𝑂𝑛𝑙𝑦 𝐹𝑜𝑜𝑙𝑠 𝐹𝑎𝑙𝑙 𝐹𝑜𝑟 𝑌𝑜𝑢 ──𝐌𝐢𝐧 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐠𝐢

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Quizás la mejor opción habría sido quedarme en casa, tapada con las sábanas hasta la cabeza y hecha bolita en una esquina de mi cama. Pero no, Jungkook siempre se adelantaba a mis pasos. Conseguía que bajo la fuerte presión de sus ojos cristalinos, aceptase por completo cualquiera de sus absurdos planes para olvidar el dolor. Incluso si eso significaba ir al bar de la esquina y hacer una apuesta sobre quien bebía más de los dos. Era la primera vez en meses que me encontraba con el chico, pero había estado demasiado ocupado como para pasar a visitarnos. En el fondo me alegraba de no estar completamente sola. Ahora no me hablaba ni con Jimin, ni con Hoseok y mucho menos con Clàudia. Encima los demás estaban demasiado lejos.
Y ahí estábamos, sentados en la barra uno al lado del otro. Que entre copas y copas, nos íbamos contando las vivencias de estos últimos meses. De alguna manera u otra teníamos que actualizar la información entre nosotros. 
La noche se iba volviendo cada vez más larga, llegó un punto en el que no podía beber más porque me iba ahogar. Nunca en mi vida había estado tan borracha cómo en aquella noche.

Mientras Kook aprovechaba para hacer una paradita en el baño, decidí coger mi teléfono y comenzar a borrar aquella larga lista de llamadas entrantes por parte de Clàudia. No la odiaba, en absoluto. Pero no era capaz de mirarle a la cara sin sentir la espina en el corazón por lo que había hecho. Estaba completamente jodida. 
Acabé despistándome y me quedé un buen rato observando las imágenes antiguas de mi galería. Estaba aparentemente repleta de fotos de paisajes de sitios a los que había estado visitando. Digo aparentemente, porque en una de estas, apareció una foto de Yoongi y mía juntos. Comencé a reírme en silencio al observar el panorama. Nos encontrábamos ambos sentados en un mismo sillón. Yo me encontraba posando con una amplia sonrisa y el chico con una característica cara de asco, cubriéndose el rostro con su gorro negro de lana. Mi pequeña sonrisa se vio interrumpida después de recibir una llamada del susodicho. De Yoongi.

No di un brinco por la clara posibilidad de acabar en el suelo del establecimiento. Pero me asustó tanto, que tardé en responder la llamada varios segundos. Mi corazón no dejaba de palpitar con tanta velocidad. A pesar de no escuchar al chico debido a todo el jaleo del bar, escuché su gruñido cómo si en aquel mismo lugar estuviese.

-¿Yoon-?.-A penas me dejó terminar de nombrarle y ya me había cortado para hablar él.

-Deja de hacer el gilipollas y girate.- Respondió él. Su voz era temblorosa y sin fuerza, cómo si le costase incluso vocalizar. Estaba más borracho que una cuba. O quizás era yo la borracha que no entendía nada de lo que estaba pasando.

Colgué el teléfono a duras penas y me giré. Y ahí estaba él, apoyándose en una de las columnas mientras me miraba con cara de pocos amigos. Empezaba a sentirme algo mal y la imagen de 3 Yoongis en un mismo sitio, no me ayudaba en absoluto.

Me reí. -Tranquilo abuelo, mañana te compro un Taca-Taca para que aprendas a caminar. No dejas de temblar.

-Cómprate un repertorio nuevo de chistes.- No podía tomarme en serio sus palabras, en cualquier momento perdería la conciencia.

-¿Has visto mi whisky? Joder...No sé que he hecho con mi botella...-Murmuré mirando hacía mis lados.

-Te la habrás bebido ya.

-Odio esta mierda, estoy mareada... Vayámonos a casa.- El chico suspiró. Supe perfectamente que había pasado de mi etapa de borracha agresiva, cortante y en busca de peleas. Y ahora estaba en la fase de chica quejica que necesitaba ayuda para encontrar hasta su propia casa.- Pero antes, ayúdame a buscar mi botella...

Entonces suspiré yo y el se negó- Avisaré a Jungkook. No sé qué coño está haciendo en el baño.

-Se estará follando a alguna...-Se río y se peinó el cabello hacia atrás.