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Él sonrió impasible y rodó los ojos. Sin haberme dado cuenta le había lanzado una pequeña lanza de guerra. 

-Pero eso es algo que no ha cambiado de ti. -Respondió el chico ante mi impulsivo ataque.- Sigues siendo una cría rencorosa y quejica.

Me mordí la punta de mi lengua para evitar soltar alguna barbaridad más. Notaba perfectamente como le había molestado mi actitud.

-Tú sigues siendo un capullo.- Me crucé de brazos y giré mi cabeza para evitar completamente su mirada fija en mí.- Un completo capullo Yoongi.

-Es parte de mí encanto.

Me levanté de la silla, arrastrando esta con fuerza por el suelo para que se diese cuenta de que me iba a ir. Cogí mi vestido y lo levanté un poco, para permitir a mis rodillas poder moverse con más facilidad y así lograr irme lo más pronto posible de ahí.
Aproveché para meterme en el baño y esconderme durante un buen tiempo. Quizás hasta que él se cansara de esperar a mi regreso y se largase o hasta que se hiciera de día y nadie estuviese por los alrededores. La única idea que tenía clara en mente era la de el daño que me estaba haciendo por dentro el reencuentro con Suga.
Poco a poco, empecé a sentirme muy mareada. El dolor de cabeza se hacía cada vez más presente en mí y comenzaba a encontrarme terriblemente mal. Acabé por encerrarme con pestillo en uno de los váteres hasta escupir mis pulmones. Porque sí, no podía dejar de vomitar. 

-Joder, joder...-Cada vez la idea del embarazo se me hacía menos extraña y la veía como una muy posible opción.

Me quedé sentada en el suelo poco después de tirar de la cadena. Estaba desgastada y completamente agotada. Tanto física como mentalmente. Me encogí sobre mí misma, abrazando mis rodillas con mis brazos y apoyando la cabeza en estas. ¿Qué iba a hacer ahora?. Estaba tan segura de que las cosas iban a ir mal, que no podía tomarme como una alegría el hecho de ser madre. Simplemente no quería tener un hijo y menos si se trataba del hijo de una persona a la que no quería. Quise romper a llorar, destruir todo y salir corriendo hasta mi casa. Abandonar la fiesta, dejarlo todo y  perderme. Quería dejar de sentirme como una puta mierda.
Pero preferí no hacerlo y conservar lo máximo posible mi maquillaje. No quería que después de todo acabase hecha un desastre y que encima Yoongi se diese cuenta de todo. Aquel era otro de mis problemas, que iba a hacer yo ahora con él. 

Escuché un fuerte sonido, acompañado de un portazo. Aquello significaba que alguien acababa de entrar al baño. Solté un silencioso suspiro y me levanté con cuidado del suelo. Tratando de sacudir mi vestido con la fuerza que a penas tenía. Quité el pestillo y salí algo cabizbaja dispuesta a lavar mis manos y mi boca.

-Debe ser una mierda estar embarazada, ¿No?.

Alguien se encontraba apoyado en la pared repleta de azulejos verdes, cruzado de brazos y con una posición completamente despreocupada. 

-No estoy embarazada...-Musité.

Me quedé mirando a aquella figura irreconocible por unos segundos, tratando de adivinar quien podía ser esa persona que estaba parada justo ahí enfrente. 

-No, seguro que no. -Respondió aquella voz femenina.

Dio unos pasos hacia delante y se colocó delante del espejo que estaba a mi derecha, fijando su mirada en mí a través de este. No tenía más opción que echar a correr o pedirle a esa persona que por favor, no dijese nada a nadie. Y mucho menos a Suga.

-Por favor.- Murmuré tratando de que la menor gente posible escuchara mis palabras. -No le hables de esto al chico de traje extraño y cabello gris. No debe enterarse por ahora.

La chica río y me miró con aire interrogativo en su rostro. -¿Es de Yoongi?.

Me quedé helada, de piedra, simplemente paralizada. La peor parte de esta historia no es que le hubiese llamado Yoongi sin tener miedo a que este le pegara un bofetón hasta deslomarle. Si no que aquella chica tan preciosa y misteriosa, conocía al chico. Aquello significaría que un paso en falso por mi parte significaría perder absolutamente todo.

𝑂𝑛𝑙𝑦 𝐹𝑜𝑜𝑙𝑠 𝐹𝑎𝑙𝑙 𝐹𝑜𝑟 𝑌𝑜𝑢 ──𝐌𝐢𝐧 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐠𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora