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Me levanté aquel sábado debido al fuerte olor a café del ambiente. Se sentía de una forma extraña, a diferencia de todos los tipos de café que había preparado en el trabajo. Era una aroma más suave y a su vez amarga, cómo la que amaba tomar Yoongi por las mañanas.
No tardé mucho en ponerme en pié y atar las sábanas alrededor de mí cuerpo. El suave tacto de estas, me transportaba a un universo paralelo.  Por no hablar de los recuerdos de la noche anterior que me envolvían con cierta ternura.

-¡Yoongi!.- Grité asomándome por la puerta. Quería asegurarme que aún seguía en casa.

Él reaccionó de una forma tranquila. Levantó su cabeza para poder cruzar su mirada con la mía y acto seguido, me regaló una sincera sonrisa de complicidad. Me acerqué a él dando largas zancadas y dejando caer pequeños gritos de ilusión, mientras él sólo podía agachar la cabeza avergonzado. Odiaba qué actuase como una niña, pero realmente no podía dejar de quererme por ello. 
Me senté justo delante suyo, colocando un gran bol de leche en la mesa y agarrando la caja de cereales con la mano que me quedaba libre. Yoongi continuaba dando vueltas a su café mientras me miraba con atención, parecía esperar algo de mí.

-¿Buenos días?.- Pregunté algo dudosa. Él dejó caer un pequeño suspiro y le dio un largo trago a su café.

-Buenos días.- Respondió después de dejarlo de nuevo en la mesa. Jugueteó unos instantes con sus dedos, dando círculos alrededor de la taza. -¿Y bien?.

Me encogí de hombros. -¿Y bien qué?. - Yoongi parecía extraño aquella mañana. Más que de costumbre.

-Qué cómo has dormido.- Respondió de forma algo agresiva.

-Joder, mejor que tú seguro.- Hizo una pequeña mueca, figurando un supuesto disgusto. Pero no podía ocultar del todo aquella preciosa sonrisilla.

Aproveché para poner una de mis manos encima de la suya. No se lo esperó, en absoluto. Parecía haberse sorprendido en un principio, pero aún así dejó su mano en el mismo lugar. Cómo si en el fondo, le hubiese encantado mí atrevimiento.

-Yoongi.- Por unos instantes traté de ponerme seria. -Creo que deberíamos hablar, tengo un par de dudas que no dejan de dar vueltas en mí cabeza.

Él apartó su mano para apoyar su cabeza en ella, haciendo que perdiésemos el contacto físico. Ninguno queríamos evitar esta conversación, pero era obvio que se sentía demasiado incómodo.

-¿Qué pasa?.- Lo dijo de una forma un tanto fría. No me molestó, pero si que me parecía demasiado extraña esa forma de actuar tan repentina.

-Iré al grano.- Sonreí nerviosa. -¿Qué se supone que somos?.

-Iré al grano.- Repitió él aún más serio que antes. -¿Qué quieres que seamos?.

-No lo sé Yoongi. Si lo supiese, no hubiese preguntado nada. -Miré unos segundos a mí alrededor, observando detenidamente cada detalle del apartamento. Me parecía difícil el hecho de aceptar el tiempo que había estado viviendo allí. Casi 2 años, qué parecían haber sido días. -Hay muchas cosas que no conozco de ti, y sé que hay varias que tú no conoces de mí. Quizás podríamos intentar conocernos Yoongi. Empezar por el principio, pero no dejar que nuestros sentimientos nos cieguen.  Simplemente conocernos realmente, con nuestros pasados, nuestros secretos y nuestros pensamientos incluidos. 

-Quieres empezar de cero, pero de la forma correcta.- Suspiró de forma aliviada. Cómo si un peso se hubiese marchado de su espalda. -Creo que estoy de acuerdo, aunque sea difícil. Hay mucho que te he estado ocultando y sé que ha sido la razón por la que esto no haya funcionado cómo dios manda. Pero estoy cansado de fingir y dejar que esto se vaya a la mierda. Así que sí, vamos a conocernos.

-Pues bien, empezaré yo.- Cogí una cucharada de cereales y me la metí en la boca. Mientras masticaba empezaba a pensar muchos temas que podría nombrar en aquel momento. Temas que jamás hubiesen salido de mí boca en otra situación. -Me llamo Noelle, tengo 19 años, casi 20,  y estoy enamorada de un pianista llamado Min Yoongi. 

-Noelle, algo qué no sepa.- Repitió el chico tratando de que arrancase.

-Nunca vas a poder conocer a mí madre.- Me mordí el labio con fuerza. 

-¿Y qué? No pensaba hacerlo. Tengo mala experiencia con el gilipollas de tú padre.- Empezó a reírse mientras me miraba de reojo. Al darse cuenta de que a mí no me hacía la misma gracia que a él, se detuvo. -Quiero decir... ¿Por qué?.

