El frío de aquella noche helaba hasta el rincón más escondido del corazón. Aunque la rabia y la impotencia de aquel momento debían tener a mí cuerpo y a mí alma en llamas. Pero con el paso de las horas, me daba cuenta de la tristeza azul que empezaba a teñir mi piel. Había pasado casi un día y continuaba sin tener noticia alguna de Yoongi. Su teléfono esta vez avisaba de su estado de desconexión y no había rastro de él por ningún sitio. Empezaba a pensar que tal vez las declaraciones de Jimin eran mucho más acertadas de lo que podía imaginar. Quizás aquel idiota había preferido formar una familia con la chica correcta, aquella que no era yo. Sin embargo, fuese lo que fuese, esperaba al menos una última noticia. El poco valor que le quedara para decirme la verdad.
Me quedé sentada en el sofá, en un silencio completamente aturdidor. Taehyung estaba en la otra habitación, sin saber qué hacer o qué decir. Aunque seguro que pensaba "Te dije que aquel cabrón volvería a hacerlo" y yo con una mano en el pecho, aplastando mi orgullo, le habría respondido el lo siento más sincero de todos. Sabía que las cosas no iban a ser fáciles, pero esperaba al menos que lo fuesen un poco más. En comparación a todo lo que ya habíamos vivido, esto se hacía más cansado que doloroso. Y me veía ante aquel mismo espejo de la misma forma que siempre, cómo una idiota enamorada. Y no cualquier idiota, porque no cualquiera aguantaría todo lo que le echaran encima por la persona a la que ama. Pero por hacer lo que dictaba mi corazón no dejaba de convertirme en una idiota.
Apoyé mi cara en mis congeladas manos, mientras poco a poco hundía las mejillas en mis puños. Tenía ganas de llorar, sin saber por qué. Sólo quería llorar. Porque tampoco sabía a la perfección si lo que pensaba de Suga era la realidad. Aún si todos supiesen que era lo más posible, yo quería seguir confiando en lo nuestro.
Escuché el sonido de la llave chocar con la cerradura varias veces, cómo si alguien estuviese intentando entrar a casa. Miré el reloj, eran las diez en punto. Suspiré agotada, preparada para una larga charla y quizás algún que otro grito. Me quedé parada delante de la puerta, con los brazos cruzados y una expresión de decepción manchando mi rostro. La puerta se abrió torpemente, mostrando detrás de ella la sombra de el empapado peliverde buscando respuestas.-Por fin he encontrado mí casa.-Sonrió mientras daba pasos desincronizados, tropezándose con todo aquello que había en su camino. Estaba completamente borracho. -La vecina casi juega al béisbol con mi cabeza por intentar entrar a la suya. Menuda imbécil.
-Estás borracho.- Sentencié con un doloroso nudo en la garganta.
-Y tú borrosa.-Cerró la puerta con fuerza y se apoyó sobre esta. Se daba golpes en la cabeza mientras trataba de enfocar su vista mejor de mí. -Quítate del medio y haz algo, no sé cómo darme una botella de Whisky.
-No te voy a dar una puta mierda, deja de hacer el gilipollas y ven ahora mismo.- Me dirigí con paso firme al sofá y me senté de nuevo en este. -Tenemos que hablar.
Él se quejó cuál niño pequeño, haciendo pucheros y arrastrándo los pies con mala gana por todo el suelo. Tiró las llaves al suelo y se dejó caer sobre el sofá a mí lado. Mirando aquella expresión somnolienta me di cuenta de que lo último que iba a hacer Yoongi era escucharme.
-¿Por qué haces esto? Joder, todo iba tan bien...- Me llevé las manos a la cabeza. Un montón de sentimientos inundaron mi mente en aquellos momentos. No sabía cómo sentirme, cómo reaccionar o cómo arreglarlo. Simplemente me sentía impotente y, sola. Muy sola ante aquellas circunstancias tan desconocidas.
El chico lanzó un pequeño gruñido y le dio un golpe a la mesa con su mano cerrada. Se levantó del sofá después de propinarle una patada a la misma y tirar todo lo que había encima de ella por el suelo.
-Estoy hasta los huevos. No aguanto más esta mierda Noelle.- Si le temía a algo en esta vida, aquello era a la agresividad del Yoongi borracho. Porque de todas sus fases, esa era la que rompía corazones, relaciones y todo lo que se le cruzara por esa cabeza. -Vives siempre en tú mundo de mierda, pensando que porque tú eres feliz todo el mundo lo es. Deja de comportarte cómo una puta niñata, de creer que sólo sabes sufrir tú y que tus demás tonterías son más importantes que cualquier otra cosa. ¡No te soporto! Nunca más, esto a terminado.
Caminó tambaleándose hasta la puerta. Después de aquellas palabras me había quedado realmente vacía. Comprendí que no sólo iba borracho, si no que también se había vuelto a drogar. O algo aún peor, nunca lo había dejado. Quise levantarme para perseguirle y así detenerle. Era un puto gilipollas, pero no podía dejar que fuese a la calle en esas circunstancias. Sentía la necesidad de continuar protegiendole. Pero antes de que pudiese agarrarle de su vieja chaqueta de cuero, una mano se adelantó a la mía y le agarró por ambos hombros. Miré a mi hermano incrédula por unos segundos. Los más lentos de mí vida en los que podía ver perfectamente cómo Taehyung no dejaba de golpear repetidas veces la cara de Yoongi. Parecía cómo una película, en la que no podía hacer nada más que quedarme quieta observando la escena.
-Maldito hijo de puta, eres un puto desagradecido de mierda y un yonki asqueroso.- Las palabras de mi hermano sonaban duras, rencorosas y a su vez decepcionadas. No dejaba de golpearle ni un segundo, aunque sus ojos cristalinos se iban llenando de lágrimas y cada vez los golpes iban cesando junto al aparecimiento de su tristeza. -Ojalá te mueras, puto cabronazo...
-¡Basta Taehyung!.- Le cogí del brazo y traté de hacer toda la fuerza posible para evitar un inminente golpe. -Por favor, te lo suplico.
Se separó de él. Soltandole en el suelo y dejando al chico ensangrentado tratando de levantarse del suelo. Yoongi se agarró al marcó de la puerta, sin fuerzas. Consiguiendo el caerse varias veces en el mismo lugar. Corrí a tenderle una mano, me sabía demasiado mal todo lo que había pasado. Traté de levantarle, pero me apartó las manos con un fuerte golpe y se fue alejando de nosotros, convirtiéndose en un pequeño punto negro en la lejanía. Empecé a hiperventilar cómo nunca lo había hecho, viendo toda la sangre extendida en el suelo, el desastre que se había formado alrededor y por supuesto por ver a mí hermano con el mayor arrepentimiento del mundo en una esquina sentado en el suelo sin dejar de llorar.
Las cosas ya no podían ir peor.
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𝑂𝑛𝑙𝑦 𝐹𝑜𝑜𝑙𝑠 𝐹𝑎𝑙𝑙 𝐹𝑜𝑟 𝑌𝑜𝑢 ──𝐌𝐢𝐧 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐠𝐢
Lãng mạn𝐎𝐅𝐅𝐅𝐘| ❝Get away from me. Get away from dark nightmare❞. ◦ 𝗠𝗮𝗻𝘁𝗲𝗻𝗺𝗲 𝗲𝗻 𝘁𝘂𝘀 𝗯𝗿𝗮𝘇𝗼𝘀 𝗵𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗺𝗶𝘀 𝗺𝗶𝗲𝗱𝗼𝘀 𝘀𝗲 𝗮𝗹𝗲𝗷𝗲𝗻 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝘀𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲. Después de tanto tiempo, las cosas no habían cambiado. 𝗬𝗼𝗼...