Capítulo 40: ¿Pero Freddie Mercury no es el de Elm Street?
-Toma.-James me pasó una copa de whisky con un líquido muy oscuro.
-No me gusta el whisky y menos a las doce de la mañana.-Dije mirando la copa con una mirada extraña. James se sentó a mi lado en el sofá.
-Es cocacola inepta.-Dijo haciéndome reír. Acepté la copa.-Es para darle glamour al asunto.
-¿Que celebramos?-Pregunté sonriendo.
-Celebramos que tu y yo, vamos a comprarnos un coche.-Abrí los ojos como platos.-Bueno, tu vas a comprarte un coche para llevarnos a clase.
-A ver, a ver.-Dije dejando la copa en la mesa.-James, no tenemos dinero para un coche. Además tenemos tres meses antes de volver a clase.
-Pero cuando pasen esos tres meses no tendremos a Ethan para llevarnos, y de nosotros dos la única con licencia eres tú. ¿Como pretendes que lleguemos a clase?
-Me llevará Alex.-Dije alzándome de hombros.-Se ofreció en el baile hace dos días.
-¿Y yo que hago?-Preguntó.
-Puedes venir con nosotros.
-¿Y ser el mal tercio en medio de la pareja feliz? ¿Tener que soportar como os hacéis manitas en medio de los semáforos en rojo? No gracias.-Dijo con muecas de asco.
Miré al suelo recordando que solo me quedaban tres meses para estar con Ethan y Jack y estaba haciendo el tonto con James en medio del salón.
-Deja de pensar en eso, ¿vale?-Preguntó James levantándome la cara poniendo sus dedos en mi barbilla.-Ya hemos hablado de esto. Somos, hermanos, una familia, un clan. No hay universidad que nos separe.
-Ya, pero es raro.-Sonreí de medio lado.-Hemos estado todo este año juntos y ahora cada uno seguirá por su lado...
-Ya, es bastante raro.-James bebió de su cocacola.-Éramos inseparables, nos distanciamos y cuando volvimos a ser los de antes sentíamos que jamás se acabaría. Hasta que recordamos que la universidad existe.
Sonreí y cogí mi vaso de cocaola de la mesa para beber un poco. Sentí como alguien bajaba las escaleras y pensando que era papá miré esperando que bajara atándose la camisa para irse a trabajar. Pero en realidad vi a mamá.
-Hola chicos.-Mamá se acercó a nosotros y le apretó un hombro a James.-¿Puedo hablar con tu hermana un segundo, tesoro?
-Os dejo, tengo que hacer maletas.-James me dio un beso en la mejilla y subió las escaleras dando zancadas de dos en dos. Mi madre se sentó a mi lado.
Llevaba tres días durmiendo en casa, en la habitación de invitados y eso me incomodaba. En vez de pasar sus días libres de estos dos años en Francia con su marido venía a casa y se quedaba como si volviera a ser suya.
Lo que más me molestaba no era eso, era que cuando nos encontrábamos solas me soltaba cualquier cosa sobre estudiar en Arizona y yo tenia que tragarme lo que pensaba de verdad. No quería estudiar en Arizona y rezaba para que lo entendiera, pero no lo hacía.
-¿Cuánto tiempo más vas a quedarte?-Pregunté mientras ella se sentaba. Me miró dolida.-No quería que sonara así, mamá...
-Tengo que hablar contigo.-Dijo seria. Miré a las escaleras y esta vez si vi a papá bajando y después acercándose a nosotras.-Tenemos que hablar contigo.
-Me estáis asustando.-Dije dejando la copa de cocacola en la mesa de nuevo.-¿Pasa algo?
-He estado pensando, Brooke.-Habló papá sentándose a mi otro lado en el sofá.-Llevas aquí viviendo casi un año, has vuelto a tener relación con tus hermanos y conmigo, has vuelto con Alex... Creo, y tu madre también lo cree, que después de los malos tiempos que pasaste mientras no tenias relación con James, Ethan y Jack ha sido un año muy positivo para ti.
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Son mis hermanos #MooreVerse1
Teen FictionPrimer libro de la saga MooreVerse y historia principal. ATENCIÓN: Esta historia se entrelaza de forma directa con otras historias de la saga, pero no es necesario seguir un orden concreto para leerlas. Los números de libro determinan el orden en el...