LVII. Final.»A él nunca le importó mostrar su lado más perverso, a él lo único que le importaba era obtener la gloria de ser rey.«
-KING.
17 Años y 4 Meses Atrás.
El dulce príncipe aún no podía creer del todo que ahora tuviese una hermanita.
Estaba acostumbrado a ser el centro de atención, se sentía cómo si él fuese el sol y sus padres los planetas. Pero ya no era así, todo el amor que sus padres le daban ahora lo tenía que compartir con Aaliyah, así mismo como la atención y su tiempo.
No, no la resentía por eso, solo aún no se lograba a acostumbrar de todo al cambio, quería demasiado a su hermana, aún cuando esta pasase la mayor parte del día dormida.
Era muy pequeña, extremadamente, a decir verdad. El tierno heredero no podía esperar a que creciese para poder jugar con ella y no aburrirse tanto en el castillo, incluso ya había planeado todas las aventuras que tendrían, aunque eso sí, no pensaba dejar de lado a su primo favorito, pero mientras él no estuviera, ya no se sentiría tan solo.
Observa con suma atención como su madre arrulla a la pequeña princesa, ¿por qué los bebes tenían que dormir tanto? ¿Acaso él también se la había pasado durmiendo? No lo creía, no se imaginaba poder dormir demasiado, no cuando la mejor parte de la vida ocurre mientras estás despierto.
Eventualmente Aaliyah vuelve a caer dormida y la reina con extrema delicadeza la pone en su cuna dejándola dormir más cómoda.
-Mami, ¿por qué Aaliyah duerme tanto? -Pregunta finalmente una vez que salen de la habitación de la pequeña tratando de deshacer la duda en su cabeza.
-Porque es una bebé y lo necesita. -Responde la reina tomando la mano del pequeño, guiándolo hasta el jardín.
El príncipe había esperado una respuesta más concreta, pero por el momento se conformaba con la simple explicación que había obtenido.
Una vez que llegaron al jardín el dulce heredero soltó la mano de su madre para correr a los brazos de su padre quién se encontraba de pie junto a la entrada del laberinto.
El rey se inclinó extendiendo sus brazos, esperando por su primogénito, cuando llegó hasta él, lo elevó del suelo logrando que un grito saliera de sus labios.
Su pequeño hijo era su mayor orgullo, tenía tanta esperanza en él, sabía que estaba destinado para cosas asombrosas, podría apostar el mismo reino a que crecería para ser un hombre extremadamente inteligente y valiente, digno de portar la corona y sentarse en el trono.
Sería el más grande rey que Dinamarca jamás haya visto.
Tenía fe en eso.
Besó la mejilla de su hijo antes de comenzar a darle un par de vueltas, la encantadora risa del príncipe resonaba en sus oídos transmitiéndole la misma felicidad.
Amaba tanto a sus hijos.
La reina que veía la escena a lo lejos, pensó en qué momentos como esos eran los que hacían de la vida algo hermoso y único. No se arrepentía de ninguna decisión que la había traído hasta este punto.

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K I N G #1
Fanfiction"Tu peor error sería dejarte engañar por esa carita de ángel, el futuro rey no es más que la pura maldad andante. Dios tenga piedad de nosotros, los simples mortales." |PRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA "KING"| |Disponible en Físico.|