Primer libro de la saga MooreVerse y historia principal.
ATENCIÓN: Esta historia se entrelaza de forma directa con otras historias de la saga, pero no es necesario seguir un orden concreto para leerlas. Los números de libro determinan el orden en el...
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"Can you hear me screaming: Please don't leave me? Hold on, I still want you. Come back, I still need you. Let me take your hand, I'll make it right. I swear to love you all my life. Hold on, I still need you"
-Hold on, Chord Overstreet
—Gracias por ayudarme —sonreí mientras mi mejor amigo y yo dejábamos la ropa y otras cosas que me había llevado a casa de Anne de vuelta en mi habitación. Era bonito estar de vuelta aquí—, mis hermanos no están para mudanzas.
Ethan y yo habíamos quedado en que íbamos a dejar que las cosas entre James y Jack se calmase por si solas y no íbamos a forzarles a estar en el mismo sitio juntos si eso no era lo que querían. Así que me traje a Cameron a casa para que me ayudase a ordenar todo en su sitio.
—No hay problema —me respondió Cam cerrando el armario y mirando al suelo. Cuando me giré para mirarle lo vi sentándose en mi casa—. ¿Puedo contarte algo?
—¿Qué clase de pregunta es esa? —reí y me senté a su lado— Claramente, nos conocemos desde nos intercambiábamos mocos en la guardería.
Rio levemente y empezó a jugar con sus manos en las rodillas. Siempre hacía eso cuando el tema era serio. Si Cameron hablaba conmigo primero, a solas, era porque el tema era delicado de tratar.
—Tengo dos amigas que están embarazadas del mismo malnacido —comenzó—. Una de ellas es feliz. Sus amigos la apoyan, su madre la apoya y ella siente que no está sola y eso la ayuda a seguir adelante.
Sonreí. Era obvio que estaba hablando de Anne y de Kian.
Pero... ¿Otra amiga?
—La otra amiga está pasando por todo lo contrario —cerró los ojos un momento—. Su madre la ha echado de casa, sus abuelos le han retirado la herencia, su mejor amiga le ha dado de lado y no tiene a nadie...
—¿Quién más? —preguntó— ¿A quién más hizo daño Kian?
Y entonces recordé.
Recordé las veces que Cameron no salía con nosotros, las veces que fue al médico, las veces que decía que estaba de "compras especiales"... En todas estaba con la misma persona.
—A Keira —dijimos ambos al unísono, él contestando a mi pregunta y yo entendiendo la situación.
Se me revolvió el estómago solo de pensar en el infierno que había descrito Cameron hace un momento.
Saqué mi móvil del bolsillo con rabia y marqué el número de mi agenda que más odiaba.
—¿Si? —preguntó con voz adormilada después de cuatro tonos.
—¿Cómo puedes ser tan cabrona? —pregunté enfadada. Creo que la sorprendí, porqué ahogó un grito y se quedó callada durante unos segundos.
—¿A qué viene esto ahora? —preguntó ofendida—. Hace semanas, casi meses, que no te digo nada. Así que exijo una explicación de qué es esto.