-Se podría decir qué no me tiene aprecio.- Yoongi me lanzó una mirada para hacerme continuar. Yo cerré los ojos y apreté mis puños con fuerza.- Yoongi yo... Soy adoptada.

Sus ojos se abrieron cómo platos. Dejó caer la taza de café, la cual en cuestión de segundos acabó hecha añicos en el suelo.

-Mí madre nunca me aceptó porque no fui hija de su sangre. La idea de adoptarme fue de mí padre, una de las razones por las que se divorciaron después. Así que, nunca vas a conocer a esa persona a la que llamo madre. ¿Sabes? Siempre he pensado qué si no quieres tener un hijo, no debes obligarte a tenerlo. Pero creo que tampoco es justo arruinarle la vida a un niño por esas tonterías. Por eso también preferí perder el bebé, antes que darlo a luz. Hubiese sido un desastre de madre y además, no hubiésemos sido felices.- Miré al suelo mientras me disponía a fregar aquel desastre que el chico había montado. Pero me detuvo, con ambas manos. Agarró mis hombros y me dejó completamente inmóvil.

-No digas más tonterías.- Apretó con fuerza mis hombros. Notaba mis ojos llorosos, pero aún así hice lo posible por no soltar una sola lágrima. -Me da igual que tengas padres inútiles y que seas adoptada. Ha sido una noticia que no esperaba, lo admito. Pero me importa una mierda de qué coño hayas salido. Lo que no te voy a permitir es que te menosprecies y que además pienses que no hubiésemos sido personas felices sólo por tener el hijo de un tonto dentro.

-Pero ni si quiera lo querías Yoongi.- Le miré a los ojos con firmeza y él sin apartarlos, respondió.

-Lo hubiese querido si hubiese llegado a existir.

Me soltó y se sentó de nuevo en la silla dejando caer un soplido. Entrelazó sus manos entre sí y apretó los ojos con fuerza varias veces.

-¿Crees que Minho me hubiese querido a tú lado?.- Pregunté cómo si nada. En realidad me interesaba saber mucho más sobre su pasado.

-Creo que no hubiese dejado que otra mujer que no fueses tú, se acercase a mí.- Sonrió. De una forma tierna, cómo si estuviese recordando bellas memorias del pasado.- Todo sería diferente con él aquí. Tú y yo, quizás hubiésemos evitado muchos problemas. O quizás simplemente no nos hubiésemos conocido nunca. Pero si de algo estoy seguro Noelle, es que realmente apreciaría hasta el último centímetro de tú piel. Serías alguien especial para él, casi tanto cómo lo eres para mí.

-¿De verdad crees eso Yoongi?.- Sentí cómo mi corazón se encogía. La forma en la que hablaba de su hermano era dolorosa pero a la vez preciosa.

-De verdad.- Apartó el flequillo de su cara con un leve gesto. -Era parecido a ti. Siempre preocupándose por los demás antes que por sí mismo. Era risueño, alegre y muy divertido. Pero también tenía esa parte triste que escondía del resto. Aún así me cuidaba cómo nadie lo hacía. Y cuándo te conocí, joder, si supieses lo que sentí el primer momento en el que te conocí. Vi su viva imagen reflejada en esos ojos miel que tienes. Sentí ese aura soñadora con la que vivía. Y aunque jamás quise aceptarlo, supe que llevabas algo de él en tú interior. Suena raro, ¿Eh?. Pero no sé, tienes algo que me es muy familiar y que amo.

No supe como sentirme en aquel momento. No estaba acostumbrada a un Yoongi tan hablador, ni tan distinto. Era cómo si me lo hubiesen cambiado por otro completamente contrario a él. Quizás nuestras conversaciones le habían hecho abrir los ojos cómo a mí y por ello estaba mostrando su yo verdadero. Pero fuese lo que fuese, estaba consiguiendo volverme a enamorar de él.

-Esto creo qué...

-Me toca a mí.- Me miró. Agachó la cabeza y soltó un gruñido.- Hay algo que te he ocultado durante tiempo. Pero creo que ya es hora de que sepas la verdad y dejes de culparte por algo que no deberías. Porque se que por tú mente aún sigue dando vueltas y lo acabas de demostrar.

-¿A qué te refieres?.- Pregunté yo tratando de poner un poco más de presión.

Se cruzó de brazos y miró atentamente el café derramado por todo el suelo. -Noelle, nunca estuviste embarazada de Jimin.

𝑂𝑛𝑙𝑦 𝐹𝑜𝑜𝑙𝑠 𝐹𝑎𝑙𝑙 𝐹𝑜𝑟 𝑌𝑜𝑢 ──𝐌𝐢𝐧 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐠𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora