K I N G #1

XXVIII

XXVIII. 2am.

Mi garganta se seca.

Las palabras del príncipe me habían dejado anonada y su cercanía ciertamente me abrumó. Me sentía acorralada.

Sus labios rozaron los míos escasamente, cerré los ojos ante la anticipación de lo que podría pasar.

-¿Quieres que te bese, Thea? -Preguntó manteniendo la misma cercanía.

Recordé lo que Nash había mencionado sobre el pacto que tenía con su primo, y supe mi respuesta de inmediato.

-Príncipe Sean... -Inicié pero me detuve abruptamente, ¿realmente estaba segura de mi respuesta?

Estaba dudando, pero no pareció importar tanto cuando atrapó mi labio inferior robándome un suspiro, sentí la sangre hervir a través de mis venas, de repente su toque quemaba, y ni siquiera  me había besado aún.

Su agarre se hizo más firme, nuestras narices se rozaron, era como si estuviera esperando por algo. Pero nada pasó.

El príncipe se alejó sin más con una sonrisa triunfal en el rostro, parecía que había descubierto algo de lo cual yo no tenía la menor idea.

-Buenas noches, Thea.

Sean

Salgo del salón en busca de Nash, ahora más que nunca tenía que dejarle un par de cosas claras.

Mi camino se ve interrumpido cuando veo a Sophia recargada de la pared de uno de los pasillos, sus cejas se encontraban fruncidas y sus brazos se encontraban cruzados sobre su pecho.

-¿Qué te pasa ahora? -Pregunto ya con irritación en cuanto llego a su lado.

-¿Tú con una de las empleadas? -Dice entrecerrando sus ojos. -Te vi muy cariñoso con ella.

-Pensé que a ti no te importaba eso de las clases sociales. -Siseé sin querer darle mucha importancia.

-Y sigue sin importarme, pero sí que me importa que no se trata de cualquier empleada, se trata de Thea.

-¿Y? -Solté comenzando a aburrirme de la conversación.

-¿Eres idiota o qué? ¡No puedes estar con Thea! No cuando Nash está más que interesado en ella. -Bufé.

-Deja de usar de pretexto a Nash y admite de una vez que estás celosa, ella ha logrado lo que tú nunca pudiste, la atención de ambos. -Sophia sonrió sin gracia.

-Aunque no lo creas no todos somos como tú, algunos si tenemos sentimientos y nos importa la gente a nuestro alrededor. -Hizo una dramática pausa. -Nash no merece lo que le estás haciendo.

-Escúchame bien, Sophia, a mí no me importa lo que tú opines, Nash sabe a la perfección en lo que se está metiendo, ya le he advertido muchas veces y sin embargo sigue ahí de necio, Thea no es para él.

-¿Y para ti si? -Ladeé mi cabeza pensando en una respuesta.

-Thea no es para nadie.

Finalicé y con eso me marché con mi antiguo destino en mente, Sophia podía irritarme con facilidad, y esa era una de los motivos por la que nunca funcionamos juntos.