Primer libro de la saga MooreVerse y historia principal.
ATENCIÓN: Esta historia se entrelaza de forma directa con otras historias de la saga, pero no es necesario seguir un orden concreto para leerlas. Los números de libro determinan el orden en el...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"And what's the point in hiding? Everybody knows we got unfinished business"
-Back To You, Selena Gomez
Anne fue a su casa y cogió la mochila para después llegar a mi casa de nuevo. Ni siquiera la escuché saludar a nadie. Vino directa a mi habitación y me dio un abrazo. Nos quedamos abrazadas un rato.
Yo ya no estaba llorando. Me había descargado con Ethan y el abrazo que nos dimos me sentó bien para acabar de tranquilizarme. Pero todavía seguía desanimada. Ojalá hubiese podido decirle a la cara que la iba a echar de menos, aunque ella ya lo supiera.
Cuando Anne se separó de mí, se sentó en el otro extremo de la cama apoyando la espalda en la pared. Yo estaba sentada con las piernas cruzadas delante de ella.
—Brooke, todo va a salir bien, ¿vale? —miré hacia Anne—. Estas cosas pasan, supongo. No serás la primera ni la última, aunque sean una mierda.
—¿Pero porque a mí? —pregunté. Me acarició la pierna mientras me sonreía.
—Yo estoy aquí —la miré con ternura. Era tan afortunada de tenerla. Era la mejor amiga que podría haber pedido.
—Toc, toc —Anne y yo miramos a la puerta. Jack estaba apoyado en el marco de la puerta—. ¿Queréis cenar aquí solas o vais a bajar?
—Bajamos —respondió Anne rápidamente, sin dejarme hablar—. ¿Verdad?
—Claro —salté de la cama al mismo tiempo que mi mejor amiga y caminamos detrás de Jack hasta abajo, donde estaban Ethan y James.
En condiciones normales habría querido cenar sola, pero realmente lo que menos necesitaba era estar sola y decaída en mi habitación. Yo sabía que mis hermanos intentarían, y lograrían, hacerme reír.
—Eres un lento poniendo dos idioteces en una mesa —se quejó Jack pegando un golpe en la cabeza a Ethan. Ethan le pegó con una servilleta de tela en la espalda haciendo que el otro riese con el sonido de game over que se estaba produciendo de fondo. Miré hacía el sofá y encontré a James jugando a la consola, algo que debería no sorprenderme, pero aun así lo hacía. Este chico tenía una obsesión con la maldita consola.
—¿Os gusta la pasta? —preguntó James.
—Pasta está bien —Anne sonrió pasándome un brazo por los hombros y apretándome contra ella un poco.
—Preguntas mucho, pero te mueves poco —Jack caminó hacia la televisión y desenchufó la consola de James en medio de su partida.
—¡Oye! —chilló como un poseído hacia el mayor—. ¡Estaba a punto de ganar!
—Bien, estarás a punto de ganar en otro momento, crack —Ethan se sentó en la mesa riendo sin ocultar la sonrisa. James se levantó del sofá y caminó hacia la mesa, pero cuando se topó con Jack le pegó un empujón con el hombro haciendo que se medio desestabilizara y al mismo tiempo riera.
