"La última vez que visité aquel río estábamos los dos completamente solos.
Nos comunicábamos con sonrisas, como solíamos hacer. Como estaba planeado.
Tan sólo nos percatábamos de nuestra compañía por el calor de nuestros dedos entrelazados.
Ahora, aquellas imágenes casi irreemplazables vuelven cómo un fantasma por las noches.
Estás demasiado lejos.
O es que simplemente ya no estás".La vida viviendo con Jimin era feliz. Feliz para cualquier persona que pudiese prestarle atención suficiente a su pareja. Durante los primeros meses de nuestra relación, todo iba de perlas. Todo eran risas en exceso, abrazos, besos, sexo y confianza entre ambos. Lo que había estado buscando por tanto tiempo. Era perfecto. Con el pasar del tiempo, las cosas dejan de ser sólo cosas hermosas y la monotonía acaba por destrozar tus ilusiones. Sin razón aparente, la relación empezó a apagarse y a perder casi el brillo que la caracterizaba. Aunque en el fondo sabía que era por mi culpa, porque era yo la única que no se encontraba realmente cómoda. La única que no llegaba a encontrar la felicidad.
Últimamente estaban sucediendo una serie de catastróficas desdichas en Seúl. Más de lo que una vez fue normal para mí. Pudo ser porque poco a poco todos nos fuimos distanciando en un punto del camino y, debido a eso no teníamos a penas información de nuestros amigos (O de lo que quedaba de ellos). Lo básico era algo suficiente que podía llegar a los oídos de Jimin y a los míos. Realmente la comunicación habría llegado a ser casi nula si no fuese porque Taehyung y Clàudia hacían de puente para todos nosotros.
Me habían contado algunas cosas sueltas, por ejemplo que Namjoon y Seokjin tenían planeado irse a vivir a Goyang con la idea de adoptar a un bebé. Habían decidido hacerse padres de una vez por todas. Por otro lado teníamos a Hoseok que tenía planeado dejar el trabajo de camarero en la cafetería, para crear su propia escuela de baile. Pero por problemas de dinero, no podía hacerlo y tenía que conformarse con trabajar por un tiempo más. Mientras tanto Jimin y yo continuábamos nuestras vidas juntos, a pesar de estar cada vez menos pendientes del otro. Él trabajaba a todas horas en una empresa de modelaje, tenía suerte si lo veía 2 veces a la semana por casa. Era algo que ya ni me preocupaba, salía tanto y trabajaba tanto que no tenía tiempo para mí. Pero no era nada nuevo. Yo trataba de ocupar mis días estudiando para la universidad. Estudiar periodismo era algo que había deseado durante toda la vida y ahora que me habían aceptado, no iba a desperdiciarlo por nada en el mundo. Absolutamente por nada.-Me voy a trabajar.- Jimin cogió las llaves del coche, se las metió en el bolsillo y me sonrió. -No se cuando llegaré, así que no me esperes despierta.
-Nunca lo hago.- Musité mientras subrayaba las partes más importantes de un texto que debía estudiar. No le prestaba mucha atención.
-Te quiero.- Pareció no escucharme o prefirió ignorarme. Fuese lo que fuese, se acercó a mí y me besó la frente antes de marcharse por la puerta.
En cuanto escuché el sonido del motor y poco después como el coche se alejaba por la carretera, comencé a guardar las hojas y los libros que había estado utilizando para disimular. Saqué mi teléfono móvil, lo puse sobre la mesa y comencé a escuchar la radio desde él. Lo que menos me apetecía en aquel momento era ponerme a leer algo que tuviese que ver con la carrera. Apoyé los pies sobre la mesa, aprovechaba el estar sola porque si no Jimin se hubiese puesto como un loco tratando de sentarme bien.
Palpé con mis palmas mis caderas hasta encontrar mi bolsillo. Metí la mano en este y saqué un paquete de cigarrillos casi destrozado, a saber cuanto tiempo había estado ahí.-Joder.- Chasqueé la lengua, solo me quedaba uno.
Volví a guardarlo en su sitio y me quejé en voz baja. Estaba sola, sí. Pero necesitaba desahogarme de alguna manera. Tardé en percatarme del cambio de música, ahora ya no estaba sonando la radio. Una llamada entrante de Clàudia había interrumpido mi momento de tranquilidad, siempre hacía lo mismo. Cuando necesitaba que me interrumpiera para escaquearme de alguna tarea, no lo hacía. Pero cuando necesitaba mi momento de tranquilidad, ahí estaba ella.
-¿Qué ha hecho Taehyung ya?.- Pregunté al segundo después de aceptar su llamada entrante.
-¿Él? Hoy no ha hecho nada.- Escuché un sonido de cristales rompiéndose desde la otra línea. -Olvídalo, acaba de romper nuestra última vajilla. ¡Taehyung idiota! Ahora tendremos que comer del suelo.
-Deberías probar a comprar unos platos de plástico.- Estaba dentro de la conversación cuando no iban conmigo sus discusiones.
-Será la mejor opción al final, pero seguro que acaba por encontrar la manera de romperlos también.- No pudimos evitar sonreír ambas a la vez, tenía razón después de todo. Mi hermano era así de torpe desde siempre.
-¿Necesitas algo? Nunca me llamas a estas horas.
-Necesito que me hagas un favor.- Su voz sonaba más seria de lo normal.
-¿Qué ocurre?.- Cogí el móvil con fuerza, estaba preparada para cualquier cosa.
-Escucha...
-¡NOS VAMOS A CASAR!.- Tae estuvo a un decibelio de dejarme sorda para toda la vida. Me preocupé más por la poca audición que me quedaba antes que de la noticia tan importante que acababan de darme.
-¡A ver, imbécil!.- Hice un pequeño parón ahogando un grito de alegría dentro de mí. -No puede ser...
-Sí, puede ser y además estás obligada a venir. Lo he planeado todo. Iré a tu casa y me prepararé contigo, vas a ser la dama de honor y además voy a darte una grata sorpresa. De nada.- Concluyó Clàudia antes de colgarme y dejarme sin palabras. Lo había hecho para evitar que me negara a ir.
-Pero oye... Yo...- Dejé caer un largo suspiro.- Me has colgado y parezco estúpida hablando sola. Debería parar de hablar.
Me puse las manos en la cabeza. No sabía si se trataba de una broma o no. Aunque con el nerviosismo con el que se expresaban lo último que podía pensar sería eso. ¿Jimin estaría invitado? ¿Cuándo se celebraría la boda? ¿Cuál iba a ser la sorpresa? y por último. ¿Por qué narices tenían que meterme siempre en sus cosas? Hubiese preferido ir como una invitada normal a comer de gratis y gorronear un poco. Haberme convertido en la mejor amiga de la novia, iban a significar más problemas que alegrías.
Volví a coger el móvil y casi sin pensarlo, sonreí a este. A pesar de todo lo que pudiese pasar y a pesar de estar metida en ello, no podía ser más feliz por esos dos. Se merecían su momento de gloria.
Volví a poner la radio una vez más, sin interrupciones y dispuesta a organizar mi cabeza después de aquella noticia. Pero, mis pensamientos se vieron más revueltos después de la última canción que acababa de sonar. Aquello no me lo esperaba en absoluto. Estaba sonando "So far away" en la radio y estaba segura de que lo era. La canción que había escrito Yoongi para nosotros estaba saliendo a la luz por alguna extraña razón inexplicable. Pero la voz a la que se había acostumbrado mi cabeza no era la misma.
Ahora era una chica quien la cantaba.
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𝑂𝑛𝑙𝑦 𝐹𝑜𝑜𝑙𝑠 𝐹𝑎𝑙𝑙 𝐹𝑜𝑟 𝑌𝑜𝑢 ──𝐌𝐢𝐧 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐠𝐢
Romance𝐎𝐅𝐅𝐅𝐘| ❝Get away from me. Get away from dark nightmare❞. ◦ 𝗠𝗮𝗻𝘁𝗲𝗻𝗺𝗲 𝗲𝗻 𝘁𝘂𝘀 𝗯𝗿𝗮𝘇𝗼𝘀 𝗵𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗺𝗶𝘀 𝗺𝗶𝗲𝗱𝗼𝘀 𝘀𝗲 𝗮𝗹𝗲𝗷𝗲𝗻 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝘀𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲. Después de tanto tiempo, las cosas no habían cambiado. 𝗬𝗼𝗼...