Capítulo 56: Adiós, Brooke Moore (-10)
Isabella no volvió a cruzarse con nosotros desde que Cameron apareció en casa de Anne llorando. Siempre que nos veía al fondo del pasillo o en clase nos daba esquinazo. Según Cameron, eso era lo mejor que podía hacer.
A medida que el curso avanzaba, se podía oler como los alumnos de nuestro curso empezaban a ponerse nervioso por las aplicaciones a la universidad. O mejor dicho, empezaban a ponerse nerviosos por tener que pasar por los exámenes obligatorios. Algunos haríamos el SAT y otros harían el otro examen, el ACT, sobre todo aquellos que querían irse a otros estados a estudiar como Nevada y Wisconsin, que eran muy populares a la hora de escoger destino por parte de los estudiantes de Gloom.
-¿Haréis la redacción opcional del SAT?-Preguntó Cameron en la voz más baja que pudo. Habíamos venido Cameron, Anne y yo a la biblioteca a estudiar durante una hora libre. Keira se había quedado en casa con Kian Jr. porque su madre necesitaba hacer turno doble en el trabajo y James y Alex quisieron ir fuera a tomar el aire.
-Yo no lo sé todavía, depende de lo desesperada que esté.-Respondió Anne.-Brooke seguro que sí.-Asentí con la cabeza sonriendo al levantar la mirada de mis apuntes.-¿Creéis que deberíamos coger un profesor para esto?
-¿Para qué?-Pregunté.-Yo lo hago gratis. Esto hizo reír a Cameron si controlar el tono y la señora Ander, la bibliotecaria, le chisteó llamándole la atención.
-¿Tenemos que hacer geometría?-Asentí mirando a Anne.-Mierda. Odio la geometría.
-Sacaste la nota más alta en el último examen de geometría.-Recriminó Cameron haciéndome sonreír mirando hacia los folios.
-¿Y? He dicho que la odio, no que no la entienda. No soy Alex.
-¡Eh!-Controlé el tono.-¡Él lo intenta! No todos estamos hechos para sacar promedios perfectos.
-¿Tu que sabrás? Miss Promedio perfecto.
-Eso ha sido un golpe bajo.-Anne me sacó la lengua y yo le pegué un pequeño golpe en la espinilla con su pie por debajo de la mesa.
Estaba a punto de replicar cuando sonó la campana indicando que era la hora de comer. Sabiendo la cola enorme que se formaba en la cafetería, mis amigos y yo nos pusimos en marcha hacia allí para guardar sitio a James y Alex.
Cuando pasamos por el vestíbulo tuve que hacer casi acrobacias para no caerme al suelo, pues estaba andando con paso ligero y sacando el móvil de la mochila a la vez. Me había sonado un mensaje.
Rick Davis: Mira a la verja.
Paré en seco y me di la vuelta, mirando hacia la verja que limitaba el instituto. El menor de los hermanos Davis estaba ahí parado. Me hizo una seña con la mano.
-Brooke, ¿no vienes?-Preguntó Cameron. Comencé a caminar hacia el chico que estaba fuera del recinto.
-Guardadme sitio.-Pedí sin ni si quiera mirarle a los ojos. Ni me di la vuelta. No sabía si Cameron había notado a Rick, pero sinceramente me traía sin cuidado.
Llegué junto al chico. O mejor dicho, frente a el. Una verja de metal nos separaba. El ambiente era frío, a pesar de que la sonrisa juguetona que caracterizaba a todos los hermanos Davis no abandonaba la cara de Rick.
La última vez que tuve contacto con Rick fue durante las vacaciones. Después de que Alex y yo nos peleáramos porque él se puso celoso hablé con Rick sobre el tema y fue él mismo quien decidió alejarse.
Ni llamadas, ni mensajes... Nada. Después de eso solo me había visto con los gemelos un par de veces. Era como si la tierra se hubiese tragado a Rick.
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Son mis hermanos #MooreVerse1
Novela JuvenilPrimer libro de la saga MooreVerse y historia principal. ATENCIÓN: Esta historia se entrelaza de forma directa con otras historias de la saga, pero no es necesario seguir un orden concreto para leerlas. Los números de libro determinan el orden en el...