Capítulo 8.

456 48 17
                                    

Camino tras mis dos amigos, escondida como si de verdad pudiera ocultarme de Elías, que ya nos espera sentado en uno de los asientos centrados de la primera fila con la hoja de inscripción a las pruebas en una de sus manos, y con un bolígrafo en la otra, imagino que para apuntar quien pasa y quien se queda en el camino. Solo sé que quiero formar parte del primer grupo.

Todos los aspirantes nos sentamos tras él, ocupando la segunda y tercera fila, agrupados por amistad seguramente, nerviosos y ansiosos a partes iguales.

Elías va llamando a alumnos al escenario, y agradezco no ser de las primeras. Siempre intento quedarme resguardada y reservarme para el final. Diana sí es de las primeras en subir y tocar varias canciones para los cantantes. Sus pruebas son distintas a las nuestras, no tienen que preparar nada, solo improvisar... y lo cierto es que eso a mi mejor amiga se le da como a nadie y así lo demuestra.

Pasada una media hora y alrededor de diez o doce canciones, es el turno de Edgar. Me mira por encima de hombro y le deseo suerte con ambos pulgares arriba, aunque no lo necesita, él lo hace bien siempre... o bueno, casi siempre. La única canción que hasta ahora se le ha resistido ha sido Just a dream, la favorita de Elías.

Ya sé la canción que va a interpretar, pero aun así escucho atenta para así poder trasmitirle calma y energía, está nervioso y se le nota al principio, menos mal que luego, poco a poco, se adapta a la perfección y acaba con un merecido aplauso de parte de todos.

— Julieta, es tu turno — Escucho mi nombre pronunciado por Elías en la lejanía, como si estuviera soñando de nuevo. Me levanto con las piernas tambaleando, pero se me pasa cuando observo que mi profesor no me está mirando, al menos de momento, solo escribe cosas en la hoja.

Subo las escaleras del escenario y Diana, tras la batería, me guiña un ojo y me pide que me calme, asiento nerviosa mientras con ambas manos agarro el micrófono y lo acerco a mi boca. Los primeros compases de Gris, la canción definitiva que tanto me ha costado elegir, comienzan a sonar.

Me he decidido por ella porque me encanta, pero sobre todo por la reacción de Edgar cuando la he cantado esta misma mañana. Si es lo que puedo provocar en todo aquel que ahora me escuche, estaré más que orgullosa.

Me adentro por completo en la melodía, en la letra, cierro los ojos para no distraerme con nada y comienzo. Suelto y expulso el aire mientras canto sin parar durante los tres minutos y solo abro los ojos una vez terminado y cuando escucho los aplausos.

— ¡Increíble! — Diana se acerca a mí y me da uno de esos abrazos de mejor amiga que agradezco y no sabe de qué manera, es como si me sostuviera ahora mismo. — No te lo digo porque sea yo, pero eres una pasada.

— ¿Ha estado bien? — Como ella ha dicho, es mi amiga y siempre va a decir que lo hago bien, necesito una señal de alguien más.

— Ha sido espectacular, Julieta — Elías se pronuncia, aunque se mantiene sereno como espectador.

Asiento y me alejo de ahí cuanto antes, tienen que terminar las actuaciones como solista hasta que nos toque de nuevo, aunque este vez en parejas. Voy en busca de un vaso de agua para suavizarme un poco la garganta, aunque no me ha costado demasiado llegar a las notas más altas. Edgar está ahí y ambos nos fundimos en un abrazo tranquilizador.

— Ya está, Juli, casi ha pasado — Me coge la cara con ambas manos para mirarme a los ojos — Una más y esto habrá acabado.

— Lo has hecho genial — Le digo, él sonríe.

— Tu también, te he visto desde la puerta y has dejado a todos con la boca abierta, esa canción ha sido una gran apuesta.

Volvemos de nuevo, ahora canta Irene y lo hace bien, siempre lo hace bien. Solo espero hacerlo yo mejor, aunque la decisión final no depende de ninguna de los dos, si no de Elías, de quien consiga emocionarlo hoy. Conmigo estaba con el semblante serio, sin decir nada, ¿eso es mala señal?

La siguiente media hora escuchamos a todos los demás. Ya no queda mucho, ya que para los dúos solo hay dos parejas, la nuestra y la de Irene junto a Mario, otro de los chicos del orfanato con el que puede que haya cruzado dos palabras en años. Primero es su turno y tengo que admitir la gran complicidad entre ellos, aunque no me sorprende, su carácter prepotente es bastante parecido.

Edgar me coge de la mano cuando Elías nos llama al escenario, y esta vez no me aparto, necesito su agarre y la confianza que parece mostrar. Nos cruzamos con Irene y Mario y nos miran por encima del hombro, como si supieran que han ganado sin ni siquiera habernos escuchado.

Me acerco al chico que va a tocar nuestra canción para indicarle cuál es. Una vez que la busca y comienza con ella, miro a los ojos a Edgar y asiento. Él me sonríe y estira la mano para que me acerque. Tengo que empezar yo a cantar, así que lo hago mientras le cojo la mano... esto es lo bueno de cantar con tu mejor amigo, que lo conoces tan bien que sabes qué va a hacer en cada momento. La canción Complicidad, que es por la que nos hemos decantado, suele salirnos genial.

Y es muy distinto a cuando lo hago sola, Edgar sabe llevarme, meterme caña cuando debe y calmarme cuando tiene que hacerlo, siempre está suelto sobre el escenario aunque él crea que no. Me hace soltarme e imaginar que solo estamos él y yo ahí encima aunque en realidad nos esté rodeando tanta gente.

Cuando cantamos juntos, expulso el aire por la nariz y alzo los ojos al techo, pero cuando vuelvo a tierra firme, estoy a punto de equivocarme porque lo que veo no me había pasado jamás. No es Edgar quien canta conmigo y coge mi mano libre, si no Elías. Me desconcentro por un segundo, pero me obligo a volver a la canción, sacudo la cabeza y mi amigo vuelve a estar ahí. Elías solo está sentado, como desde el principio. Solo nos queda un estribillo y por fin terminamos, estaba deseando hacerlo.

Todo son halagos y felicitaciones para los dos, sonrío amable mientras mis ojos buscan con desesperación a Elías, cuando por fin lo encuentro, él también está mirándome a mí mientras asiente una y otra vez, como si estuviera orgulloso de lo que acaba de ver, puedo notarlo.

Pero yo no puedo olvidarme de lo que acaba de pasarme, ¿por qué él? ¿Por qué mi cabeza ha hecho que fuera él el que estaba en el escenario conmigo? 

_____________

¡¡Hooola!!♡ 

Como siempre, os agradezco todo y os dejo las canción que he nombrado, ¡espero que os gusten!

¡¡Os leeeeeeo siempre!!

El sueño de Julieta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora