Mi Narco (Nash Grier y Tu)

Maratón #2

Narra ____________

Ya estábamos en Los Estados Unidos, estaba cansada, no tenia ánimos de nada, mis bebés se han movido mucho en el viaje, hasta pensé que iban a nacer en el avión por qué me dieron unas fuertes contracciones.

En estos momento estoy en el hospital, el piloto se encargó personalmente de el bienestar de mis bebes y por supuesto del mío.

Todo está muy bien con el embarazo, las contracciones pudieron ser por la gravedad o por el estrés- dijo el doctor.

Por el momento, descance, no puede hacer fuerza, tienes que comer muy bien para que tus bebés nazcan fuertes y sanos- añadió.

Gracias doctor- dijo Nash mientras tomaba mi mano.

Salimos de su consultorio y salimos del hospital.

Nos montamos en el auto y Nash condujo hasta una casa.

Aquí nos quedaremos- dijo Nash estacionando el auto.

¿En dónde estamos?- le pregunté, la casa era algo rústica.

Es la casa de un viejo amigo- dijo bajando del auto, rodeo el auto y me ayudó a salir del vehículo.

Espere a que Nash terminara de bajar las maletas, tome mi pequeña maleta y camine junto a Nash hacia la puerta de la casa.

Nash tocó el timbre, esperamos unos segundos pero nadie abrí, nuevamente Nash tocó el timbre pero nada, Nash busco en su bolsillo sus llaves.

Qué bueno que nunca tire la copia- susurro, busco entre sus llaves hasta dar con una llave dorada.

Nash insertó la llave en la cerradura y abrió la puerta, lo que vi fue una gran sorpresa.

Habían botellas de alcohol por todos lados, habían serpentina por el suelo, también unas cuantas chicas en el suelo y sofá.

¿Qué es esto Nash?- le pregunté.

Vamos a la habitación- dijo tomándome de la mano, subimos las escaleras y entramos a la habitación, igual de rústica que la casa.

Vuelvo en un momento- dijo Nash besando mi labios rápidamente.

Lo ví irse de la habitación, con un gran cansancio y pesadez me acosté en la cama y me quedé dormida.

Narra Nash

Bajé las escaleras y entre a la sala, lo más seguro es que este idiota haya echo una de sus pasadas fiestas.

Liam era un amigo de mi adolescencia, siempre hacia fiestas pasadas de tono, las fiestas eran de sexo, nunca me llamó la atención, un día no sé por qué me dejan convencer pero cuando llegue varias chicas se me ofrecían descaradamente.

Fue uno de las noches más locas de mi vida, obviamente no llegue a tener sexo con ningunas de esas, pero bueno, el caso es que Liam no está en la sala.

Hola- dije pero ninguna de las chicas que estaban tiradas en el suelo y sofás me escucharon.

¡TODAS FUERA!- grite, poco a poco logré que despertarán.

Todas salieron enojada por la forma en que las Levante.

Subí las escaleras y camine rápidamente hasta la habitación de Liam, cuando la abrí ví a una chica de cabello rubio y otra de pelo negro, Liam estaba en el medio abrazándola a las dos.

Patético- dije indignado, nunca cambiará.

¡LIAM!- grite para que saliera del sueño.

Maldición ¿Qué pasa?- pregunto sin abrir los ojos.