♡ m.yg (i)

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Presente en los recuerdos de Min Suga; en el rincón más oscuro de su corazón.

Es difícil para todos creer que aquello fue real y que no tan sólo se trataba de un mal sueño. Oía a aquellas voces cuerdas decirme que estábamos malditos y que aquella iba a ser la primera de nuestras peores pesadillas. Porque alguien cómo yo, estaba obligado a vivir una historia injusta. Si tan sólo supieran todos los demás la verdadera extensión de esta historia. Lo profundo que era el iceberg de sentimientos en la familia Min. Entonces, quizás hubiésemos tenido salvación en aquel momento.
¿Lo que más me dolió? Fue pensar que si alguno de nosotros tenía que sucumbir ante la presión de todas aquellas miradas asesinas, ese iba a ser yo. No definitivamente él.


March - 13 yrs.

El invierno se marchitaba de nuevo. La primavera amanecía a la vuelta de la esquina cómo si fuese llamada por el canto de los pájaros. Pero por muchos cerezos que creciesen alrededor de Daegu, no eran lo suficiente rosados cómo para compararse a las pálidas mejillas del pequeño Min Yoongi. Corría por las calles gritando a todo pulmón y con aquellos pequeños ojos llorosos debido al frío que aún hacía. Había descubierto algo que estaba por cambiar el rumbo de su vida.

-Me voy a convertir en rapero.- Sonrió el joven mientras cogía una de las grandes mantas que adornaban el sofá y se la ponía a modo de capa. Estaba completamente congelado, pero había sentido la necesidad y el impulso de atravesar todas las calles para darles la noticia a su querida familia. 

-¿Y quién te ha iluminado el camino?.- El chico sentado en uno de los sillones del salón se giró inmediatamente hacia su dirección. -A veces tienes unas ideas muy raras.

-Hyung...- Murmuró Yoongi mientras se acercaba a su hermano mayor. Se agachó justo en frente suyo y recogió un trozo de tela. Parecía ser muy antiguo y sabía bien que era una de las pertenencias más valoradas por su hermano. -Se te ha caído. 

Se quedó parado, tendiéndole con una mano su posesión. Pero el chico comenzó torpemente a buscar en el suelo, palpando con sus manos todo aquello que estaba en su pequeño alcance. Aquellos ojos apagados y sin brillo no podían distinguir nada más que una eterna oscuridad. Y entonces, Yoongi lo recordó. Hacía varios años ya que Minho había dejado de distinguir los colores.  Al principio parecía temporal. Empezó siendo a los 8 años de Yoongi, Minho tenía 12 y le decía a su pequeño hermano que las flores del jardín siempre habían sido naranjas. Aunque él se empeñara en hacerle ver que no era cierto, que estas habían sido siempre azules. A los 14 el chico se ganó una buena cicatriz en la frente por no haber podido esquivar un enorme poste de luz. A los 15 aprendió a reconocer tan sólo una amplia gama de grises y el médico de la familia les dio una dura y cruel noticia. A los 16, Minho había perdido la vista.

Las manos del pequeño, comenzaron a agarrar las de su Hyung. Se sentía mal por no haber recordado su problema. Le dejó aquel trozo de tela sobre el regazo y le susurró un pequeño "Lo siento" que encogió el corazón de Minho. Este sólo respondió buscando su cabeza con la punta del dedo índice, y al encontrarla, le dio un par de palmaditas reconfortantes.

-¿Qué es eso de querer ser rapero?.- Continuó el chico regálandole una tierna sonrisa a su hermano. 

-Estaba en el recreo con mis amigos jugando a baloncesto.- Aunque Minho no era capaz de ver el brillo de sus ojos y la ilusión en su cara. Le bastaba con sus palabras para imaginárselo. -Y alguien puso una canción llamada Fly de Epik High. Creo que después de escucharla, me di cuenta de que yo quería hacer eso de mayor. Hyung, mi sueño es convertirme en un gran rapero.

-Quizás no pueda verlo, pero estoy seguro de que lo conseguirás.

Yoongi saltó a los brazos de su hermano cómo si fuese lo que más quisiera en el mundo. Sabía que por muy en contra que estuviese la familia de sus sueños, él sería quién siempre estaría ahí apoyándolo. 

𝑂𝑛𝑙𝑦 𝐹𝑜𝑜𝑙𝑠 𝐹𝑎𝑙𝑙 𝐹𝑜𝑟 𝑌𝑜𝑢 ──𝐌𝐢𝐧 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐠𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora