♡️Mi Amor Platonico #Libro 1

Cap 50: Llegando tarde

Viernes ya, y eso significaba que hoy tenia entrenamiento, eso me ponía de buen humor.

—¡Bwaaa! —grite mientras me estiraba sentada en mi cama.

Me pare de la cama y baje inmediatamente hacia la cocina, pues eran las 2:45 de la tarde y mi estomago pedía a gritos de comer.

Cuando baje me percate de que no había absolutamente nadie en casa, me prepare algo para comer y cuando termine me duche, cuando salí eran las 3:25 y decidí cambiarme y peinarme para ir a entrenar cuando termine eran la 3:40 así que me sentar un rato en la sala.

Mi trasero apenas estaba tocando el sofá cuando el timbre sonó, así que me enderece para ir y ver quien era.

Sonreí al ver que era Jimin quien estaba detrás de la puerta, abrí y lo deje pasar para después caminar detrás de el.
Jimin entro observando la casa.

—¿Estas sola? —pregunto al darse cuenta de que el lugar se veía solitario, yo asentí con la cabeza.

Nos sentamos en el sofá y Jimin recargo su cabeza en mi hombros mientras me abrazaba, yo deposite un pequeño beso en su cabeza.

Jimin se acomodo nuevamente en el sofá y me miro directo a los ojos, tal y como me miro el miércoles después del entrenamiento, sabia lo que quería hacer pero no podía quitarme el me tenia acorralada con la codera del sofá.

Comenzó a acercarse a mis labios y empezó a besarme lentamente mientras con una mano tomaba mi nuca y la otra acariciaba mi espalda, eso hizo que me dieran escalofríos y el se dio cuenta, sonrió al despegar sus labios de los míos, se acomodo casi para quedar encima de mi, no sabia que hacer y el no dejaba que me moviera.

Se acerco nuevamente para besarme pero ahora el mordía suavemente mi labio inferior, abracé su espalda y el beso aumentaba un poco la velocidad, metió su mano debajo de mi casaca y comenzó a acariciar de arriba a abajo mi cintura, la piel se me enchino y el no pudo evitar sonreír se separo nuevamente y se encamino hacia mi cuello, yo lo estire un poco para darle mas espacio, ahora la mano de Jimin empezaba subir por mi abdomen lo cual me asusto así que me pare rápidamente tirando a Jimin que se encontraba encima de mi.

—¡¿Que hora es?!—dije revisando mi celular. 

—¡No puede ser! Son 4:28, el Sabonim nos matara—dije arreglándome el dobok y tomando mi mochila para salir corriendo, Jimin solo rió y me siguió.

Llegamos al Dojang y pedimos permiso para entrar.
Yo solo cerré los ojos cuando escuche al sabonim gritar.

—¡Buenas noches señores! ENTREN RÁPIDO Y QUIERO 200 ABDOMINALES ¡YA! —nos dijo a regañadientas.

Entramos corriendo e hicimos caso a lo que nos dijo, todos nos miraban sorprendidos ya que habíamos llegado tarde y juntos.

JungKook nos miro y paso su lengua por el interior de su mejilla, siempre hacia eso cuando se molestaba o estaba nervioso, pero en este caso no entendía por que lo hacia.

YoonGi nos miraba con el ceño fruncido pero cuando noto que lo estaba mirando se giro inmediatamente hacia enfrente.

Jimin y yo hacíamos las abdominales en pareja entrelazando nuestras piernas, eso hizo que nos pusieran aun mas atención y quería que me tragara la tierra en ese momento, saben que odio tanta atención pero deje de pensar ese cuando vi que Rae estaba ahí mirándonos, hirviendo de celos con todo y su ojo morado.

Todo el entrenamiento el Sabonim nos estuvo presionando mas que a los demás, hasta se le ocurrió hacer elasticidad y fue horrible.
Pues esta vez solté unas cuantas lagrimas de dolor ya que me hizo llegar hasta el suelo en menos de un minuto. Todos pusieron cara de dolor cuando escucharon como tronaron mis piernas yo solo me limite a agachar la cabeza para que no vieran como mis ojos se ponían llorosos, respire profundo y solo se me escaparon 3 lagrimas, cuando el sabonim se quito de encima de mi, me quede ahí tirada, con las piernas abiertas por completo y mi cara besando el suelo.

Intentaba pararme pero no podía.
—Haber si así sigues llegando tarde, párate rápido que todavía falta Jimin—dijo el sabonim regañandome.

Volví a intentar pararme pero no pude así que mi única opción fue arrastrarme y después gatear hasta mi lugar, casi no sentía las piernas.