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Me desperté cómo si algo en mí me obligase a hacerlo. Estaba abatida y con el corazón latiendo a mil por hora. Respiraba con dificultad, tal era esta que me impedía el simple hecho de eliminar aquella vista borrosa. En aquellos momentos de hiperventilación, conseguían marearme por completo. Miré a mí alrededor, palpando la cama con la palma de mis manos. Deseaba encontrar a Suga con ellas y llegar a darle un abrazo que calmase aquel ataque imprevisto de nervios. Pero no había rastro de él por ningún lado. Lo máximo que encontré, fue a mi hermano estirado de lado a lado de la cama roncando cómo si no hubiese un mañana. 
Lo aparté con asco y me levante de la cama, aún sintiendo que en cualquier momento podía caerme al suelo. Siendo tan previsora, logré llegar hasta el pasillo agarrándome a cualquier cosa que se cruzara en mí camino. Aún si eso significaba tirar el mueble al suelo. 

El ambiente era más extraño de lo normal. Y no me refería a escuchar los aullidos de Taehyung en la habitación haciendo eco hasta en la azotea. Simplemente notaba un típico ambiente cargado y extraño a la par. Debía ser por mi migraña, o lo que quisiese ser lo que me pasaba. Quizás eran síntomas típicos del embarazo. Podía ser cualquier cosa. Pero fuese lo que fuese aquello que me pasaba, no me gustaba en absoluto. Tomé un vaso de agua, el cuál acabé lanzándome por encima. Necesitaba reincorporarme y ser la misma de siempre. Tras unos segundos de lucha conmigo misma y debates internos, conseguí la fuerza mínima para recuperar la completa visión y mi respiración normal. Y por ello, decidí que la mejor idea era hablar con Yoongi para que me llevase al hospital. Nunca sabíamos que podía pasar. 
Y aunque buscara en cada uno de los rincones de casa, no aparecía por ningún lado. Es más, había dejado la sala del piano con la misma partitura que el día anterior. Todo estaba demasiado tranquilo. Le dejé un par de mensajes desde mi teléfono y el de mi hermano, e inclusive unas cuántas llamadas que no se digno a contestar. Y digo no se digno, porque sabía perfectamente que me había estado colgando una y otra vez. Debían ser más de las 6 de la mañana y no tenía ni idea de dónde podía haber ido. Era un maldito sábado por la mañana, a esas horas estaría en el séptimo sueño babeando a la almohada cómo si intentase ahogarla.
Extrañada me senté en el sofá con el teléfono en la mano, esperando que me contestara o que al menos fuese capaz de devolverme una de las tantas llamadas. No entendía cómo podía comportarse así conmigo. Quiero decir, podría estar perfectamente muriéndome y el muy cabrón me colgaría en toda la cara. Así seguía siendo él, impulsivo y algunas veces un imprudente despreocupado. 

Apoyé mi dolorida cabeza en el respaldo y cerré los ojos, tratando así de reconciliar el sueño. Pero justo cuando más cómoda me encontraba, una llamada apareció en la pantalla de mi móvil. Era un número desconocido. Sabiendo lo torpe que llegaba a ser a veces, me imaginaba que había podido perder su teléfono y que ahora me estaba llamando con otro. Sólo esperaba que no fuese uno robado.

-¿Dónde estás?.- Pregunté yo un poco desesperada. 

-No sabía que tenías tantas ganas de verme.

-¿Jimin?.-Me quedé sorprendida. Después de todo lo que había pasado, no me esperaba ni si quiera que fuese capaz de volverme a hablar.

-Hola Noelle.- Parecía demasiado serio. Más de lo normal queríadecir.

Me quedé en silencio. No porque no se me ocurriese nada, si no porque no me atrevía a hacerlo. Yo le había dejado tirado, después de 6 meses de relación. Él había negado a su propio hijo, o al menos el que estaba a punto de tener conmigo. Y por si fuese poco, me había ido de casa sin decirle absolutamente nada. Aunque él ya sabía perfectamente dónde y con quién estaba, después de todo, no era idiota. Sabía a la perfección que había vuelto con el estúpido de Yoongi. No entendía ese sentimiento que me recorría la piel en cuestión de segundos. No era amor, ni odio, ni si quiera era rencor. Era algo cómo una nostalgia o una aflicción al saber que nuestra historia no iba a ser borrada del todo. Algo que crecía en mi interior nos continuaba uniendo aunque no quisiésemos que así fuera. Tartamudeé un par de veces palabras ilegibles hasta que por fin pude hablar.

-Hola.- Hice una pequeña pausa. -Jimin. 

