XIX. Consejos."Quizá algunas promesas son demasiado pesadas como para cargarlas por siempre."
-KING.
16 Años y 5 meses atrás.
El pequeño príncipe frunció sus cejas, ¿por qué sus tíos tenían que irse ya y llevarse consigo a sus primos? Si bien Sean no congeniaba mucho con su primo mayor Will, y Hayes era muy pequeño como para jugar con él, los iba a extrañar, en especial a Nash, su primo favorito.
-¿Pero por qué no pueden dejar a Nash y después venir por él? ¡O mejor aún! ¿Por qué no se viene a vivir con nosotros? Hay mucho espacio en nuestra casa. -El heredero sugirió.
El rey soltó una risa ante las ocurrencias de su hijo, pero al ver que este se encontraba con un rostro serio calló, el asunto parecía de suma importancia para él.
-Lo siento Sean, pero eso no puede ser posible. -El príncipe formó un puchero.
-¿Por qué no?
-Porque el lugar de Nash es junto a su familia. -Respondió.
-¡Pero yo también soy su familia! -Bueno, su primogénito tenía un punto.
El rey suspiró pensando que contestar ante eso. -De acuerdo, también eres su familia, pero, ¿cómo te sentirías tú si te fueras a vivir con tus tíos dejándonos a tu madre, Aaliyah y a mi? ¿Acaso no nos extrañarías?
El príncipe se quedó en silencio, meditando lo que su padre le había acabado de preguntar.
Estuvo seguro de que los extrañaría, no se imaginaba dejándolos para irse a vivir con sus tíos, aún fuese a vivir con Nash.
-Yo no podría vivir sin ustedes, pa. -Respondió con toda la sinceridad proveniente de su corazón. Casi como si se lo prometiera, no sólo a su padre, a él mismo.
Y desde ese entonces, el pequeño príncipe no volvió a insistir sobre una estadía permanente de su primo.
Actualidad
Llegamos al castillo siendo alrededor de las diez de la noche.
Después de tan peculiar fin de semana lo único que quería era llegar a mi habitación y aventarme en mi cama, preferentemente para no levantarme durante los próximos veinte años.
El castillo lucía peculiarmente vacío, solo se lograban apreciar a los guardias y unos cuantos sirvientes, tal parece que la mayoría prefería irse a celebrar el Whit Sunday, seguramente todo volvería a la normalidad cuando el rey regresase. Y no sabía si eso era bueno o malo, teniendo en cuenta que aumentaría la dosis diaria del líquido, lo que lo llevaría a una muerte más rápida.
¿Por qué el príncipe Sean quiere matar al rey?
Entendía perfectamente que ante su muerte, él ascendería al trono y tendría todo el poder sobre el reino, pero lo que no lograba comprender era como es que alguien atenta contra la vida de su propio padre. ¿Que habrá pasado para que el príncipe recurriera a esto? ¿Acaso no tenía sentimientos o si quiera aprecio por el hombre que le dio la vida?
Estaba en el medio de todo ese lío y no tenía la menor idea de cómo se había originado.
A la mañana siguiente me levanté con la idea de que todo volvería a la normalidad, el castillo estaría en su normal movimiento, el rey regresaría y probablemente el príncipe me ignoraría. Y estaba bien con eso.
Con lo que no estaba bien era con esa estúpida marca que continuaba asomándose en mi cuello como recordatorio de lo que había pasado.
Apliqué varias capas de maquillaje sintiéndome ridícula, no me gustaba usar maquillaje cuando me encontraba trabajando en el castillo, lo sentía irritante, y encontrarme en esta situación lo hacía aún peor.
Entré a la cocina como lo hacía casi todos los días, mi nana se encontraba de espaldas meneando algo en la estufa.
-¡Ya estás aquí! -Sky apareció gritando. -Pensé que llegarías por la tarde, como el rey. -Dijo esta vez abrazándome.
-El príncipe decidió regresar ayer. -Respondí a su abrazo.
-Seguramente no te la pasaste para nada bien, aún no puedo creer que el príncipe te haya hecho ir con él.
-Nash estuvo ahí. -Solté sin siquiera pensarlo.
Sky me miró expectante. -¿Y? ¿Acaso pasó algo jugoso con él? -La rubia me miró en silencio durante unos cuantos segundos, hasta que sus ojos se abrieron como platos. -¡¿Qué te pasó ahí?! -Señaló mi cuello.
Mis mejillas adquirieron color mientras le hacía una seña de que guardara silencio. Maldije en mi mente al estúpido maquillaje que no había tapado del todo la marca.
-¡Oh por todos los santos del universo! ¿Te tiraste al príncipe Nash? -Preguntó esta vez con un tono de voz más bajo.
Bajé la mirada sintiéndome avergonzada, si tan solo supiera lo que en realidad había pasado y con quién.
-No lo hice. -Respondí a lo que ella bufó.
-A mí me puedes contar todo sin sentirte avergonzada por tus acciones, yo jamás te juzgaría, no me corresponde hacerlo, ni que fuera la perfección en persona.
-Lo sé, pero realmente no quiero hablar del tema. -Sky asintió.
-Bueno, ahora al menos puedo morir tranquila, ya te tiraste al príncipe. -Y dándome una enorme sonrisa cómplice salió de la cocina.
Preferiría mil veces que pensara que el responsable de la marca en mi cuello era Nash, a que se enterara que en realidad fue el príncipe Sean quién se encargó de hacerla.
Unos minutos más tarde Enzo entró a la cocina avisando que el príncipe saldría y que no regresaría hasta la mañana siguiente. Algunas veces me preguntaba a donde se iba el heredero.
-¿Thea? -Mi nana llamó mi atención.
La cocina en ese instante se encontraba parcialmente vacía debido a que ni el príncipe o el rey se encontraban en el palacio.
-Si, nana. -Contesté acercándome a ella.
-Tus padres han dicho que te extrañan, y que les gustaría que fueras a visitarlos. -Suspiré con tristeza.
No podía hacerlo, el príncipe me lo había prohibido. Primero me mataría antes de que yo diera un paso fuera del castillo sin su permiso.
-Iré uno de estos días. -Mentí a la vez que formaba una sonrisa más falsa que mis ganas de estar en este lugar.
-Hija, ¿hay algo que quisieras contarme? -Preguntó luciendo un tanto consternada.
-No, nada, ¿por qué lo pregunta? -Mi abuela sacudió su delantal.
-Por nada Thea. -Respondió antes de mirarme directamente. -Soy vieja y mi lealtad yace en mi rey, pero eso no quiere decir que no note lo que pasa a mi alrededor.
-No la entiendo. -Quise hacerme la tonta. Aunque probablemente ya lo era.
-No juegues con fuego Thea, o saldrás quemada. Y si de jugar hablamos, no juegues con la realeza, porque al final sería mil veces preferible que te hubieses quemado. No te lo estoy prometiendo, te lo estoy asegurando.
Debí haber escuchado los consejos de mi nana.
Hola, hola. ¿Ya les he dicho que me encanta escribir sobre el pasado? Sgbll. Muchas gracias por leer, votar y por comentar. Ustedes me hacen muy feliz. Los amo. ⚡️
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K I N G #1
Fanfiction"Tu peor error sería dejarte engañar por esa carita de ángel, el futuro rey no es más que la pura maldad andante. Dios tenga piedad de nosotros, los simples mortales." |PRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA "KING"| |Disponible en Físico.|