K I N G #1

XI

XI. "No soy un Monstruo".

Ahora no sólo le temía al príncipe, ahora también me sentía incómoda ante su presencia.

Y es que lo que había pasado en el despacho solo me había llevado a preguntar, ¿que quería el príncipe hacer exactamente conmigo? Definitivamente no quería una respuesta.

Decidí no contarle a nadie lo que había pasado, no quería que pensaran mal de mi, además de que no iba a servir de nada. Estaba sola en esto.

En la tarde del día siguiente me encontraba en la cocina junto a mi nana y Sky, observé en silencio como preparaban el almuerzo. Al ser el día después de la fiesta el príncipe no se había levantado para el desayuno, sería hasta el almuerzo donde tendría que volver a verle la cara.

-¡Cariño! -Una voz que se me hacía ya familiar irrumpió en la cocina.

Todos en la cocina se quedaron en silencio e hicieron una reverencia hacia él. Me giré para darle la cara bajo la curiosa mirada de Sky.

-Su alteza. -Dije e hice una reverencia, Nash me miró frunciendo el ceño.

-No puedo creer que te lo haya dicho. -Habló pareciendo más como que lo había dicho para sí mismo. -Cariño, tú puedes llamarme Nash.

Sentí mis mejillas arder debido a la pequeña escena que estábamos montando, un príncipe diciéndole "cariño" a una empleada, solo da pie a especulaciones no muy gratas.

-Lo siento su majestad, pero no puedo, el príncipe Sean...

-A mi no me interesa lo que el "príncipe Sean" haya dicho, si yo te pido que me llames Nash lo haces, ¿entendido, cariño?  -Lo miré a sus ojos azules perdiéndome por un instante en estos. Dios eran tan hermosos.

Aparté la mirada cuando él sonrió, e incluso su sonrisa era hermosa, pensé en que era demasiado perfecto como para ser cierto.

-Ahora que lo recuerdo yo venía a buscar comida, ¿se encuentra listo el almuerzo? -Preguntó esta vez mirando al resto de la servidumbre.

-Lo estará  en unos diez minutos, cuando se encuentre lista mandaré a alguien a que se la lleve hasta su recámara, su alteza. -Mi nana contestó a lo que Nash asintió.

-Mejor llévenlo al jardín, y de preferencia que sea Thea quien lo lleve. -Le pidió a mi nana para después volver a posar su mirada en mi.

-Lo haré en cuanto le lleve su almuerzo al príncipe Sean. -Avisé.

Nash rodó los ojos y se quedó pensativo por unos instantes. -Nos vemos luego, cariño. -Y con eso se dio la media vuelta y salió de la cocina.

-¿Por qué el príncipe buenote te está diciendo cariño? ¿De que me perdí? -Sky apareció a mi lado preguntando curiosa.

-De nada, el príncipe solo me llama así y no es como que puedo decirle que no lo haga. -Respondí con honestidad.

-Ajá. -Sky entrecerró sus ojos hacia mi como si no me creyese. -¿Y por qué quiere que lo llames por su nombre? -Continuó indagando.

-No lo sé, apenas y lo conozco de ayer.

-¡Ese es mi punto! -Exclamó.

-El príncipe es amable, eso es todo. -Le contesté encogiéndome de hombros.

-Pues amable únicamente contigo.