El suspiró amargamente. También le costaba explicarse. -Necesito que hablemos una última vez y que aclaremos las cosas. No me gustaría tener que decírtelo todo por una simple llamada. En 5 minutos estoy en tú puerta, por favor ven a verme.- A penas me dejó si quiera darle una contestación. Aunque fuese un "sí", no lo habría escuchado porque me había colgado. 

Me vestí lo más deprisa que pude. Con unos simples pantalones largos y una camiseta de cuello alto que había cogido prestada del armario de Yoongi. Bajé las escaleras con una rapidez impropia de mí. ¿Realmente tenía ganas de ver a Jimin? O era una forma inconsciente que tenía mi cuerpo de actuar ante aquella situación desconocida?. Aunque no entendiese que pasaba, a duras penas continuaba haciendo lo que creía correcto. Y aquello era reencontrarme por última vez con mi ex novio. Cuando abrí la puerta de entrada y lo vi parado justo delante mío con un ramo de rosas. Entonces sí me sorprendí de verdad. Cómo nunca antes lo había hecho.

-¿Esto es para mí?.- Pregunté con los ojos abiertos cómo platos y en el corazón en un puño. Pero no exactamente en el mío, sentía cómo si él fuese quien lo tenía.

Él asintió y me lo ofreció. Sin embargo, no lo pude aceptar. Agaché la cabeza y vi cómo el se acercaba lentamente a dejar el ramo sobre el suelo. Y acto después, sin esperar nada a cambio, unió nuestros cuerpos en un cálido y reconfortante abrazo. Recordé aquellas noches en vela llorando desconsoladamente por Suga. Aquellas en las que a parte de estar acompañada por la luz de la luna, era Jimin quién las compartía conmigo. Tantos recuerdos vinieron a mí mente que colapsé por completo en mí y una que otra lágrima acabó por saltar de mi interior.

Apoyó su mentón en mi cabeza y sonrió. -Quiero formar una familia contigo. Quiero prometerte que nunca más volverá a ocurrir todo aquello que pasamos. Que nuestra niña o nuestro niño, sea lo que sea ese bebé que llevas dentro, crezca feliz con el padre y la madre que se merece. Noelle, nadie mejor que yo va a poder cuidaros. Yo jamás te engañaría, yo jamás te volvería a hacer daño. -Agarró mi mano con fuerza. Aunque yo estaba realmente confundida por sus palabras y por su gran emoción. -¿Me darías el honor de darme una última oportunidad?.

Yo me sentía halagada en cierto modo. Saber que Jimin estaba dispuesto a hacerse también cargo de su hijo, me quitaba más de un peso de encima. Pero no podía dejar todo lo que había conseguido. Yoongi podía ser muchas cosas y podría hacer cualquier cosa, que sabría perfectamente que él me aceptaría tal y cómo soy. Y por supuesto, aceptaría al bebé que llevo dentro. Aunque no fuese suyo. Así que sólo me quedaba negarme y disculparme por no poder hacerle sentir feliz, pero ya era tarde. Su oportunidad había pasado y yo no iba a cambiar mi feliz vida actual por una nueva e incierta.

-Jimin yo...-Él puso su dedo índice en mis labios y sonrió con tristeza sumergida en él.

-Sé que no es un buen momento, debes estar muy dolida. 

Enarqué una ceja dudosa.- ¿A qué te refieres?.- Sonreí algo irónica, sin entender si se estaba quedando conmigo o sabía más de lo que yo podía alcanzar.

Él se quedó en silencio, entendiendo que no sabía nada de nada.- No debería ser yo quién te lo dijera.- Se peinó el cabello hacia atrás algo nervioso y me miró con aquellos ojos casi negros tan penetrantes.

Le agarré de los hombros y le obligué a que continuara mirándome.- Quiero saberlo, ahora mismo.

Él se agachó para coger el ramo y jugueteó con una de las flores un par de veces. Me quedé inexpresiva mirándole, esperando que dejase el juego y me dijese de una vez que coño estaba pasando. Después de unos cuantos segundos más en silencio, finalmente cedió ante la presión de mí actitud.

-No sé cuándo pasó, así que no me preguntes nada más. Sólo sé que están juntos de alguna manera, no cómo te lo pueden hacer creer. Si no de una más... Íntima. Suga no ha cambiado en absoluto, lo sabemos todos.

-Deja de vacilarme.- Respondí yo incrédula y con el corazón, esta vez sí a punto de explotar.

-¿De verdad no te ha contado qué Suran está embarazada de él?.

𝑂𝑛𝑙𝑦 𝐹𝑜𝑜𝑙𝑠 𝐹𝑎𝑙𝑙 𝐹𝑜𝑟 𝑌𝑜𝑢 ──𝐌𝐢𝐧 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐠𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora