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Nos encontrábamos todos sentados en silencio. En aquella mesa redonda en la que por desgracia, podíamos vernos las caras todos.
Yoongi empezó a dar golpecitos en la mesa con sus dedos, impaciente.

-¿Vais a sacar mis regalos ya? Lo mismo salís de aquí cagando hostias.- Se cruzó de brazos.- Putos gorrones interesados.

Jin y Namjoon se levantaron los primeros, cogieron de detrás del mostrador dos bolsas enormes y las tendieron justo en frente del cumpleañero.

-Esto es de nuestra parte.- Jin abrazó a Namjoon por la cintura. -Sentimos no podernos quedar hasta el final, pero nos han dado el alta sólo por unas horas. Namjoon tiene que volver al hospital para hacerse unas últimas pruebas.

Yoongi se quedó en silencio pensativo. Miró a su mejor amigo por unos segundos y asintió con la cabeza. Parecía que en mi ausencia había pasado algo que desconocía, quizás habían tenido tiempo de hablar cosas del pasado y de disculparse aún más. O quizás, habían vuelto a discutir.
De todas formas yo sólo pude quedarme con la mirada triste que los chicos se cruzaron.
El chico, los persiguió con la mirada hasta que salieron del establecimiento. Dejó caer un leve suspiro y repaso las caras de todos los invitados, hasta llegar a la mía.

Yo no pude evitar sonreirle, a lo que el respondió con otra sonrisa disimulada. Parecía ser que aquel pequeño gesto de cariño había conseguido mejorar su estado de ánimo.

-Espero que estas cajas tengan las llaves de un puto coche, porque si no, voy a ir a buscarles al hospital y los voy a encerrar dentro de ellas.- Soltó el chico para mejorar el ambiente.

La fiesta continuó desarrollándose con algo de diversión. La gente comenzaba a beber sin parar y la cosa parecía ponerse más caliente. Yo por mi parte, prefería no beber nada en absoluto. No podía ser bueno para mi en aquel momento.

-Y dijo, ¡NO ES UNA BERENJENA, ES RETRASADO!.- El chiste estúpido de Taehyung llenó la sala de sonoras carcajadas.

De pronto noté la presión de una mirada clavada en mi. Al principio supuse que era Suran, así que decidí mirar en su dirección. Para mi sorpresa, no era ella quien estaba mirándome. Ni si quiera estaba mirando a alguna parte, se había quedado completamente dormida. 

-¡Eh tú!.- La voz de Yoongi algo borracho (por no decir mucho) llamó mi atención. -¿Por qué no has comprado Whisky?, ¿me odias Noelle? Es eso, ¿verdad?.

Así que era él quien no dejaba de mirarme, sonreí. Estaba haciendo pucheros mientras apartaba todos sus regalos de la mesa y trataba de beber de su vaso vacío.

-Y ni si quiera me has comprado un regalo. Te odio Kim Noelle.- Se puso completamente erguido, aunque se tambaleaba de lado a lado y me señaló con el dedo.- Kim Noelle, eres gilipollas.- Estaba intentando imitarme cuando me enfadaba con él.

-Yoongi, ya te lo ha dicho antes.- Respondió Clàudia.- Tú regalo te espera en casa.

-¿Por qué todos lo hacen menos yo?.- Jungkook apoyó sus mejillas en sus brazos.- No es juuuusto, yo también quiero foll.-

-Cállate cara de rata.- Respondió Yoongi mientras daba un fuerte golpe en la mesa.- ¿Cuál es mi regalo?.

-Es un secreto.- Respondí yo algo nerviosa.

-Ah, vale.- Se encogió de hombros y volvió a sentarse en su silla, poco después quedó completamente dormido.

La gente parecía que poco a poco se iba quedando dormida sobre la mesa. Taehyung había metido su cabeza en todo el guacamole, pero no parecía importarle. Incluso Clàudia había estado haciéndole fotos para reírse de él. Yo era la única que quedaba despierta en aquel momento y tan sólo eran las 8 de la noche.


Sentí un teléfono sonar en la lejanía. Tardé un poco, pero pude reconocer a quién pertenecía aquel tono. Era el teléfono de Yoongi. Fui a buscarlo, quizás era importante y tenían que felicitarle o algo. Podía despertarle y entregarle su móvil, pensé. 

