedor.
— Es verdad — Le sonrío, complaciente — Es bonita y lo hiciste bien, me gustó mucho.
— Ya sabes... cuando sientes cosas es mejor plasmarlas cantándolas, tú me enseñaste eso — Susurra, acercándose más de lo que me gustaría.
Quiero poner distancias, de nuevo tengo que hacerlo a pesar de que creía que había quedado todo claro entre nosotros, así al menos parecía en las últimas dos semanas.
— Mario, por favor... — Doy dos pasos atrás, mordiéndome el labio inferior nerviosa.
Pero alguien llega a mi rescate, por llamarlo de alguna manera. Prometo que sin querer, en un primer momento, pienso que Elías ha venido y es él el que pone un brazo sobre mis hombros, pero el olor que me llega no es suyo, lo reconocería enseguida, es mi mejor amigo el que acude a mi llamada en silencio.
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El sueño de Julieta.
عاطفيةJulieta es una adolescente que toda su vida ha vivido en orfanatos, pero es la chica más feliz del mundo haciendo lo que más le gusta: cantar. Cada noche sueña con ello, con cantar junto a una persona que aparece cada noche en su mente, aunque todav...