XVI

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XVI.Bebidas.




Fueron las horas más largas de mi vida, pero finalmente habíamos llegado a nuestro destino.

Una incomparable casona se alzaba imponente ante nosotros. Bajé del auto con la intención de tomar mi maleta pero para mi sorpresa Enzo la tomó cargándola por mi. Le agradecí a lo que el dio un leve asentimiento de cabeza.

Observé los otros -aún más lujosos- autos que se encontraban estacionados frente a la casona, reconocía al del príncipe, me pregunté a quienes pertenecían los restantes.

Enzo comenzó a caminar supongo que dirigiéndose a la entrada de los sirvientes, lo seguí, pero no di más de tres pasos cuando un grito me detuvo.

-¡CARIÑO! -Nash apareció atravesando la puerta principal.

Una enorme sonrisa se plasmó en mi rostro a medida que lo miré acercarse hacia mi con sus brazos extendidos.

-¡Te he extrañado tanto! -Dijo envolviendo sus brazos a mi alrededor.

Nash era demasiado alto para mi baja estatura, mi mejilla quedó pegada en su pecho con mi nariz absorbiendo su aroma, Dios, olía tan bien.

Se alejó lentamente después de unos segundos, tenía una sonrisa impecable y sentía que sus potentes ojos azules atravesaban los míos.

-No pensé que te vería por aquí, Sean no mencionó nada.

-Hasta donde yo sé, no tengo que darte explicaciones. -El príncipe Sean apareció detrás de Nash.

-Cállate, nadie está hablando contigo. -Nash respondió a lo que el heredero de Dinamarca rodó los ojos. Era la primera vez en mi vida que lo veía hacer ese gesto.

-Thea necesita instalarse para así comenzar con sus labores. -El príncipe Sean sentenció.

-Totalmente de acuerdo, primo. -El ojo azul dijo. -Vamos Thea, te llevaré a tu habitación.

-No es necesario... -Me apresuré a decir pero me vi interrumpida.

-Oh vamos Thea, no es como que nunca he estado en tu habitación antes.

Sentí mis mejillas encenderse, no sabía que era peor, el hecho de que Nash me lo recordase o que lo haya dicho frente al príncipe Sean, recordando así la comprometedora situación en la que me encontré con él después de que Nash se fuera.

Sin más opción hice una reverencia hacia el príncipe Sean antes de ser tomada de la mano por Nash, para posteriormente arrastrarme hasta el interior de la casa.

No escuché al heredero seguir nuestros pasos.

Si pensaba que la casona por fuera era asombrosa, lo era aún más por dentro. Tenía toques antiguos mezclados con modernos, las paredes eran café oscuro semejando a la madera.

Nash me dio un recorrido por esta, era enorme. Desde la sala principal hasta las recámaras. Agradecí el tour, pues así sabría a donde dirigirme cuando el príncipe ordenara que hiciera algo.

Finalmente llegamos a la que sería mi habitación, obviamente no tenía comparación con las habitaciones principales, pero aún así eran de buen gusto.

Noté que mi pequeña maleta se encontraba en el centro de la cama, probablemente Enzo la había traído.

-Aún no puedo creer que estés aquí, pensé que no te vería hasta julio. -Nash habló recargándose en el marco de la puerta.

-Siendo honestos, pensé que nunca te volvería a ver. -Le dije con sinceridad, a lo que él se llevó una mano al pecho dramáticamente.

-Te lo prometí, y yo siempre cumplo mis promesas. -Aseguró esta vez poniéndose serio. -Además, no me imagino una vida en donde no te vuelva a ver.

Lo miré por unos instantes sin decir una sola palabra, él parecía uno de esos príncipes encantadores sacado de un perfecto cuento de hadas.

-Será mejor que me cambie, estoy segura que el príncipe pronto requerirá mis servicios. -Nash asintió.

-Nos vemos luego, cariño. -Se despidió y con eso se alejó.

Después de darme una rápida ducha y de ponerme mi regular uniforme, até mi cabello como de costumbre y salí dirigiéndome a la cocina. En esta me encontré al chef, Enzo, y dos mujeres como de treinta años.

-¿Algo en lo que pueda ayudar? -Pregunté.

-En realidad si...

-Soy Thea. -Me presenté.

-Y yo soy Amelia, ella es Kenia y él es James. -Dijo señalándolos, a lo que estos sonrieron.

-Bien Thea, ¿podrías llevar estas bebidas? La realeza se encuentra en la piscina. -Pidió a lo que asentí.

Tomé la bandeja con las bebidas que contenían alcohol, y con sumo cuidado salí a donde Nash me había indicado que se encontraba la piscina.

Al abrir la puerta corrediza me encontré con un ambiente animado, música y risas podían escucharse.

Localicé con rapidez al príncipe Sean y a Nash, ambos sin camisa recargados en las sillas para tomar sol, en la piscina se encontraban dos chicos a los que nunca antes había visto en mi vida junto a tres chicas, todas pelirrojas.

-¡Por fin! ¡Han traído cerveza! -El chico rubio gritó haciendo que los presentes posaran su atención en mi.

El mismo chico nadó hasta la orilla de la piscina y salió dejando un enorme charco de agua.

-Llegas justo a tiempo, dulzura. -Dijo tomando uno de los vasos y llevándoselo inmediatamente a la boca. -Gracias. -Guiñó su ojo izquierdo y con eso regresó a la piscina.

-¡Thea! -Escuché al príncipe Sean gritar y por instinto me acerqué a él.

-¿Su majestad?

El príncipe tomó una de las bebidas. -El chico castaño es el Señor de España, Lucas Hernán. Y el chico rubio es el Duque de Irlanda, Nolan Harrel. Las chicas son solo acompañantes que únicamente hablan ruso. -Me informó a lo que asentí.

-Oye, encanto, ¿podrías pasarme una bebida? -Lucas pidió desde la piscina.

-¡Su nombre es Thea! -Replicó Nash a mis espaldas.

Sin hacer mucho caso me acerqué a Lucas y le extendí una bebida, las chicas rusas aprovechando también se acercaron a tomar una y me ofrecieron una sonrisa como agradecimiento.

-¡Nash, ven aquí! ¡Si quieres puedo prestarte a una de mis chicas! -El señor de España gritó.

-No gracias, prefiero a las castañas. -Respondió posando su mirada en mi logrando que me sonrojara.

-Eso no decías hace unos meses atrás. -El príncipe Sean habló, y Nolan río, tenía una peculiar risa.

-La gente cambia, primo.

Lo escuché decir antes de que regresara a la cocina, se me habían terminado las bebidas.


⚔️⚜️⚔️



El resto del día se basó en prácticamente lo mismo, la realeza divirtiéndose en la piscina hasta que se aburrieron de esta, que fue ya casi llegando la noche.

Observé a Lucas irse a su habitación con dos de las chicas, después fue Nolan con la tercera chica. Agradecí enormemente que fuese una casa enorme, no quería escuchar sonidos extraños.

-Puedes irte a descansar. -El príncipe Sean me dijo.

Hice una reverencia y me alejé.

Tal parece que todo iba a terminar bien en este día.



Hola, hola. ¡Nuevo capítulo! Shsjmf MI NIALL HERMOSO HIZO APARICIÓN EN LA HISTORIA. Gracias por leer, votar, y comentar. Los amo. ⚡️
(Prepárense para el siguiente capítulo🔥)

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