Pero al llegar al mostrador y ver el contacto, me quedé algo en shock. En él ponía "Representante", lo que me pareció algo extraño, pero preferí dejar de darle vueltas y coger el teléfono cuanto antes.

-¿Yoongi? Joder tío, deja las pajas llevo un rato esperando a que me contestes.- No reconocía aquella voz y tenía un acento extraño. -¿Yoongi estás ahí? Tenemos que hablar sobre tú contrato.

Yo me quedé en silencio.- Lo siento, Yoongi no está ahora mismo...- Respondí mientras me giraba hacia los chicos.

El hombre al otro lado carraspeó la voz y habló en un tono más serio.- ¿Y tú quién eres?.

-Soy Noelle, su novia.

-Dile que mañana se reúna con Suran y conmigo.- Y colgó.

Dejé el teléfono de nuevo en su sitio y corrí hacia el mostrador de la cafetería. Empecé a mirar por los cajones, lo acababa de recordar. Cuando estuvimos abriendo todos los regalos, Suran señaló hacia aquel lugar y lo único que llevaba en la mano al entrar eran unos papeles algo sospechosos. ¿Qué me estaría ocultando Yoongi?, ¿por qué no sabía nada sobre su trabajo?.

Una voz me detuvo.- ¿Qué estás haciendo?.- Era Suran.

-¿Era un contrato lo qué le has traído a Yoongi?.- Le lancé una mirada de preocupación, al encontrar los papeles en el último cajón. Pero la peor parte, fue ver aquel billete de avión a nombre de mi novio.

-¿Q-qué?, te lo ha contado?.- Suran se llevó las manos a la cabeza.- Joder, es idiota.

-Suran, ¿qué está pasando?.- Cerré un cajón con fuerza.- ¿Por qué me estáis ocultando esto?.- Le enseñé el billete con rabia.

Suran se encogió de hombros y suspiró. -Yo no soy la persona indicada para contarte esto.

Le corté antes de continuase hablando. -¡Pero tú tienes algo qué ver! Dime que está pasando ahora mismo.

-Lo siento Noelle, yo no puedo hacer nada. Él es quien quiere irse.

Tiré el billete con rabia al suelo y cuando salí corriendo hacia la salida, me encargué de pisotearlo. ¿Eso significaba qué Yoongi se iba a ir de nuevo? Y además, iba a  hacerlo sin mi.
Salí de la cafetería, pegando un fuerte portazo de rabia y de impotencia. Mientras trataba de alejarme lo más rápido posible de aquel lugar. 

Había estado todo este año entero tratando de arreglar lo nuestro, para ahora abandonarme como si nada. Porque estaba a menos de tres días para partir, y no me había dicho nada. ¿Pretendía salir por la puerta con todas sus cosas y dejarnos plantados esta vez para siempre?. No podía estar pasando aquello, debía tratarse de una simple broma dolorosa. No podía hacernos eso, no podía simplemente hacerme eso a mi.

Cuando estaba lo suficientemente alejada de todo aquellos problemas, dejé que mi cuerpo se rindiese y cayese al suelo ante la tristeza. Me sentía rota, como si hubiese luchado en una guerra interna. Pero en vano. Porque ahora todo se acababa de nuevo. 

Sentí una fresca brisa pasar por delante mío, acompañada poco después de un sonoro ruido de motor. Parecía que una moto había aparcado en mis narices.

-No me creo que te haya encontrado por fin- Musitó aquella voz quebrada por completo, parecía haber vivido mil desgracias -Está en peligro...

Me sonaba mucho aquella voz, porque era muy familiar, pero no podía llegar a ponerle cara alguna.Al levantar la mirada borrosa, pude distinguir la silueta de JB que se lanzaba encima de mí para abrazarme con todas sus fuerzas. Me sostuvo en sus brazos, como si el hecho de abrazarme, le ayudase. Pero yo no podía moverme, ni actuar. Tenía miedo por sus palabras. Pero a su vez, estaba tan en shock, que no podía responder.

-Por favor Noelle, te necesito.- Sentí como su voz temblorosa a penas podía resistir. -No quiero perder a nadie más, por favor.

𝑂𝑛𝑙𝑦 𝐹𝑜𝑜𝑙𝑠 𝐹𝑎𝑙𝑙 𝐹𝑜𝑟 𝑌𝑜𝑢 ──𝐌𝐢𝐧 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐠𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora