Yo, era una chica feliz, como toda adolescente de 17 años, mi padre es mi razón de ser, lo ame con toda mi vida, el era mi todo. Hasta que por culpa de mi madre murió, una hermosa desgracia aparece en mi vida, pensaran que estoy loca pero no, a ese...
Baje a la sala, sabia que esta noche seria especial, tenia tanto tiempo sin que Nash me tocara, cuando llegue a la sala vi a Mark sentado viendo una de las carpetas del Bufete.
Lo siento Mark, ya es hora de que descanse, estoy cansada- dije sentándome a su lado.
Esta bien, si es por el embarazo puedes tomarte el día de mañana libre, no habrá problemas- dijo tomando sus documentos.
Gracias por todo- dije mientras caminaba con el hacia la puerta.
Ya sabes, si pasa algo me llamas que en un abrir y cerrar de ojos estaré aquí- dijo besando mi mejilla, cuando por fin se marcho, cerré la puerta y subí escaleras arriba, camine hasta la habitación, Nash estaba sentado. Sin dudarlo me lance a sus brazos y atrape sus labios con los míos, poco a poco Nash me tendía en la cama con una delicadeza que nunca había visto en mi vida.
No sabes cuanto extrañe estar así contigo- dijo besando mi cuello, estaba muy feliz de que ahora las cosas iban a cambiar, tengo la esperanza de que Nash deje de ir con sus amigos al bar, de que llegue a la casa a la hora de salida, de que no me deje sola nunca mas.
Todo paso tan rápido que ni me di de cuenta que estábamos desnudos, el cuarto ya estaba a oscuras y con un frió de muerte.
Te prometo que los problemas desaparecerán, ya no iré al bar- dijo para verme a los ojos, pude ver una capa ligera de sudor que cubría su frente, sonreí demostrándole que estaba feliz por lo que me había dicho, de repente sentí que entraba en mi lentamente, mi mirada y la de el estaban conectadas, yo solo gemía, no podía aguantarme el deseo de decir su nombre mientras entraba y salia de mi.
(.......................)
Era de madrugada, Nash en unas horas tenia que levantarse para ir a trabajar, en las pasadas horas me sentí genial, me sentí amada por el hombre al que amo, pensé que esos sentimientos habían desaparecido de el pero ya veo que no, el me sigue amando al igual que yo.
En estos momentos me encuentro acariciando la espalda desnuda de mi marido, contemplando los pequeños lunares que tiene por toda la espalda, la sabana de color blanca solo tapaban lo que hacia falta, la luz de la luna dejaba ver el hermoso rostro de mi amada mientras dormía y yo, aquí, acariciando su espalda mientras con la otra mano descansa en mi vientre sintiendo la presencia de mi pequeño dentro de mi.
Nash descansaba boca abajo, lo sentí moverse, abrió los ojos permitiéndome ver ese hermoso color azul que tanto me encanta.
¿No puedes dormir?- me pregunto con la voz ronca.
Estoy bien no te preocupes, duerme que pronto debes ir a trabajar- dije, negó con la cabeza y se levanto.
Iré a buscar un nuevo trabajo- dijo, lo mire muy atenta, algo estaba ocurriendo y el no me lo a dicho.
¿Pasa algo?- le pregunte repitiendo su acto pero con cuidado ya que estaba adolorida.
Mi jefe, te juro que me contengo para no matarlo- dijo apretando su mandíbula.
Amor, por favor, no cometas una locura- dije acercándome a el.
Lo se, por eso renunciare al trabajo pero antes iré a conseguir otro trabajo- dijo sacando la computadora, me tomo de la mano y nos sentamos en la cama.
¿Que te parece?- me pregunto.
Me encanta- le dije, necesitaban a un diseñador en una de las grandes empresas de Canadá.
Dice que puedo trabajar y ser mi propio jefe- dijo sonriendo, se que no le gusta que le digan que tiene que hacer.
Ya había amanecido, el sol se asomaba para calentar la ciudad.
Vamos por el trabajo- dijo levantándose de la cama.
¿Vamos?- pregunte algo confundida.
Si, quiero que me acompañes, no se inventa algo en el trabajo, quiero que luego de la entrevista demos u paseo o algo así- dijo rodeando la cama para cargarme.
Hoy me dieron el día libre- dije pasando mis manos por su nuca.
Nos bañamos juntos, me siento como cuando empezamos nuestra relación, cuando terminamos nuestro baño salimos y nos vestimos.
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Nunca me cansare de decirte que te vez hermosa- dijo rodeando mi cintura con sus manos.
Gracias, tu también eres guapo- dije pasando mis manos por su pecho.
Vamos- dijo tomando mis manos, desayunamos y nos montamos en el auto, mientras Nash conducía yo cantaba las canciones que pasaban por la radio.
Llegamos- dijo bajando el volumen de la radio, lo mire y asentí, Nash se bajo, rodeo el auto para ayudarme a salir, tomados de la mano caminamos a la gran empresa, era grande, creo que de unos 12 pisos.
Buenos días- dijo la recepcionista.
Buen día, vengo por el puesto de diseñador- dijo Nash sin soltar mi mano.
Un momento- dijo, salio de la recepción y camino hasta una pequeña oficina.
Espero que me elijan- dijo Nash nervioso, son muy pocas veces las cuales he visto a Nash nervioso.
No te preocupes mi amor, seras el elegido- dije dándole fortaleza.
