XXVII

77.2K 7.2K 3.1K
                                    





XXVII. La Cena.



Salí del despacho con pasos apresurados.

Dando la vuelta en uno de los pasillos me volví a topar con Nash que parecía haberme estado esperando.

—Hola de nuevo, cariño. —Dijo mostrando sus perfectos dientes blancos.

—Príncipe Nash. —Hablé con cuidado.

—En la mañana fui a tu habitación para saludarte y me encontré esta misma vacía, ¿ya no vives en el castillo? —Preguntó y no sabía que responder, no quería ocasionar problemas con el príncipe Sean.

Afortunadamente no tuve que contestar pues la voz de alguien irrumpió en la escena.

—Te he estado buscando desde hace un buen rato, ¿estabas con Sean? —Sophia apareció dirigiéndose a Nash.

Sus ojos grises se posaron en mi, mirándome de pies a cabeza y por extraño que esto parezca, sonrió.

—¿Es ella? —Le preguntó a Nash como si yo no estuviese presente. —Tiene que ser ella.

—No tengo idea de que estas hablando. —Nash trató de despistarla.

—No te hagas el tonto. —Volvió a posar su mirada en mi. —¿Tú eres Thea, verdad? —Asentí.

—Sophia... —Advirtió Nash.

—Mucho gusto Thea. —Dijo extendiendo su mano y con duda la estreché. —He escuchado mucho sobre ti. —Continuó, mis labios se mantuvieron sellados.

—Detente Sophia, no empieces, ¿por qué no mejor te vas a buscar a Sean? Estoy seguro que sólo tú podrás quitarle el mal humor que últimamente trae. —La sonrisa de Sophia desapareció.

—¿Está todo bien entre ustedes? —Preguntó con preocupación.

—De maravilla, ahora sí me disculpas me gustaría ponerme al día con Thea. —Sophia suspiró.

—Más tarde hablamos con calma. —Sus ojos grises volvieron a reparar en mi. —Hasta luego Thea. —Y ofreciendo una última sonrisa se marchó.

Ambos guardamos silencio, observando a la Duquesa desaparecer entre los pasillos del castillo.

—Es mi mejor amiga. —Comenzó Nash como si me debiera alguna explicación. —Lo ha sido desde que Sean y yo teníamos ocho años, que fue cuando la conocimos.

—¿Entonces también es la mejor amiga del príncipe Sean? —Pregunté tratando de entender un poco más la situación.

—No, ella fue más que eso.

—Oh. —Fue lo único que logré emitir.

—Sophia siempre ha estado para nosotros, es por eso que aceptó venir a pasar una semana aquí en el castillo pretendiendo ser la futura prometida de Sean.

—¿Alguna vez te interesaste en Sophia como algo más que una amiga? —Pregunté sin poder detenerme.

—No, yo solo busqué en ella amistad, además de que Sean se hubiese puesto como loco de no ser así, ellos tuvieron sus primeras experiencias juntos y yo tenía que respetar nuestro pacto.

—¿A que te refieres con "respetar nuestro pacto"? —Hice énfasis en sus últimas palabras.

—Sean y yo hicimos algo así como una promesa donde acordamos que no tocaríamos a la misma mujer. —Mi ceño se frunció.

—¿Y qué pasa si se interesan en la misma? ¿Ninguno puede tenerla? —Nash sonrió de lado.

—Cariño, no sabes lo que estás preguntando.




K I N G  #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora